El comercio digital tiene una nueva rama que gana cada vez más terreno: se trata del recommerce, el comercio web de artículos de segunda mano.
Este es el modelo que refiere a la compra y venta en línea de productos que ya fueron utilizados, y que crece en un contexto donde el comprador busca cada vez más alternativas para reducir el impacto ambiental de su consumo y fomentar la economía circular.
El recommerce ya se ha hecho un espacio en países como Estados Unidos donde, según el informe Resale Report 2024 de la empresa ThredUp, el mercado de la moda reutilizada alcanzará los $350 mil millones de aquí a 2028, superando incluso a las ventas de ropa nueva en ese mercado.
Además, y en España, el primer informe Recommerce: la segunda vida para las marcas —de la agencia OnStrategy BVM— señala a marcas líderes como Zara, Ecoalf y Ternua introduciendo en sus plataformas opciones para vender, reparar o donar ropa, con el fin de promover el reciclaje de sus productos.
En Centroamérica, por su parte, el comercio de ropa usada creció un 57,7% entre 2011 y 2021, alcanzando un valor de US$274 millones, según datos de Garson & Shaw.
Esta consultora señala como causas del avance a factores como la preocupación por el impacto ambiental de la producción textil, la búsqueda de mejores precios, el interés por las piezas vintage o únicas que ganan más popularidad en redes sociales y la influencia de plataformas como Instagram y TikTok que han popularizado estas tendencias.
Sin embargo, el recommerce va más allá de la ropa y mercados como el costarricense ya tienen opciones de venta de todo tipo de productos de segunda mano en plataformas digitales.
En Costa Rica
‘Facebook Marketplace’ se ha convertido en una de las plataformas más populares entre los costarricenses para adentrarse en este modelo de negocio.
Sin embargo, la plataforma ha sido utilizada por estafadores para delinquir con artículos defectuosos, ofertas engañosas o para sacar dinero a sus víctimas con productos que nunca llegan a destino.
Por ello, la empresa 'Escot‘ empezó operaciones en el país el año pasado, con la promesa de garantizar compras y ventas más seguras en este nicho de mercado.
Según indicó su CEO Alejandro De León en una entrevista con ‘El Financiero’, ‘Escot’ es una plataforma que nació como respuesta a “lo comercial que es Costa Rica, donde la gente los domingos hace ceviche para vender y donde se valora mucho el producto nacional y las herramientas que permiten que cualquiera compre cosas baratas y reutilice las de otras personas, tiendas o pequeños emprendedores”.
“Nuestro objetivo es que cualquier persona que esté en su casa pueda vender sus cosas tanto nuevas como usadas. Empezamos en Costa Rica porque nos parece el lugar perfecto en Centroamérica para ello, por sus niveles de seguridad jurídica, de transparencia del ciudadano y de seguridad en las transacciones. Ahora la idea es abrir en otros lugares en Centroamérica y expandirnos a toda la región”.
Como la estrategia de valor de ‘Escot’ es ser más segura que otras plataformas, la empresa selló alianzas con Uber y con Correos de Costa Rica para garantizar el envío de sus productos.
Además, implementaron un servicio llamado Escot Account con el que “nosotros guardamos el dinero del comprador hasta que este nos diga que ha recibido correctamente la mercancía", señaló De León:
“Eso protege tanto a quien compra como a quien vende, porque si el comprador no recibe su producto, nosotros no le liberamos el dinero al vendedor”.
‘Escot’ ya cuenta con más de 30 mil usuarios y además de ropa (que es la categoría más grande) vende juguetes, artículos para hogar y oficina, productos de cuidado personal y accesorios, entre otros. Según De Léón, la plataforma tiene doce colaboradores directos en el país, los cuales trabajan en áreas de servicio al cliente y en el desarrollo tecnológico de la aplicación.
Las personas interesadas en vender sus productos en ‘Escot’ deben registrarse con su correo electrónico para subir las fotos y descripciones de los artículos que quieran comercializar y la plataforma les apoyará con un servicio de inteligencia artificial que ayudará al reconocimiento del producto, apoyará con su descripción y sugerirá un precio de venta tanto para artículos nuevos como usados.