Más de 160 obreros chinos fueron rescatados “en condiciones análogas a la esclavitud” en la obra de construcción de una fábrica del gigante de autos eléctricos BYD en Brasil, informaron las autoridades locales.
La filial brasileña del fabricante automotriz chino, BYD Auto do Brasil, anunció la noche del lunes 23 de diciembre en un comunicado que rescindió “con efecto inmediato” el contrato de la empresa tercerizada responsable de la obra, Jinjiang Construction Brazil Ltda.
La obra en cuestión se encuentra en Camaçari, estado de Bahía (noreste), donde se está construyendo la mayor fábrica de autos eléctricos de BYD fuera de Asia.
Los trabajos fueron suspendidos en una parte de la obra, por orden del Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Bahía.
Dicho ministerio ha llevado a cabo desde noviembre, junto con otros organismos públicos, controles que permitieron identificar a “163 obreros que se encontraban en condiciones análogas a la esclavitud en la empresa tercerizada Jinjiang, prestadora de servicios para BYD”.
Un portavoz del MPT precisó el martes a la AFP que todos los operarios rescatados son de nacionalidad china.
El MPT denunció en un comunicado “una situación alarmante de precariedad”, con “condiciones de trabajo degradantes” para los obreros.
En uno de los alojamientos para los trabajadores, éstos “dormían en camas sin colchones y no tenían armarios para guardar sus pertenencias personales, que estaban mezcladas con los alimentos”, detalló el comunicado.
El MPT reportó “una situación sanitaria particularmente crítica, con apenas un baño para 31 trabajadores, lo que los obligaba a despertarse a las 4 de la mañana para hacer fila con el fin de prepararse antes de ir al trabajo”.
Una vez en la obra, “los trabajadores estaban expuestos a una intensa radiación solar” y presentaban “signos claros de problemas en la piel”.
El MPT también informó sobre sospechas de “trabajo forzado”, ya que a los obreros provenientes de China “les confiscaron sus pasaportes” y su empleador “retenía el 60% de su salario”, mientras que “recibían el otro 40% en moneda china”.
Próximamente se celebrará una audiencia “para que BYD y Jinjiang puedan presentar las medidas necesarias para garantizar condiciones mínimas de alojamiento y la regularización de las (infracciones) detectadas”.
BYD Auto do Brasil aseguró que “no tolera la falta de respeto (...) a la dignidad humana” y dijo haber “trasladado a los 163 trabajadores a hoteles de la región”.