He tenido el privilegio de trabajar con personas que hacen cosas extraordinarias: inventores, emprendedores, cineastas e incluso un maestro budista.
Son pioneros que rompen las normas, desafían los paradigmas y nos deleitan en nuevas formas. A pesar de sus enormes diferencias, tienen sorprendentes paralelos en lo que los vuelve exitosos. Específicamente, combinan su talento con un importante equilibrio de autoconfianza y colaboración.
En mis experiencias con líderes como Steve Jobs, de Apple; Ed Catmull y John Lasseter, de Pixar, y el maestro budista Segyu Rinpoche, vi reflejarse su confianza de diversas formas.
Primero, ellos viven de acuerdo con su visión, y tienen el valor de aferrarse a ella.
Mucho antes de que un largometraje animado en computadora fuera posible, Catmull y Lasseter estaban determinados a hacer uno. Muchos obstáculos los mantuvieron en el borde del fracaso por años, pero ellos perseveraron. Similarmente, Jobs nunca cedió en su sueño de que Apple se convirtiera en la siguiente gran empresa de electrónicos de consumo, incluso durante los 12 años que estuvo lejos de ella.
Asimismo, Rinpoche está profundamente comprometido a un propósito mayor: resucitar una tradición de meditación que eleva la alegría humana, al equilibrar los logros externos y la maestría interna.
LEA: Reevalúe todo su proceso de toma de decisiones.
Al mismo tiempo, estos pioneros se enfocan en los detalles.
Ellos creen que son los que mejor saben cómo deberían realizarse sus ideas, y no cederán hasta que sus elevados estándares se cumplan. Jobs era legendario por esto: él participaba en todo, desde la funcionalidad del producto hasta el diseño de su empaque. Yo vi a Lasseter llevar la misma atención a cada cuadro de las películas de Pixar, y Rinpoche considera que ningún detalle del ritual o práctica de la meditación es demasiado pequeño como para atenderlo.
Otro factor que magnifica la autoseguridad y la resolución de estos individuos es lo profundamente que conocen sus campos.
Jobs estudió y podía recitar la historia no solo de la industria de las computadoras, sino también de los electrónicos de consumo. Catmull ha dicho en muchas ocasiones que cualquier cineasta que quiera experimentar con la narración primero debe dominar la estructura de las historias tradicionales, y Rinpoche es una enciclopedia sobre los 2.500 años de historia de la meditación, habiendo estudiado con algunos de los mejores maestros del budismo tibetano durante más de 30 años.
Circulo cercano
Sin embargo, los líderes altamente exitosos también desafían las convenciones. Tienen una energía contagiosa y rebelde, y siempre están buscando romper barreras, luchar con la burocracia y cuestionar el statu quo . Su profundo conocimiento de la historia fortalece su confianza para hacer cambios.
Aunque estos aspectos de la confianza son necesarios para alcanzar la grandeza, su efecto colectivo puede salirse de control si no se refrena.
Por ejemplo, la arrogancia de Jobs fue culpada por las debacles con la Apple Lisa, la Macintosh original y la computadora NeXT, y la producción de Toy Story , de Pixar, se detuvo debido a problemas no resueltos con él guión.
Los líderes también necesitan un contrapeso: colaboración.
El desafío es que la autoconfianza, necesaria para empujar audazmente hacia adelante, conspira contra la necesidad de una mayor colaboración.
Personas como Jobs, Catmull, Lasseter y Rinpoche se sobreponen a esto de dos formas. Primero, se rodean con las personas adecuadas. El estándar es el talento, una magnífica capacidad de contribuir. La política y la antigüedad tienen poco lugar en esta consideración.
Pixar convirtió esto en un arte con su ahora famoso Brain Trust , el pequeño equipo de exitosos narradores, encargado de asistir a los directores para desarrollar sus películas. Jobs es famoso por tolerar solo a los mejores jugadores, y Rinpoche mantiene un círculo cercano de sus propios maestros y estudiantes seleccionados, que han aprendido con él por años.
Los líderes exitosos también escuchan ideas y críticas.
Esto no significa que cambiará su visión o sus opiniones, pero la colaboración exitosa implica que incluso los líderes confiados se mantengan abiertos a escuchar y evaluar lo que tienen para decir aquellas personas en las que confían, y resisten lo que suele ser la perdición de las grandes colaboraciones: el sesgo de confirmación, darle demasiado peso a opiniones que validen la propia.
Cuando estaba en su mejor momento, Jobs tenía un muy pequeño círculo de consejeros, cuidadosamente seleccionados y dejó de lado su terca intensidad para escuchar sus consejos.
Con una combinación inspiradora de maestría y humildad, Rinpoche se asoció con cuatro de sus estudiantes para fundar la Juniper Foundation, buscando alcanzar un resultado similar.
© 2017 Harvard Business School Publishing Corp. Distribuido por: The New York Times Syndicate