EscucharEl aeropuerto londinense de Heathrow está “plenamente operativo” este sábado 22 de marzo, aunque hay retrasos y cancelaciones, un día después de que un incendio en una central eléctrica obligó a cerrar el mayor aeropuerto de Europa y provocó el caos en el transporte aéreo mundial.
Heathrow, uno de los aeropuertos más transitados del mundo, tuvo que cerrar la mayor parte del viernes debido a un corte de electricidad provocado por un incendio durante la noche en la estación transformadora de electricidad de Hayes, al oeste de Londres, que da suministro a la zona.
El cierre de Heathrow, con vuelos regulares a 80 países del mundo, provocó una cadena de perturbaciones en el tráfico aéreo global, ya que numerosos vuelos tuvieron que ser cancelados o desviados.
“Podemos confirmar que Heathrow está abierto y plenamente operativo hoy”, afirmó el portavoz el sábado por la mañana.
“Los equipos del aeropuerto siguen haciendo todo lo posible para ayudar a los pasajeros afectados por el apagón de ayer en una subestación eléctrica fuera del aeropuerto”, agregó.
Unos 1.350 vuelos se vieron afectados por el cierre del viernes, según la página web Flightradar24.
El secretario de Estado de Energía, Ed Miliband, ordenó al Operador Nacional del Sistema Energético, que gestiona la red eléctrica, investigar “con urgencia” el incidente.
“El gobierno está determinado a hacer todo lo posible para evitar que se repita lo ocurrido”, declaró en un comunicado.
El sábado se prevén retrasos y cancelaciones antes de que el servicio retome la normalidad.
“Tenemos cientos de empleados adicionales en nuestras terminales y hemos añadido vuelos a la programación de hoy para facilitar el paso por el aeropuerto de 10.000 pasajeros más”, declaró el portavoz. Y aconsejó a los viajeros que “consulten con su compañía aérea” la información más reciente sobre su vuelo.
British Airways, la mayor aerolínea que opera en Heathrow, espera que puedan volar el sábado el “85%” de sus vuelos programados.
British Airways suele tener unos 600 vuelos con salida y llegada a este aeropuerto los sábados.
Reanudar las operaciones “después de un incidente tan significativo es extremadamente complejo”, explicó la aerolínea. “Es probable que todos los clientes que viajen experimenten retrasos”, advirtió.
Más de 200.000 afectados
El viernes, más de 100.000 clientes de British Airways se vieron concernidos por el cierre del aeropuerto. En total, al menos 200.000 personas fueron afectadas.
Los pasajeros que lograron embarcarse este sábado expresaron su alegría de poder volar.
“Me siento afortunada. Parece que todo transcurre sin incidentes”, declaró Claire Montgomery, una mujer de 45 años, cuyo vuelo para retornar a Austin, en Texas, Estados Unidos, está previsto a la hora.
Sagar Sagh, gerente de un restaurante, espera desde hace horas para abordar un vuelo hacia Bombay, en India, después de una cancelación.
“Fue tan caótico y estresante”, relató a la AFP.
Unos 230.000 pasajeros utilizan Heathrow cada día, con un total de 83 millones al año, lo que lo convierte en uno de los aeropuertos más transitados del mundo y el primero de Europa.
La magnitud de la perturbación planteó interrogantes sobre la vulnerabilidad de una de las infraestructuras de transporte más importantes del Reino Unido.
Los bomberos afirmaron que la causa del incendio, declarado el jueves por la noche, “no parecía sospechosa” y que la investigación se centrará “en los equipos de distribución eléctrica”.
Previamente, la Policía Metropolitana de Londres anunció que su unidad antiterrorista encabezaba la investigación sobre el incendio dadas sus repercusiones, pero que por el momento no había indicios de intención criminal.
Bajo el epígrafe “caos”, varios periódicos británicos se preguntaban en sus portadas el sábado cómo pudo ocurrir semejante incidente.
El director del aeropuerto, Thomas Woldbye, pidió disculpas por “las molestias” causadas a los viajeros, y aseguró que un incidente “de tal envergadura” no tenía “precedentes”.
El aeropuerto dispone de varias fuentes de electricidad y de generadores de emergencia. Pero estos sistemas no están diseñados para garantizar el pleno funcionamiento de la infraestructura, según su operador.
