La Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) mantuvo sus tasas de interés de referencia este miércoles 29 de enero, sin ceder a las presiones del presidente Donald Trump para continuar reduciendo el costo del dinero.
En su primera decisión de política monetaria desde la asunción de Trump el 20 de enero, los directivos de la Fed votaron por unanimidad mantener las tasas entre 4,25% y 4,50%, señaló el banco central en una declaración al término de dos días de reunión.
“La tasa de desempleo se estabilizó en un nivel bajo en los últimos meses, y las condiciones del mercado laboral se mantienen sólidas”, justificó.
En su primera semana en el puesto, Trump presionó a la institución, independiente del poder político, al “exigir” el jueves pasado que “las tasas de interés bajen inmediatamente”.
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También consideró normal que los directivos de la Fed lo escuchen. “Conozco mejor las tasas de interés de que lo que ellos las entienden”, lanzó.
“Pienso que conozco (el tema) mucho mejor que el principal responsable” del organismo, dijo en referencia al presidente del banco central, Jerome Powell, a quien no mencionó.
Trump fue quien nombró a Powell en 2017 al frente de la Fed, un organismo al que los presidentes no suelen criticar.
“Los dejaré trabajar pero si no estoy de acuerdo, lo haré saber”, enfatizó Trump.
El presidente propone candidatos para los puestos más altos de la Fed pero no tiene la potestad de terminar antes sus mandatos, como forma de preservar la independencia del organismo del poder político.
Economía sólida
La economía está sólida, el mercado laboral también y la inflación está en vías de ser contenida aunque aún no baja a la meta de 2%, todas razones para que la Fed espere antes de un nuevo recorte.
La Fed, por otra parte, espera a ver si las promesas de campaña de Trump se concretan, para poder juzgar su impacto en la vida de los estadounidenses.
Para Mark Zandi, de Moody’s, “la Fed no se moverá hasta no tener más certeza sober las políticas económicas del gobierno de Trump”.
“Es realmente difícil saber lo que hará el presidente, cuándo y cómo”, añadió el economista a la AFP.
El republicano se comprometió durante la campaña electoral a aumentar el poder adquisitivo de los estadounidenses tras varios años de alta inflación.
También prometió medidas que para muchos expertos impulsarán las subidas de precios, como los aranceles a productos que ingresan a Estados Unidos, así como recortes de impuestos y expulsiones masivas de inmigrantes ilegales que reducirán la mano de obra disponible.
Las tasas se ubican en 4,25-4,50%, tras estar más de un año entre 5,25-5,50%, en un intento para contener la fuerte inflación postcovid.
Tasas altas encarecen el crédito y con ello desalientan el consumo y la inversión, y reducen así presiones sobre los precios. Pero también limitan la dinámica económica.