La innovación en las organizaciones ya no es opcional, es un reto de todos los días si se quiere permanecer en el mercado. Sin embargo, no siempre se considera un desafío todavía mayor: ¿tiene la organización una cultura para la innovación? Hay ciertos puntos clave a considerar:
Es necesario que la innovación se incluya en la estrategia de la empresa, para que esta sea una fuente sostenible de ventaja competitiva. Si esto no se da, las acciones serán vistas como iniciativas aisladas o modas, que no necesariamente están alineadas con los retos estratégicos de la empresa.
No confundamos herramientas con la solución. Las personas son quienes generan las ideas y en las empresas son quienes tienen el mayor conocimiento y experiencia para detectar oportunidades y problemas para la innovación. Hay que hacer sentir a la gente que su papel es relevante, pero también se deben dar herramientas y ambientes que propicien nuevas formas de pensar.
Relacionado con lo anterior, para que la innovación tenga sentido para los colaboradores, debemos conectar las acciones con las necesidades y aspiraciones de las personas, dar una razón y un reto que inspire el esfuerzo.
Para crear un contexto que nos ayude a generar innovación, es necesario hacer un análisis de las palancas y los frenos que se tienen en la empresa, para potenciarlos y trabajarlos según corresponda. Las ideas geniales, no llegan solamente porque digamos que tenemos que innovar. Hay que crear los cimientos, desarrollar aptitudes y actitudes y crear un espacio seguro para la experimentación. Se deben aprovechar las competencias naturales de las personas, pero también debemos apoyar en el desarrollo de aquellas que impulsen comportamientos y habilidades necesarias para innovar.
Los líderes juegan un papel fundamental, pero son más diseñadores de un contexto dentro del cual se trabajará, dejando apertura para que se generen ideas y respuestas diferentes y mostrando respeto por la participación y aportes de la gente.
En resumen, la innovación debe ser vista de manera integral y como dice Peter Senge “ver como las partes se articulan para desempeñarse como un todo”, lo que nos recuerda que hay factores que tienen que ver con la organización y otros con las personas y ambos necesarios e importantes.