La voz del empresario más adinerado del mundo, el mexicano Carlos Slim, revivió una discusión vieja en Costa Rica ¿cómo funcionaría en el país la jornada laboral comprimida?
Durante su participación en conferencias de Ginebra, Suiza, en diciembre de 2013, y más recientemente en Paraguay, en julio pasado, Slim sugirió que se trabaje tres días a la semana en jornadas de 11 horas, retrasando la edad de jubilación.
Los cambios en la jornada laboral se discuten formalmente en Costa Rica desde 2003 y el intercambio de opiniones se mantiene en la actualidad, aunque la legislación actual no permite su implementación generalizada.
Apenas en julio pasado, en el marco del I Congreso de Política Industrial, organizado por la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), esta cámara solicitó al Gobierno que aplique medidas para flexibilizar la jornada y se conocen casos de empresas que aplican horarios personalizados en diferentes áreas, previo acuerdo con sus colaboradores.
Argumento de Slim
El mexicano considera que comprimir el trabajo en tres días a la semana ayudaría a combatir el desempleo, mientras los trabajadores tendrían más tiempo libre, lo que a su vez impulsaría la creación de más fuentes de trabajo, en las actividades de recreación y tiempo libre (porque la gente tendría más tiempo para divertirse y consumir).
“Esto quiere decir que las personas ya no se van a jubilar a los 50 o 60 años como establecen los contratos colectivos. En el futuro, las personas van a tener que trabajar más años, hasta los 70 o 75, pero solamente tres días a la semana, quizás 11 horas por día”, explicó Slim, según cita la agencia de noticias AFP.
En Costa Rica
Andrea Flores, abogada asociada del bufete Arias&Muñoz y especialista en derecho laboral, explica que “aunque dicha práctica se da en la realidad costarricense, se considera fuera del marco legal pues, a la fecha, la legislación laboral nacional no permite jornadas de esa naturaleza”.
Según un estudio de la CICR, unas 30 empresas usan esquemas flexibles en diferentes puestos, entre ellas Intel, Walmart y HP.
José Salas, asesor de la Comisión de Desarrollo de Capital Humano de la CICR, señala las principales modificaciones legales necesarias:
* Permitir la jornada laboral de 12 horas diarias, sin alterar el tope por semana.
* Garantizar que el trabajador reciba el mismo salario anual.
* Permitir el banco de horas anual, para que el trabajador pueda laborar seis horas en las de baja producción, y hasta 10 horas en las de máxima producción, con el mismo salario siempre.
Precisamente, el respeto a los derechos de los trabajadores y las dudas sobre la productividad de las jornadas largas, son los puntos en contra del proyecto.
El coach Jack Raifer rechaza la iniciativa citando la economía conductual y la neurociencia, según las cuales, “en el mejor de los casos, tenemos de cuatro a seis horas en las que nuestras habilidades cognitivas están en su mejor punto, por lo que un día laboral más largo bajaría nuestro rendimiento”.
Para Raifer, la falta de actividad en los cuatro días libres podría impulsar a la búsqueda de un segundo trabajo, lo que eliminaría la razón de ser del modelo.