La llegada de plataformas de transporte como Uber y Didi a Costa Rica generó cambios en la dinámica de movilización y de empleo en el país. No obstante, muchas personas que trabajan en estas plataformas o quieren hacerlo, no cuentan con acceso a un vehículo propio y por eso acuden a arrendatarios que les faciliten uno.
La renta de vehículos para trabajar en plataformas de transporte es una realidad que incluso ha llevado a las empresas a ofrecer sus propias conexiones formales entre arrendadores y choferes. Tal es el caso de Didi, que lanzó en Costa Rica el programa Didi Fleet en 2019 y lo relanzó en 2021.
Actualmente, el 4% de los vehículos disponibles en esta plataforma son rentados a través de este mecanismo, según datos de la empresa china sobre sus operaciones en suelo costarricense.
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Sin embargo, el negocio de los alquileres de vehículos para trabajar en aplicaciones va más allá de los canales oficiales que ofrecen empresas como Didi. La renta de automóviles para este fin es una práctica común, la cual se refleja en cientos de ofertas en foros de redes sociales y otros sitios de Internet, en los cuales algunos ofrecen sus carros y otros compiten para poder usarlos y generar sus propias ganancias con ellos.
Las cifras
No existen cifras generales específicas sobre el dinero que mueve el mercado de alquiler de vehículos para su uso en plataformas de transporte. No obstante, Didi reveló a EF algunas aproximaciones relacionadas con las personas que gestionan sus arrendamientos a través de su producto Didi Fleet.
Este servicio le permite al propietario de un vehículo registrarse como un “socio flotilla” y de esta forma rentarle su carro (o sus carros) a conductores que no posean uno para trabajar en la plataforma.
Según explicó Jorge Ordoñez, director regional para DiDi en Latinoamérica, los conductores pagan un promedio de ¢70.000 semanales por vehículo alquilado (unos ¢280.000 mensuales); lo cual representa entre un 31,1% y un 36,7% de las ganancias promedio de los choferes de Didi que utilizan la plataforma como principal fuente de ingresos.
Esas ganancias promedio son de entre unos ¢763.000 y unos ¢916.000 al mes, “si tomamos a un socio conductor que en promedio se conecte unas ocho horas al día, entre cinco y seis días a la semana”, explicó Ordoñez.
El monto que se cobra por alquiler puede variar según las condiciones que fije cada propietario, sin embargo, esa es la cifra promedio que maneja la compañía con base en los datos de sus usuarios.
Didi Fleet conecta al arrendador con el chofer, pero la negociación del período de arrendamiento del vehículo, los pagos de gasolina, primas y demás detalles para la cesión del activo se negocian exclusivamente entre las partes. Didi no interfiere en esos temas y solo se encarga de facilitar el contacto.
En cuanto a las personas que colocan sus vehículos en alquiler, ¢280.000 mensuales suponen ingresos anuales por ¢3,36 millones; aunque se debe descontar el pago de impuestos.
Qué tan rentable resulte esa ganancia depende de cada caso específico. Se deben contemplar factores como la depreciación que puede sufrir el automóvil por su constante uso, el pago de reparaciones por posibles desperfectos y el uso que actualmente le da al bien en cuestión.
Por fuera de Didi Fleet, también existen otras opciones de alquiler. La plataforma Uber no ofrece un producto similar al de Didi, razón por la cual existen otros canales en los que se negocia el arrendamiento de los vehículos para este fin.
En un grupo de conductores de Uber en Facebook, por ejemplo, un usuario explicaba que el alquiler de vehículos implica “normalmente” el pago de un depósito, además de una cuota semanal.
“El dueño se encarga del mantenimiento del vehículo y la persona que lo alquila debe tener cochera segura y encargarse del combustible y la limpieza del vehículo (...) el pago es semanal, según el monto que especifique el dueño y cualquier daño por mala conducción le toca al chofer”, señalaba en su comentario, como respuesta a la consulta de otro participante en el foro.
Dichas condiciones se ven reflejadas en múltiples ofertas de vehículos. Una de ellas ponía a disposición un Kia Rio 2013 (manual) por ¢700.000 de prima y un monto de alquiler semanal de ¢75.000 por tres años.
La persona que colgó dicho anuncio decía hablar en nombre de una empresa de leasing financiero.
“Cuando nosotros entramos en esta vertical de movilidad nos dimos cuenta de que una de las fricciones principales que existe es que hay muchas personas a las que les gustaría participar en este modelo de negocios y generar ingresos a través de Didi, pero no tienen acceso a un vehículo”.
— Jorge Ordoñez, director regional para DiDi en Latinoamérica.
Los riesgos
Los alquileres para estos fines, sin embargo, pueden suponer múltiples riesgos para choferes y arrendadores si estos no toman en cuenta formalidades legales.
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Kendall Ruiz, abogado de la firma Aselecom, explicó que los alquileres de vehículos deben contemplar cuestiones como los plazos del acuerdo, los montos de pago, la responsabilidad del mantenimiento del vehículo, el cuido del vehículo, el pago de impuestos (incluido el marchamo), el pago de infracciones, y eventuales problemas por daños al vehículo.
Todo lo que no se explique en el contrato puede dar pie a diferendos posteriores y conflictos.
En cuanto a posibles daños, se debe especificar cómo y cuándo comunicarlos, cuáles son las cláusulas para rescindir el contrato, y cómo se podrían resolver eventuales controversias.
“También se debe definir las personas autorizadas para poder manejar el vehículo”, explicó. “No hay como una norma específica que determine cómo se tienen que realizar estos contratos pero se basa a partir de lo que establece el Código de Comercio y Código Civil”, añadió.
El control que pueda hacer el propietario sobre el uso que se haga de su vehículo varía, según la comunicación que tenga con el chofer y el medio por el que gestione su arrendamiento.
Didi Fleet, por ejemplo, ofrece una serie de herramientas que le ayudan al arrendador a conocer detalles como la cantidad de viajes que son solicitados para su carro, cuántas transacciones se hacen con tarjeta, la información asociada sobre los recorridos que haga el vehículo y cuenta con el soporte que ofrece la plataforma en términos de seguridad ante cualquier incidente.
Las personas que quieran conducir estos vehículos disponibles en Fleet deben estar debidamente registrados en la plataforma.
Para trabajar en Didi se requieren vehículos con condiciones mínimas específicas. Por ejemplo, contar con al menos cuatro puertas y un año de fabricación no anterior a 2004.
El abogado Ruiz también recordó que el transporte de personas a través de plataformas digitales todavía no se ha regulado en Costa Rica, por lo que los alquileres de vehículos se realizan de forma general y no con ese fin específico.
“Propiamente, para el tema de alquiler de ciertos vehículos para realizar esto (plataformas como Uber o Didi), eso es un convenio que se realiza entre el dueño del vehículo o persona autorizada para disponer del vehículo y la persona que está alquilando” concluyó.
Según Ordóñez de Didi, el sistema de alquiler de la empresa asiática “es un producto que busca cerrar una brecha muy particular y una fricción que existe en este ecosistema”. Asimismo, señaló que “cada vez más personas que quieren acogerse a este producto”.