El expresidente socialista François Hollande anunció este sábado que será candidato a las elecciones legislativas en Francia que su sucesor centrista Emmanuel Macron convocó a raíz de la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos.
El exmandatario concurrirá por la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular, pese a ser una de las voces más críticas de la anterior alianza de 2022, liderada entonces por el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI).
Hollande, de 69 años y a quien gran parte de este sector considera responsable de la victoria de Macron en 2017, apoyó el jueves la nueva coalición para frenar a una extrema derecha en posición de fuerza en los sondeos.
“Tomé esta decisión porque estimo que la situación es grave”, dijo este sábado a la prensa en su bastión de Tulle, en el centro de Francia. La extrema derecha “nunca ha estado tan cerca de llegar al poder”, advirtió.
Hollande será candidato por la primera circunscripción de Corrèze, que incluye Tulle y que ya ocupó entre 1988 a 1993 y de 1997 a 2012, una decisión que el Partido Socialista atribuyó a su federación local.
El socialista no es el primer expresidente en presentarse a las legislativas. En 1984, el centrista Valéry Giscard d’Estaing fue elegido diputado, tres años después de perder la presidencia frente al socialista François Mitterrand.
Macron conmocionó a Francia al adelantar las legislativas previstas en 2027 al 30 de junio y 7 de julio próximos, apenas una hora después de la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos el domingo.
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Según un sondeo reciente de Cluster 17, la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) obtendría un 29,5% de intención de voto, seguida del Nuevo Frente Popular con un 28,5% y de la alianza centrista de Macron con un 18%.
Miles de personas se manifiestan en Francia contra la extrema derecha
Decenas de miles de personas se manifestaron este sábado contra la perspectiva de una llegada de la extrema derecha al poder en Francia, en plena crisis política por el inesperado adelanto de las elecciones legislativas.
“Yo pensaba que nunca vería a la extrema derecha llegar al poder, pero ahora puede ocurrir”, aseguró con miedo Florence David, una mujer de 60 años, al inicio de la manifestación en París.
Los analistas políticos consideraron esta decisión como una “apuesta arriesgada” en un contexto de auge de la extrema derecha en Europa, donde Francia es uno de los principales apoyos de Ucrania en la ofensiva contra Rusia.
Ante una nueva posible victoria del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que en las elecciones europeas se impuso en el 93% de los municipios franceses, cinco sindicatos llamaron a manifestarse este fin de semana.
“Es un momento histórico. Nuestra democracia se acerca a un punto de inflexion”, advirtió la líder del sindicato moderado CFDT, Marylise Léon.
El “temor” al RN adoptó diferentes formas en la marcha en París: defensa de la democracia, de los derechos de los extranjeros, del colectivo LGTBI+.
Las manifestaciones recuerdan a las del 1º de mayo de 2002, cuando casi un millón de personas salieron a la calle contra el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, después de que lograra pasar al balotaje de la presidencial.
Pero desde entonces, su hija Marine Le Pen ha logrado moderar la imagen de aquel Frente Nacional, rebautizado RN, y las autoridades esperan hasta 350.000 personas en las calles este fin de semana, de las cuales 100.000 en París este sábado.
“En 2002 fue un movimiento saludable de rabia y miedo. Ahora nos hemos acostumbrado [a la ultraderecha]. No es bueno”, advirtió Alice Ribière, una profesora de 39 años que manifestó en Niza, en el sureste de Francia.
“Purgas” en la izquierda
RN obtendría un 29,5% de intención de voto, según un sondeo de Cluster17 publicado el viernes, que sitúa como su principal rival a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (28,5%).
La alianza centrista del presidente Macron llega en tercera posición (18%), en un contexto de deterioro de la imagen del mandatario y de su primer ministro Gabriel Attal, según otra encuesta de Elabe.
El sismo político generado por el adelanto electoral, que ya dividió al partido conservador Los Republicanos (LR) por la propuesta de su líder de pactar con la ultraderecha, también golpeó a la izquierda.
La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) indignó a sus socios socialistas, ecologistas y comunistas del Nuevo Frente Popular, al apartar de los comicios a cinco diputados salientes críticos con su líder Jean-Luc Mélenchon.
Entre los afectados se encuentran los mediáticos diputados Danielle Simonnet, Raquel Garrido -hija de exiliados chilenos- y Alexis Corbière, quienes fueron remplazados por LFI por otros candidatos menos conocidos.
Los tres concurrirán de todas formas a los comicios. “Hay que apoyar a los ‘purgados’”, dijo François Ruffin, que suena como la alternativa a Mélenchon en la presidencial de 2027.
Otro de los aspectos que incendió la flamante coalición fue que LFI invistiera como candidato a Adrien Quatennens, diputado próximo a Mélenchon, pese a su condena en 2022 por violencia conyugal.
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Y la candidatura del expresidente socialista François Hollande en las legislativas podría tensar más la coalición.
Los franceses escogen a 577 diputados de la Asamblea Nacional en otras tantas circunscripciones con un sistema uninominal a dos vueltas. Las fuerzas de izquierda se repartieron las diferentes circunscripciones.
Los comicios no afectan a Macron, cuyo segundo mandato como presidente termina en 2027, pero podría tener que compartir el poder con un gobierno de otro color político.