La rotación de personal y los días no laborados por incapacidad son dos de los factores que generan más pérdidas a las empresas. Además, tienen enorme costo humano.
Si un colaborador se marcha de la empresa, posiblemente se pierde el conocimiento que adquirió a lo largo del tiempo; si se incapacita, existirá pérdida de días de productividad y, quizá, hasta la necesidad de una contratación temporal para sustituirlo.
En ambos casos, habrá impactos negativos en el desarrollo del capital humano e, incluso, en la imagen corporativa.
La temática es todo un reto. En Costa Rica, las cifras no son alentadoras: la tasa de incapacidades por afecciones mentales ha ido en aumento. Lo mismo ocurre a nivel mundial y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que, en el 2020, la depresión será la segunda causa más importante de incapacidad en el mundo.
En un reciente seminario sobre estrés laboral, Julieta Rodríguez Guzmán, asesora regional en salud de los trabajadores de la OPS, mencionó –refiriéndose a los problemas de comportamiento generados por el estrés– que “estos problemas son capaces de reducir la motivación, el compromiso y el rendimiento laboral; y producen un aumento del ausentismo, la rotación de personal y el retiro temprano. Lo que conlleva a disminuir la productividad, la competitividad y la imagen pública de las organizaciones”.
En las empresas modernas, las personas desarrollan tareas con altos grados de complejidad y responsabilidad y, en ocasiones, carecen de espacios de comunicación y diálogo.
Esto, ligado a niveles elevados de autoexigencia, lleva en muchos casos a la ansiedad, la sensación del fracaso y la baja tolerancia a la frustración.
Por esto, es importante dirigir más atención al bienestar de los colaboradores, que es también el bienestar de su empresa.
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La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Recomendaciones
Abordar de forma eficaz el tema de la salud mental y emocional se convierte en una necesidad, pero también en una oportunidad para las empresas.
A saber, facilita la canalización de situaciones difíciles en el trabajo, así como la gestión del cambio. Contribuye al aprendizaje, el desarrollo de las habilidades y las competencias. Favorece el trabajo en equipo, las sanas relaciones interpersonales, la disminución de los días perdidos por incapacidad. También propicia la experimentación del éxito y oportunidades de crecimiento profesional.
Además, impulsa la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), e impacta positivamente a sus clientes externos e internos. Cuando los colaboradores se sienten valorados y cuidados, desarrollan mayor lealtad y compromiso hacia la organización, lo cual fomenta una cultura y clima organizacional de gratificación.
Sine embargo, ¿cómo promover el bienestar mental y emocional en mi empresa, se preguntarán muchos?
Le doy algunas recomendaciones:
• Considere el bienestar como parte de la estrategia corporativa. Debe ser sentida, percibida y sobre todo vivida por todos los colaboradores.
• Promueva entre los líderes el compromiso con la estrategia de salud, para generar un modelaje que integre a los colaboradores en la línea de la cultura de salud.
• Establezca indicadores de satisfacción laboral, enfermedades, riesgos sicosociales, absentismo, incapacidades, niveles de rotación, entre otros, como elementos para la toma de decisiones.
• Capacite al personal en temas de bienestar mental y emocional; así comprenderán mejor la importancia de la salud en la vida de cada individuo y en la empresa.
• Cree canales de comunicación, participación y proyección en la empresa que permitan a las personas expresar sus ideas, expectativas, vivencias y emociones.
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El bienestar mental y emocional da origen a una cultura basada en la salud, la escucha, el crecimiento, el desarrollo, la integridad. Esta cultura permitirá disminuir las tasas de rotación y de incapacidad, además de potencializar todo el talento implícito que yace en ella.