Los acuerdos políticos que dieron a Javier Milei su primera victoria parlamentaria pese a ser minoría en el Congreso pueden disolverse ante la nueva etapa que afronta el presidente ultraliberal, urgido por mostrar gobernabilidad en una Argentina en crisis económica, advirtieron analistas.
"La sanción de la Ley Bases ha sido importante, pero es sólo un paso en un proceso que enfrentará nuevas dificultades en materia de gobernabilidad", comentó a la AFP el analista político Rosendo Fraga.
Contra todo pronóstico teniendo en cuenta los pocos legisladores con los que cuenta en cada cámara del Congreso, Milei pudo aprobar su primer paquete de reformas para liberalizar la economía, algo que celebró como "un hito histórico y monumental".
Lo logró tras un tortuoso trámite legislativo que consumió un semestre, tuvo un fiasco en febrero y lo obligó a sacrificar más de la mitad de los 600 artículos que contenía su proyecto inicial.
El de Milei estuvo cerca de ser el primer gobierno democrático argentino que terminaba su primer semestre sin haber obtenido la sanción de una ley.
"Esto se explica por su incapacidad para generar una coalición política y organizar un partido oficialista", señaló Fraga, quien avizora una tormenta legislativa en el Senado, donde la oposición peronista (centro-izquierda) es más fuerte.
La Cámara Alta debe abordar las próximas semanas un proyecto para modificar el índice de cálculo de aumentos de jubilaciones en favor de los beneficiarios y en contra de los objetivos fiscales de Milei.
Los diputados ya aprobaron el proyecto con el apoyo de 160 de los 257 legisladores, en un inédito "scrum" de la oposición junto a legisladores usualmente más afines al gobierno que este viernes le facilitaron a Milei la aprobación de la Ley Bases.
"Es un cambio central en cuanto a las mayorías parlamentarias", advirtió Fraga.
El propio Milei reaccionó en proporción a la relevancia del hecho.
"Que voten lo que quieran, les voy a vetar todo, me importa tres carajos", les advirtió semanas atrás en un discurso ante empresarios, en el que dijo estar dispuesto a gobernar "a puro veto" contra un Congreso al que llamó "nido de ratas".
Pero luego los legisladores le concedieron al presidente la delegación de facultades extraordinarias por un año, el aumento de impuestos, la flexibilización de leyes laborales, un polémico marco de incentivos a las inversiones por 30 años y la venia para avanzar en la privatización de una decena de empresas públicas.
"Frente a los agravios, fingimos demencia", se justificó el jefe de diputados de la aliada Unión Cívica Radical, Rodrigo de Loredo, al votar a favor.
Éxito con límites
La Ley Bases "definitivamente es un éxito para un gobierno con 10% de las bancas que logra una ley tan ambiciosa", opinó Juan Negri, director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires.
Pero conseguido el objetivo, "entramos en un momento en el cual al gobierno se le van a empezar a pedir resultados", dijo.
El telón de fondo es una recesión económica con aumento del desempleo y de la pobreza que ya afecta a la mitad de la población, inflación al 280% interanual en mayo y un horizonte con aumentos de impuestos a los salarios introducido en el paquete fiscal que aprobó el Congreso.
Así, el límite para las frágiles alianzas políticas del presidente parece anidar en la paciencia de la gente, que aún sigue dándole a Milei un voto de confianza, según sondeos.
"Si el gobierno empieza a perder popularidad, la oposición dialoguista va a empezar a mostrar mucha más resistencia", evaluó Negri.
Gabriel Vommaro, director de la maestría en Sociología Política de la Universidad Nacional de San Martín, estimó que "la gran duda de ahora en más es si, terminada esta instancia de darle las reformas, puede empezar un momento de tensión política".
El analista político Carlos Germano, director de la consultora Germano y Asociados, consideró que se trata de un momento bisagra. "Acá hay un límite, a partir de ahora empieza un escenario político completamente diferente".
“Milei tendrá que ser mucho más presidente de la República, dejar de potenciar al personaje que le permitió llegar hasta acá”, dijo al vaticinar que “esa oposición dialoguista, para no diluirse, tendrá que cambiar abruptamente lo que vino haciendo hasta ahora”.