La inteligencia artificial y la hiperconectividad están ascendiendo rápidamente en las organizaciones. Se iniciaron con procesos programados y tareas repetitivas, pero ahora aumentaron sus capacidades, asumen procesos más complejos y se vuelven atractivos.
Las compañías se están preparando, revisan las posiciones para esta nueva fuerza laboral y diseñan nuevos contratos personas-robots.
Los robots están ascendiendo. Entonces, ¿qué estamos haciendo los humanos para competir?
Tiempo atrás, la ciencia ficción presentó, entre otros, a C3PO y Optimus Prime, reveló sus habilidades y en algunos casos, su potencial amenaza. Baxter y Sawyer superaron la imaginación y trabajan en las fábricas. Para el 2018, según la Federación Internacional de Robótica, 1,3 millones de robots estarán instalados y reemplazarán hasta el 85% de los empleos de manufactura en varios países.
Actualmente, las “plataformas inteligentes” Amelia, Watson y Ross, menos robóticas y más “agentes cognitivos”, preparan su currículum.
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Amelia está inspirada en el cerebro humano: aprende mientras trabaja, domina manuales difíciles en minutos y puede interactuar con humanos en diferentes situaciones. Domina más de 20 idiomas, no duerme, trabaja en entornos exigentes con alta productividad, mantiene una excelente relación con la jefatura y no renunciará.
Estas “plataformas” son candidatas perfectas para trabajar en mesas de ayuda de tecnología, centros de llamadas, centros de soporte y servicios, apoyo a las operaciones financieras, centros de diagnóstico médico, despachos de abogados y, seguramente, en su empresa.
¿Cómo manejar la ecuación? Existe un intenso debate en torno al resultado de la ecuación de trabajos perdidos por la tecnología y ganados con las innovaciones y capacitación. Se crearán más puestos y de mayor valor, aseveran algunos estudios.
Otra línea dice que el impacto neto será devastador: los empleos requeridos por la revolución digital son mínimos y millones de puestos serán desplazados.
En lo que coinciden, de manera clave, ambos grupos, es el cambio profundo que tendrán las ocupaciones. Se estima que el 65% de los niños que tienen hoy entre seis y nueve años, trabajará en puestos que hoy no existen.
Por esto, para contar con un espacio en el mundo laboral del futuro se requieren ajustes importantes en habilidades y conocimientos.
Existen algunos elementos vitales para no quedar fuera:
Profesiones híbridas
Muchas ocupaciones que hasta hoy son básicamente técnicas muestran una alta demanda de competencias creativas e interpersonales. De igual forma, profesiones sociales y artísticas requerirán fuertes habilidades numéricas, manejo de datos y sistemas.
Especialistas en marketing requieren experiencia en sistemas; los sicólogos con conocimientos de marketing y estadística son altamente demandados. Muchas academias ya están ofreciendo “carreras cortas” para desarrollar personal híbrido. Las empresas los están buscando.
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CTIM+A
Alrededor del globo, la planificación educativa está orbitando bajo la iniciativa CTIM+A, referida a las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemática y Arte. En varios países, los escolares interactúan con robots en sus clases, aprenden lenguajes de programación y tienen una fuerte inmersión en medios digitales. Buscan una relación colaborativa.
Modelo de las 4C
El Foro Económico Mundial propone el modelo de las 4C: creatividad, colaboración, pensamiento crítico y comunicación, que detona la capacidad de resolver problemas y tomar decisiones, la inteligencia social, la capacidad de adaptación y la persuasión. Los rasgos humanos esenciales van a ser cotizados más que nunca en el mercado.
En el futuro, la flexibilidad, la colaboración y la virtualidad serán protagonistas. El empleo fijo, a tiempo completo y por años para una sola empresa será una víctima. Surgirá un mosaico de contratos, impulsados por el talento.
Además, no existirá estabilidad sino reto; la población creativamente activa impulsará los negocios y los ingresos.
El mundo seguirá moviéndose conectado y digitalizado, por lo que la sociedad, las empresas y las personas no pueden ser analógicas, deben intensificar su preparación para ganar la ecuación en el futuro.