La empresa estadounidense de pruebas genéticas 23andMe se declaró en quiebra y busca comprador, tras rechazar una oferta de compra de su dimisionaria consejera delegada, anunció en un comunicado.
23andMe, que ofrece una prueba de saliva por correo para determinar la ascendencia y/o ciertos rasgos genéticos relacionados con la salud por menos de $200, anunció el domingo una suspensión de pagos ante un tribunal de quiebras de Misuri.
La empresa afirmó que tiene intención de seguir operando con normalidad durante el proceso de venta. Además, no habrá cambios en términos de almacenamiento o protección de datos de los clientes, aseguró.
23andMe recuerda que rechazó una oferta de compra de su cofundadora y consejera delegada, Anne Wojcicki, que dimitió de su cargo pero permanecerá en el consejo de administración de la compañía, detalló comunicado.
“Aunque me decepciona haber llegado a esta conclusión y que mi oferta haya sido rechazada, apoyo a la empresa y tengo intención de presentarme como candidata [a su adquisición]”, escribió Wojciki en su cuenta de X.
Wojciki ofreció a principios de marzo recomprar las acciones en circulación por 0,41 dólares por título, una reducción del 84% respecto a la oferta del mes anterior.

23andMe, que afirma tener 15 millones de clientes, ha visto caer sus ventas en los últimos meses y también se enfrenta a un cargo de $30 millones vinculado a la resolución de una demanda colectiva tras un incidente cibernético en 2023.
Ante sus dificultades, 23andMe anunció en noviembre el despido del 40% de su plantilla, es decir, 200 personas. También suspendió sus programas de investigación.
El fiscal general de California, Rob Bonta, recordó el viernes a los consumidores de 23andMe “su derecho a exigir la eliminación de sus datos genéticos en virtud de la Ley de Protección de Datos Genéticos y la Ley de Protección del Consumidor de California”.