El programa de becas de la Fundación Carolina es uno de los más famosos de Europa.
Esta organización otorga, desde el año 2000, becas a estudiantes latinoamericanos para que se vayan a estudiar a España, con el fin de fomentar las relaciones culturales y la cooperación educativa y científica entre los 22 países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
La fundación, que tiene un carácter público-privado, trabaja con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y con contribuciones de las empresas que integran su patronato.
La de este 2025 es la vigésimo quinta edición del programa y en ella se ofertan 735 becas para estudiantes latinoamericanos, quienes pueden aplicar a 198 programas académicos de todas las áreas de estudio y en centros universitarios distribuidos por toda España. La oferta incluye becas para posgrados, para doctorados, para estancias cortas posdoctorales, para movilidad de profesorado y para estudios institucionales.
En estos 25 años, la fundación estima haber becado a más de 20 mil estudiantes y uno de ellos es el costarricense y licenciado en Cine y Televisión, Daniel Aguilar, con quien El Financiero conversó para detallar cómo es el proceso:
“La experiencia fue un absoluto abrir del conocimiento. Uno sale de la universidad con muchos sueños pero en un programa como este entendés muchísimo más allá. En mi caso hasta me preparó para el desafío de tener una empresa. Además, un programa de este tipo abre una puerta enorme de capital social pues hay muchísima gente y opciones de networking”.
¿Cómo es el proceso para concursar por estas becas? Aguilar lo detalla: tome nota.

Hasta el 12 de marzo
La Fundación Carolina tiene suscritos 211 convenios con instituciones académicas iberoamericanas, lo que quiere decir que la oferta incluye opciones en ciencias sociales, ingenierías, ciencias básicas, arte y más.
Por eso, y según Aguilar, el primer paso es “tomarse el tiempo para ver cada programa y leer todas las opciones", los requisitos y los beneficios que ofrecen ”porque no todos son iguales":
“Cada programa tiene diferentes beneficios. En mi caso, me dieron un porcentaje de la colegiatura, los tiquetes de avión y un apoyo mensual para manutención. Uno debe buscar bien el que más se ajuste a lo que uno necesita".
La solicitud se hace en línea y para esta edición hay tiempo hasta el próximo miércoles 12 de marzo.
Aguilar contó que el usuario debe registrarse y abrir un perfil en el cual escogerá el programa a concursar, agregará sus datos personales y responderá preguntas sobre “por qué creés que necesitás esta beca, que detallés tres logros de los que te sentís orgulloso y que digás cómo podés aportar vos con el programa, para mejorar o ayudar a tu comunidad o país“.
“La beca de Comunicación e Industrias Creativas a mí se me complementaba muy bien con lo que yo estaba haciendo en ese momento, que era el desarrollo Enso Films, mi productora. Yo quería el máster para hacer crecer el negocio y de esta manera darle empleo a colegas. Eso fue lo que les gustó y por lo que me eligieron”, agregó.
Posterior al envío del formulario, Aguilar recibió un correo que le indicaba que estaba preseleccionado y le convocaba a una entrevista que se realizó aproximadamente un mes después.
“Luego de la entrevista pasaron un par de semanas y me dijeron que estaba seleccionado y que tenía que hacer el pago de la parte de la matrícula que le corresponde al estudiante para aceptar la oferta. Lo hice y volé el 2 de octubre de ese año”.

Una vez en España
Previo a salir de Costa Rica, el becario debe adquirir una visa de estudio para España, un trámite que se realiza en la embajada de ese país aquí y cuyo proceso tarda un par de semanas, por lo que lo recomendable es empezarlo con tiempo.
Además, y una vez allá, el estudiante deberá obtener su Número de Identificación de Extranjero (NIE) en la Oficina de Extranjería Española y para eso la visa es indispensable.
Aguilar afirmó que “la diferencia de irse con Fundación Carolina es el seguimiento que te dan durante todo el proceso: todo el tiempo tenés a alguien a quien contactar y también te ayudan con los trámites legales y con la cuenta del banco que es donde te depositarán la beca. Eso hace que todo sea mucho más fácil“.
La fundación también cuenta con una red de sus becarios y pone en contacto a los participantes de cada año: “así fue como yo di con Ingrid, una mexicana que ganó la misma beca que yo, y así fue como buscamos piso y terminamos viviendo juntos”.
“La clave no es perder el miedo a aplicar: yo apliqué aún con miedo. Cuando apliqué, yo juré que no lo iba a ganar y si bien ese no suena como el mejor mensaje para dar, es importante porque lo que quiere decir es que cuando uno menos se lo espera, las cosas se dan. En procesos como estos no hay nada que perder, solo un par de minutos de tiempo invertido aplicando, y la posibilidad de ganar hasta el doble o el triple”, finalizó el costarricense.
