La implementación de una política de teletrabajo, con evaluación y reglas claras, podría mejorar el desempeño de los colaboradores al permitirles un mejor equilibrio entre familia y labores.
Recientemente, la Cámara de Comercio organizó el I Congreso Nacional de Teletrabajo. En la actividad participó el abogado Giovanni Rodríguez, socio del bufete Solís & Rodríguez, para quien hay tres hechos que justifican el papel del teletrabajo en la conciliación:
* Elimina parte o la totalidad de los tiempos dedicados a traslado (lo que puede traducirse en menos desgaste físico, menos costos y más tiempo con la familia).
* Cuando se aplica una jornada flexible o por metas, también le puede permitir al teletrabajador compartir momentos con sus familiares en horarios no compatibles con un trabajo presencial.
* Le permite al teletrabajador estar físicamente con su familia aun cuando esté trabajando.
Esta interpretación coincide con la de Randall González, presidente de la Junta Directiva de la Asociación Costarricense de Gestores Humanos.
“Un teletrabajador que termina su jornada, puede casi inmediatamente, en muchos casos y en otros en donde se trabaja mediante estaciones satélites, estar más cerca de su familia. Un trayecto largo o uno congestionado luego de trabajar durante varias horas, afecta el estado emocional, anímico y hasta la condición física de un colaborador”, explicó.
Las estaciones satélite son oficinas o espacios que la empresa habilita fuera de sus instalaciones, en zonas geográficas más próximas a los hogares de los trabajadores.
Cambio estratégico
Grettel Vargas, consultora en recursos humanos de Door Training, explica que una empresa debe establecer un escenario ganar-ganar, para que el teletrabajo le genere beneficios reales.
Esto se logra mediante una política que defina, entre otras cosas, cuáles perfiles y puestos pueden optar por este modelo.
“La política debe ser clara, inclusiva y revisada con un experto en legislación laboral. Debe ser explícita en temas de horarios, disponibilidades, qué recursos dará la empresa para que la persona trabaje desde su casa, y sobre todo, incluir una cláusula que determine en qué casos se le puede eliminar a alguien este beneficio, ya sea por necesidad del negocio o por abuso de parte del trabajador”, asegura.
Además, se debe replantear la evaluación del aporte de los colaboradores y sus condiciones: ¿Deberá trabajar las mismas horas? ¿Tendrá que estar conectado en el mismo horario?
Igualmente, hay que tomar en cuenta que la réplica de las condiciones físicas en el entorno virtual podrían disminuir sus beneficios.
En el entorno del trabajar, también debe haber ajustes. “Un error generalizado en las familias de algunos teletrabajadores es creer que como está en casa, puede hacer varios quehaceres domésticos. La persona que trabaja desde casa igual debe cumplir con su horario y estar disponible”, dice Vargas.