En la disputa tecnológica entre Estados Unidos y China, los semiconductores son más que un producto industrial: representan un activo estratégico para el desarrollo económico, militar y científico.
El uso de chips de inteligencia artificial, diseñados para manejar enormes volúmenes de datos y alimentar sistemas complejos, eleva el interés de los gobiernos en controlar su producción y venta.
En este escenario, las decisiones comerciales de las empresas estadounidenses están sujetas a un escrutinio constante.
En medio de este clima de vigilancia y competencia, dos de los mayores fabricantes de chips para IA de Estados Unidos se encuentran en el centro de un acuerdo.
El gigante estadounidense de microprocesadores Nvidia aceptó pagar al gobierno de Estados Unidos el 15% de sus ingresos provenientes de la venta de chips especializados en inteligencia artificial (IA) a China, confirmó el lunes Donald Trump.

Según medios estadounidenses, el mismo acuerdo afecta a su competidor nacional AMD, otro gigante del sector que está en el centro de una batalla tecnológica entre Estados Unidos y China.
¿Por qué son tan importantes estos chips avanzados?
Los chips implicados son los modelos “H20” de Nvidia y “MI308” de AMD.
Sobre Nvidia, “les dije (...), quiero que paguen algo a nuestro país, porque les concedo una exención”, declaró el presidente de Estados Unidos a periodistas en la Casa Blanca.
Las dos compañías con sede en California desarrollaron estos chips avanzados —aunque menos potentes que sus modelos estrella— específicamente para el mercado chino con el fin de eludir las restricciones estadounidenses instauradas desde 2022, pero su exportación también había sido suspendida.
Se trata de un tipo de procesadores gráficos considerados esenciales porque son “aceleradores” de IA, ofreciendo una potencia de cálculo indispensable para ejecutar tareas exigentes, indicó a AFP Dylan Loh, profesor adjunto de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
“Evidentemente, es una herramienta clave para responder a las demandas insaciables de países y empresas que están construyendo sus herramientas de IA,” añadió Loh.
Inicialmente, la exportación de estos sofisticados chips a China estuvo sujeta a restricciones de Estados Unidos bajo la presidencia de Joe Biden, por razones de seguridad nacional. Luego, Donald Trump adoptó nuevas medidas restrictivas, incluyendo incentivos para la relocalización.
En abril, los dos fabricantes estadounidenses de chips advirtieron sobre las graves consecuencias financieras de estas medidas. Nvidia estimó en $5.500 millones el costo para la empresa de estas restricciones, mientras que AMD preveía que esto podría restarle unos $800 millones de sus resultados.
¿Por qué es controvertida la venta a China?
Nvidia, al igual que otras empresas estadounidenses de chips, ha presionado a la administración estadounidense para levantar estas restricciones.
Esta iniciativa parecer haber funcionado, porque en julio Nvidia anunció obtener la autorización de Washington para reanudar la venta de sus chips H20 en China.
Este cambio de política “ha suscitado interrogantes,” señaló Loh a AFP.
“Estos chips y muchos otros tienen por naturaleza un uso dual, lo que significa que pueden ser utilizados (por los chinos) para mejorar sus capacidades militares de diversas maneras,” explicó.
Esto incluye el posible uso de estos chips por parte de las fuerzas estadounidenses en caso de conflicto, destacó por su parte Chong Ja Ian, profesor asociado de la Universidad Nacional de Singapur.
Mientras defiende el cambio de política, el responsable de IA del presidente estadounidense Donald Trump, David Sacks, aseguró a CNBC que el H20 era un “chip obsoleto”.
También indicó que Washington había revisado su posición porque el rival chino de Nvidia, Huawei, estaba haciendo “enormes avances” y podría amenazar el dominio de Nvidia en el mercado.
El acuerdo sobre la transferencia de beneficios es “sin precedentes,” declaró sin embargo Chong.
No obstante, no todos los obstáculos han desaparecido para los fabricantes estadounidenses del sector: legisladores estadounidenses han propuesto obligar a Nvidia y a otros fabricantes de chips especializados en IA avanzada a incluir capacidades de localización en sus productos.
Por su parte, Donald Trump exigió la dimisión “inmediata” del nuevo director de Intel, otro fabricante de chips estadounidense, después de que un senador republicano manifestara inquietudes en materia de seguridad nacional debido a sus vínculos con empresas en China.
¿Qué dice China?
Mientras tanto, China busca aumentar su autosuficiencia en el ámbito de los chips.
La propia Nvidia enfrenta una creciente desconfianza en el gigante asiático, ya que los medios estatales calificaron el domingo los chips H20 de “poco seguros”.
“La decisión del gobierno estadounidense de permitir que Nvidia exporte su chip H20 a China genera inevitablemente preocupaciones,” informó Yuyuan Tantian, una cuenta de red social afiliada a la televisión pública CCTV.
“No es un chip seguro para China, no es avanzado y no es respetuoso con el medioambiente,” añadió esta misma fuente en un artículo en la plataforma WeChat.
En julio, el principal regulador de Internet de Pekín convocó a representantes de Nvidia para pedirle explicaciones sobre lo que consideraba “graves problemas de seguridad” relacionados con los chips H20.
El gigante estadounidense aseguró de inmediato que sus chips no contenían ninguna supuesta “puerta trasera” que permita controlarlos de forma remota.