A los 18 años, salió del Covao como contador. Su primer trabajo fue en un supermercado pero pronto consiguió la oportunidad de trabajar en San José, en Jordomex, el negocio de la familia Yankelewitz.
Como en toda empresa pequeña, tuvo que aprender a hacer de todo: desde administración hasta metalmecánica, y en el mientras tanto, muchas lecciones sobre cómo dirigir un negocio.
Por ejemplo: “no dejarse ampantallar” por nadie. “Quitarse el miedo de tomar decisiones. Hay que ser emprendedor, aunque en este país no apoyen mucho. Siempre hay oportunidades”.
Don Jorge, papá de Samuel, Doris y Daniel Yankelewitz, lo acogió como su hijo menor, le enseñó todo lo que sabía. A los 21 años le dio la oportunidad de ser gerente administrativo.
Al morir don Jorge, la empresa enfrentó dificultades, pero a Alberto Monge Vargas se le abrieron las puertas.
Dada su experiencia, lo contactaron desde el exterior para que asumiera la distribución de las láminas expandidas y, después de mucha reflexión y cálculos, decidió asumir el reto.
Alquiló una bodega de 60 metros cuadrados en Barrio Naciones Unidas, donde trabajaba 20 horas al día. Él y dos personas más conformaban Desplegados Centroamericanos, S.A.
En esta bodega almacenaba las láminas de material expandido y perforado, que se usan para protección, filtración, decoración de edificios, entre otros, necesarias para ingenieros, arquitectos o diseñadores.
Pasaron dos años y muchas facturas, hasta que logró comprar su primera bodega, una más grande en San Sebastián, que marcó la hora de expandir el negocio. Consiguió dos distribuciones exclusivas de Colombia y México y diversificó su oferta. Así nació su segunda empresa, Aceros Monge S.A. para abastecer alumnios, bronces, baquelitas, teflones, etc.
Hoy la empresa está instalada en la zona industrial de Curridabat.
Desde hace cinco años vende en Nicaragua y Panamá, país donde además quiere instalar un local para abastecer una potencial demanda con un servicio al cliente 24/7.
Después de 14 años de experiencia, Monge ya es todo un empresario industrial que conoce al dedillo su negocio. El producto lo trae desde Asia, Europa o Suramérica, sin intermediarios, a precios más competitivos.
Cuando habla de su empresa, comparte el orgullo que siente por su equipo de trabajo, conformado por 35 personas, donde más que un jefe se siente un empleado más. “Tengo un compromiso con ellos, los involucro, los capacito, les doy un bono cada semestre en agradecimiento. No tengo miedo de tener gente preparada a mi lado”. Pues para Monge, si la empresa genera, ¿por qué los empleados no pueden beneficiarse de eso también?
En detalle
Formación: Contador del Covao. Administrador de empresas de Ulacit e Hispanoamericana.
Fecha de nacimiento: 16 de agosto de 1974.
Trayectoria profesional: Desplegados Centroamericanos y Aceros Monge S.A.