Casa Blanca, Gollo y Monge nacieron con el objetivo de facilitar el acceso a productos de línea blanca a través de financiamiento propio. Sin embargo, con el paso del tiempo, sus créditos han llegado a cubrir más líneas de negocio e involucran a comercios aliados.
Actualmente, las compañías financian electrodomésticos, celulares, motocicletas, repuestos para vehículos, viajes dentro Costa Rica y al extranjero, anteojos, muebles, artículos de ferretería, paneles solares y abarrotes. En ciertos casos incluso prestan dinero en efectivo.
Esa lista aumentará próximamente, pues quienes están al frente de los negocios reconocen que ya detectaron nuevas oportunidades a partir del análisis de necesidades de los consumidores, el cual piensan mantener.
Sus créditos resultan atractivos para muchas personas (la cantidad de clientes activos va desde los 50.000 hasta más de 700.000), ya que son de rápida aprobación y, en su mayoría, tienen pocos requisitos.
La demanda se mantiene pese a que las compras con financiamiento implican un gasto superior al valor de contado de los productos en varias veces.
Esas condiciones permiten, por ejemplo, que la financiera Credilat –relacionada con Grupo Monge– acumulara, a marzo del 2019, una cartera de crédito de ¢25.000 millones tras dos años de operación.
Dicho conglomerado vende línea blanca, celulares, computadoras, televisores, muebles, motocicletas, electrodomésticos, repuestos para vehículos, viajes y a partir de este año, implementos médicos como camas ortopédicas, sillas de ruedas y muletas. También con su plataforma Flexipagos, abre la posibilidad de comprar productos a crédito en comercios del sector turismo, ferretería y otros. El plan de la compañía es alcanzar los 1.000 comercios afiliados.
“Muy pronto estaremos incursionando en nuevos negocios, los cuales se han estado preparando desde hace un año (…). Nos encontramos realizando otras alianzas que nos permitan brindarles a nuestros clientes acceso a créditos en servicios como educación y salud”, explicó Franco Naranjo, presidente de Grupo Financiero GMG.
El financiamiento que ofrece este conglomerado alcanza los 500.000 clientes en Costa Rica. Esa cantidad de usuarios impulsó mayormente que las solicitudes de crédito aumentaran no menos del 5% sobre el primer trimestre del año pasado.
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Para acceder a recursos con esa financiera, la persona interesada únicamente debe presentar un comprobante de ingresos y su cédula de identidad.
Otras facilidades que promocionan son que los consumidores pueden evitar la entrega de una prima en sus compras, que tienen libertad para escoger el plazo de preferencia y el día del mes que desean hacer el pago, y que se les da la oportunidad de ejecutar abonos, cuando lo deseen, sin ninguna penalidad.
Abarrotes, paneles solares y más
Las tiendas Gollo de Puntarenas o de Guápiles, implementaron la posibilidad de adquirir abarrotes a crédito, una opción que agregó Grupo Unicomer a su oferta durante este 2019. El portafolio de productos de esa compañía también incluye línea blanca y electrodomésticos, audio y video, muebles, artículos de ferretería, motocicletas, llantas, paneles solares y anteojos.
Asimismo, ofrece servicios como préstamos en efectivo (de hasta ȼ1.500.000), garantías extendidas, reparación de artículos y asistencia vial, en el hogar, nutricional, médica, legal, tecnológica y culinaria, entre otras.
Este año también lanzaron una línea de crédito familiar con la que varios miembros pueden sumar sus límites de financiamiento. De esta manera, se abre la posibilidad de comprar productos con un valor mayor o diversos artículos.
José Luis Rodríguez, gerente general de Unicomer Costa Rica, afirmó que hay una necesidad permanente de innovar, experimentar y agregar nuevos negocios a la operación.
“Nuestro objetivo es que el cliente consiga en nuestras tiendas todo lo que necesita. Esta compañía respira el crédito”, agregó Rodríguez.
Gollo reporta tener más de 700.000 clientes a crédito activos y, aunque la empresa no suministró la cifra específica, asegura que la solicitud de operaciones ha tenido un moderado crecimiento durante los últimos años.
Su cartera de clientes incluye amas de casa, asalariados, trabajadores independientes, emprendedores, instituciones, pequeñas y medianas empresas.
En el caso de esta firma, los requisitos para obtener un préstamo son presentar un documento de identidad y tener un buen récord crediticio. En algunos casos, se solicita prima y la aprobación se da en un máximo de diez minutos.
Más apego a sus raíces
En enero del 2017, Casa Blanca acudió al Juzgado Concursal del I Circuito Judicial de San José para solicitar un convenio preventivo de acreedores con el fin de renegociar deudas y evitar la quiebra.
Hasta el momento, la empresa ha logrado mantenerse en el mercado con una oferta compuesta por productos de video, muebles, electrodomésticos, celulares, motocicletas y línea blanca (la categoría que más financia).
En el pasado (mediados del 2016) la compañía también incursionó en el ofrecimiento de planes de ortodoncia en alianza con el Centro de Ortodoncia Turnón.
Para acceder a dicho programa se efectuaba un análisis médico para determinar si la persona era candidata al servicio; luego, se debía cancelar una prima y, finalmente, el usuario pagaba cuotas en un plazo que podía alcanzar los 28 meses.
Casa Blanca reporta tener actualmente 50.000 clientes a crédito activos y goza de un crecimiento cercano al 6% en las solicitudes de crédito en comparación con los primeros cinco meses del 2018.
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Carlos Murillo, gerente general de Casa Blanca, indicó que ofrecen opciones de financiamiento para las compras a plazos, que van de los seis a los 36 meses, y que cada línea de producto tiene sus condiciones específicas para ser financiadas.
No obstante, antes de brindar un crédito, solicitan el número de cédula y a los trabajadores independientes les piden una constancia de sus ingresos.
“Nuestros clientes, en su mayoría, son personas asalariadas entre 23 y 65 años con ingresos promedio de ȼ550.000 al mes”, detalló Murillo.
Mayor regulación
Credilat, financiera de Monge, es supervisada por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) desde sus inicios en el 2017. Próximamente, sus pasos serán seguidos por Gollo y Casa Blanca.
El 30 de junio es la fecha límite para que emisores y operadores de tarjetas de crédito, casas de empeño, contadores, abogados, casinos físicos y virtuales, así como cualquier otra entidad que brinde facilidades de crédito, se inscriban ante la Sugef.
La medida nace por disposición de los artículos 15 y 15 bis de la Ley sobre Lavado de Activos y Financiamientos al Terrorismo N.° 7786 y del transitorio dos del Acuerdo Sugef 11-18, vigente desde enero.