A inicios de octubre, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) anunció que la biotecnóloga María José Durán González, graduada de la institución, ingresó al doctorado en Bioingeniería del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Estados Unidos. Una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Durán, de 26 años, es la primera costarricense en ser aceptada en este doctorado y también es la única graduada de un bachillerato universitario en Latinoamérica que ha sido admitida en él en los últimos seis años.
Como parte de su ingreso, la científica también recibió un premio de la Presidencia del MIT, el cual se otorga a los estudiantes más destacados del mundo.
EF conversó con la científica para conocer más sobre su exitosa carrera y su visión del trabajo, el éxito y la felicidad.
De Sabanilla a Massachusetts y París
La biotecnóloga conversó con EF en medio de una sala de abordaje: estaba por partir rumbo a París a participar en el International Genetically Engineered Machine (IGEM), la mayor competencia de biología sintética del mundo y cuya edición 2024 se realizó en Francia entre el 23 y 26 de octubre.
Durán ha sido jurado de esta competencia en dos ocasiones en el pasado por los niveles académicos tan altos en los que se ha movido y que son, justamente, los que la han llevado a trabajar con científicos como David Baker, Premio Nobel de Química 2024. Con Baker, y junto a otros científicos, participó de una investigación sobre la producción de células autoinmunes con el fin de reconocer y debilitar las moléculas que se producen con el cáncer.
El documento, titulado Engineered receptors for soluble cellular communication and disease sensing, se publicó el pasado 14 de noviembre y está disponible aquí.
Esto nos dijo al respecto Durán: “Esta experiencia fue la que me posicionó tan bien en las entrevistas” tanto del MIT como de otras universidades en Estados Unidos, pues también fue elegida para Stanford, Harvard, UC Berkeley, la Universidad de Washington y la Universidad de California en San Francisco.
“Yo no hubiese entrado de no ser por eso. MIT es una universidad de muchísimo renombre y con esta carrera ellos ya pueden ver y apreciar mi experiencia”.
La científica es oriunda de Sabanilla y afirma que su carrera ha sido el resultado de una gran cantidad de esfuerzos, tanto personales como familiares, donde el estar alineada con lo que quiere, el estar dispuesta a realizar sacrificios —como dejar a su familia, por ejemplo— y el contar con “un sistema de apoyo que te permita soñar y te sostenga", han sido la clave.
“Yo nunca tuve un sueño como estos. Lo que yo soñaba era alcanzar mi máximo potencial en lo que me gustaba hacer pero nunca le puse nombre, apellidos o techo, y creo que eso fue lo que me permitió llegar tan lejos, silenciar el ruido que hay por fuera y dejar atrás las expectativas ajenas”.
Durán también agradece el apoyo de personas como Maricel Saenz, fundadora de la empresa Compound Foods, ubicada en San Francisco, California, que fue quien le permitió investigar en Estados Unidos por primera vez.
Si bien Durán reconoce que llegar a donde está le tomó una cantidad “excesiva de trabajo y esfuerzo”, ahora puede ver como el éxito va “más allá”:
“El éxito académico es demasiado aplaudido pero hay otros tipos de éxito que pasan desapercibidos. Entre esos están el ser valiente y elegir ser uno mismo, el hacer la comunidad que jamás hubiésemos sido capaces de crear o un día dejar la presión social y decidir quedarse en la casa para darle un descanso al cuerpo. También es éxito terminar una relación o amistad que es tóxica, salir a la calle a hacer lo que nos hace felices o leer un libro que nos cambie la vida. Hay demasiados éxitos que tal vez no son tan reconocidos y admirados por millones de personas pero que llevan el mismo peso y felicidad. Es importante no confundirse y creer que la felicidad está en alcanzar solo un tipo de éxito: una carta de aceptación no es la felicidad, la felicidad es luchar por algo que sentimos que es para nosotros y eso solo llega poniéndole mucha atención a la vida y al destino, haciendo lo que nos hace felices y rodeándonos de personas que nos dan claridad y apoyo para ello”.
El doctorado de Durán en el MIT durará cinco años, aproximadamente, y en él la tica recibirá clases en Biología Sintética, Molecular e Inmunología, así como otras áreas de ciencia avanzada.
Luego avanzará a cuatro años de investigación en los que, nos cuenta, trabajará en ingeniar células del sistema inmune para tratar enfermedades.