Una difícil y larga tarea les tocará liderar a los ejecutivos de Avianca Holdings. Hace unos días, la línea aérea colombiana dio a conocer que se acogió a una reorganización en Estados Unidos bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras. Esto, producto de la débil situación financiera de la compañía por la pandemia de covid-19.
Recién iniciado el procedimiento, el Chief Financial Officcer (CFO) −director financiero− de Avianca, Adrián Neuhauser, detalló que proyectan que el proceso durará cerca de un año, periodo en el que estarán protegidos por la regulación para seguir operando sin que los acreedores de la firma ejerzan acciones de cobranza.
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A su vez, la normativa les exige a estos últimos a seguir cumpliendo con sus obligaciones contractuales con la aerolínea. De esta forma, lo que se adeuda previo a la solicitud queda en suspenso durante la negociación, pero la compañía tiene la obligación de pagar los servicios recibidos desde la petición en adelante.
El ejecutivo relató que una de las características que hace tan exitoso al Capítulo 11 es que le permite al equipo de la firma que se acoge −siempre supervisado por una corte especial− estar al mando de la reorganización. A diferencia, dice, de otras regulaciones donde los planes son encabezados por los acreedores que suelen privilegiar sus intereses versus los de la compañía.
El primer punto ya fue superado: la Corte de Nueva York aprobó de forma provisional la solicitud de reorganización. Ahora algunos de los próximos pasos serán conformar el comité de acreedores y elaborar un plan de restructuración de la empresa para el cual contarán con un plazo −prorrogable− de 120 días que comenzaron a regir el día de la solicitud (10 de mayo).
Es en este tema, dice Neuhauser, aún existe incertidumbre respecto a cómo cambiará el tamaño y capacidad de la compañía. “Todo va a depender de cómo sea la recuperación (...) Estamos trabajando con diversos escenarios, algunos más optimistas, otros más conservadores y mirando las curvas de recuperación en otros países. En un par de meses esperamos tener un poco de claridad”, manifestó.
Sobre posibles despidos dentro de la aerolínea, que cuenta con 21.000 empleados, el director financiero indicó que, por el momento, no tienen planificadas desvinculaciones, pero que eso también “dependerá del tamaño de la empresa que emerja de la reestructuración”.
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Eso sí, producto del cierre de las operaciones de Avianca en Perú, sostiene que se despidió a las casi 1.000 personas que trabajaban en ese país. Neuhauser indicó que fue una decisión “dolorosa”, pero que hace varios años que Perú se había convertido en una operación deficitaria para la compañía.
“Por ahora sí descartamos cierres en otros mercados, creemos que el resto de la red es rentable”, aseguró.
Ayuda fundamental
El ejecutivo enfatizó que las aerolíneas necesitan de la ayuda estatal para sobrevivir a esta crisis.
Actualmente, Avianca negocia un rescate con los gobiernos de Colombia, donde concentra cerca del 50% del mercado doméstico, Ecuador y El Salvador. A su vez, señaló que están abiertos a todas las posibilidades de soporte, incluso a la entrada del Estado a la propiedad de la firma.
“El gobierno en Colombia está siendo super constructivo. Hemos planteado estructuras que van desde el 100% de deuda hasta una mezcla de deuda y acciones”, aseguró.
“Me parece que las líneas aéreas, que somos críticas para los países donde volamos, son empresas que los estados deben proteger”, agregó que ese es un punto que cree que los gobiernos han comprendido, pero que están en un momento complejo con diversas prioridades.
Para el director financiero de la compañía es fundamental para la estabilidad económica de los países contribuir a preservar la continuidad operativa de las firmas aéreas. “Los argumentos que dicen que si las empresas desaparecen alguien más la va a poner después, es no entender lo difícil que es crear estos motores de empleo, de turismo, de conexión, de negocios. Latam, en llegar a la escala que tiene, hoy demoró 50 años y Avianca, 40 años”, recordó.
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“(Para la reestructuración) estamos trabajando con diversos escenarios, algunos más optimistas, otros más conservadores. En un par de meses esperamos tener un poco de claridad”, apuntó Neuhauser.
La firma cuenta con unos $200 millones de liquidez para enfrentar algunos meses. El director financiero afirmó que la deuda de la aerolínea asciende a los $5.300 millones, monto con el cual la compañía se acogió completamente a la reorganización en Estados Unidos.
Por otro lado, detalló que la línea aérea ingresó la solicitud del proceso con una caja de $400 millones, de los cuales cerca de $200 millones serían los recursos disponibles para seguir pagando sus compromisos.
Aunque Neuhauser estima que este monto no alcanzará a cubrir la totalidad del lapso de cerca de un año que proyecta la firma que durará el procedimiento, la suma sí será suficiente para tener “varios meses de respiro”.
“Creemos que la caja es suficiente para durar el período que se extiendan las negociaciones con los gobiernos para financiarnos y estos tienen claro que ese es un tema que necesitamos resolver en pocos meses”, indicó.
A su vez, el ejecutivo chileno destaca que gracias a la colaboración de sus trabajadores, quienes han aceptado reducciones de sueldos, y a la baja en gastos de operación, han podido reducir sus costos.
“No estamos gastando mucha caja. Efectivamente, no estamos generando mucho (cerca de un 10% de nuestras ventas en un escenario normal), pero a cambio de eso estamos consumiendo muy poco”, explicó.
Sin embargo, reconoce que el reinicio de sus operaciones sí es un factor importante para la liquidez de la firma y que aún existe incertidumbre sobre cuándo se reactivarán las frecuencias.
“Originalmente esperábamos estar volando en mayo en el mercado doméstico de Colombia, eso ahora lo hemos postergado a junio. Mientras que para las operaciones internacionales todavía no tenemos visibilidad de cuándo podrán reiniciarse”, afirmó.
Sobre la baja en el precio del petróleo, señala que, aunque sí ayuda en los costos de compañía, la rebaja es limitada debido a las pocas frecuencias que mantiene en funcionamiento.
Por otro lado, sostiene que la empresa no tiene contemplado aprovisionarse ahora de combustible porque no sabe cuán rápido se recuperará la demanda aérea. “Sería especular, no sabemos cuánto necesitamos y eso nos consumiría caja que hoy necesitamos proteger”, concluyó.