Se dice que Einstein, Winston Churchill, JFK y da Vinci se tomaban una siesta por la tarde. Aunque estos “breaks” nos podrían conectar con la grandeza de los genios, es importante entender que hay maneras más intensas de descansar.
Un “power nap” es un sueño corto que termina antes del sueño profundo (sueño de onda lenta; SWS por sus siglas en inglés “Slow-Wave Sleep”); y que está destinado a revitalizar rápidamente a una persona. El término fue acuñado por James Maas, psicólogo social de la Universidad de de Cornell, autor del libro “Power Sleep”.
El “power nap”, cuya traducción literal al español podría ser “siesta energética”, está destinado a maximizar los beneficios del sueño en una corta cantidad de tiempo. Se usa para complementar el sueño normal, especialmente cuando se ha acumulado un déficit de sueño. Tiene beneficios psicológicos, puede proporcionar una manera fácil de relajarse y hasta de rejuvenecer.
En las cada vez más distendidas jornadas de teletrabajo, un “power nap” puede ser tan beneficioso como necesario. Pero debe tomarse antes de que empiece el sueño, no muy tarde en el día –porque podría afectar el sueño nocturno–, y algunos aconsejan hacerlo luego del almuerzo o incluso después de tomar un café (“napucchino”).
Hay diversas duraciones para un “power nap”. El más largo (30-40 minutos) suele entrar en sueño profundo (SWS), y según su intensidad, al despertar puede generar aturdimiento, desorientación e incluso la fatiga. En cambio, el “power nap” más corto puede restarurar el estado de alerta, el rendimiento, la capacidad de aprendizaje, e incluso revertir el daño causado por una noche de mal sueño. También surte efectos favorables en personas con jet-lag.
Existen numerosos estudios que analizan el funcionamiento y efectos del “power nap”. Uno de ellos, publicado en 2005 por académicos de la Universidad de Hiroshima, sostiene que los “power nap” diarios, inferiores a los 30 minutos, y que rara vez contienen SWS, han confirmado tener efectos positivos en el estado de alerta durante el día. En cambio, otros autores descubrieron que los “power nap” ultra breves (30-90 segundos) no tenían poder de recuperación; mientras que los de 10 minutos sí lo tenían.
Algunos de los defensores del “power nap” (20-30 minutos máximo), también consideran que el secreto para estar descansados durante el día es dormir bien por la noche. Una manera de hacerlo es eliminar todas las distracciones posibles: cerrar la laptop, celular o tablet; apagar la pantalla de la computadora, activar el modo “do not disturb”, entre otros.