Cuando cometa un error, admítalo rápidamente
Admitir que ha cometido un error puede ser un golpe a su ego. Sin embargo, discutir con otros o culparlos (o intentar eludir su responsabilidad con un argumento como “Se cometieron errores…”) solo empeorará las cosas. Es mucho mejor asumir la responsabilidad de la situación para que pueda enfriar los ánimos y seguir adelante. Tráguese el orgullo y simplemente admita “Me equivoqué”, y ofrezca una breve explicación sin dar excusas. Si su error tuvo un efecto negativo en los demás, reconózcalo. Realmente escuche sus reacciones: no se ponga a la defensiva ni los interrumpa. Después, explique qué está haciendo para remediar el error, incluidos los impactos sustanciales (dinero, tiempo, procesos) y los impactos en las relaciones (sentimientos, reputación, confianza). Debe estar abierto a la retroalimentación sobre lo que está haciendo. Además, diga a todos los afectados por su error qué ha aprendido sobre sí mismo (“Me doy cuenta de que a veces ignoro a la gente que no comparte mis puntos de vista”) y qué hará de manera diferente en el futuro.
Adaptado de “What to Do When You Realize You’ve Made a Mistake”, de Deborah Grayson Riegel.
Está bien rechazar un ascenso
No todos los profesionales quieren ser ascendidos. Tal vez es el principal cuidador de sus hijos o de algún familiar y quiere enfocar más energía al hogar, o quizás prefiere la libertad de ser un colaborador individual. Sin embargo, ¿cómo decirle eso a su jefe sin parecer flojo o apático? Primero, piense por qué no está interesado. Tal vez el momento no es el adecuado o le encanta el trabajo que hace ahora. Una vez que haya identificado sus razones, tenga una conversación sincera con su jefe. Demuestre agradecimiento por creer que merece el ascenso y explíquele por qué su trabajo actual es excelente para sus fortalezas, habilidades y metas. Después, diga que quiere seguir creciendo y ofrezca algunas sugerencias para encontrar la manera de hacerlo sin el ascenso. ¿Hay algún proyecto nuevo del que se pueda encargar? ¿Hay formas específicas para desarrollar sus habilidades? Tenga cuidado de no decir algo que pueda socavar tus perspectivas futuras; este ascenso no es el adecuado para usted, pero el siguiente podría serlo.
Adaptado de “How to Tell Your Boss You Don’t Want a Promotion”, de Patricia Thompson.
Si una amistad en el trabajo se vuelve agotadora, proteja su tiempo y energía
Tener amigos en el trabajo puede hacerle más feliz y más productiva. No obstante, esas amistades pueden volverse agotadoras si consumen demasiado tiempo y energía. ¿Qué puede hacer si esto sucede? No se desconecte de una manera abrupta de esa persona; más bien, haga cambios pequeños para dar un giro a la dinámica de la relación. Intente bajar el tono de la intensidad de sus interacciones y pasen menos tiempo juntos. Si suelen hablar en persona, cambie a llamadas telefónicas; si platican por teléfono, cambia al correo electrónico. Además, enfatice su relación profesional manteniendo la conversación enfocada en el trabajo siempre que sea posible. Si no puedes marcar esa línea dura, establezca algunos límites mientras reflexiona sobre los aspectos de la amistad que quieres conservar. Por ejemplo, si por lo regular aconseja a su amigo, elija uno o dos temas en los que esté dispuesta a ayudarlo, y deje que maneje el resto por sí solo. Tomará tiempo encontrar un equilibrio. Manténgase fuerte y firme en sus límites.
Adaptado de “What to Do When a Work Friendship Becomes Emotionally Draining”, de Amy Gallo.
¿Consideraría una contraoferta de su jefe?
Si le hubieran ofrecido un trabajo en otra empresa, ¿consideraría una contraoferta de su empleador actual? Depende de por qué está pensando en irse. Si el cambio es solo por el sueldo, considere si aceptar la contraoferta podría perjudicar su reputación. Los ejecutivos podrían cuestionar su lealtad, o sus colegas podrían guardar resentimientos por sentir que goza de un trato especial. Por otro lado, si fuera una maniobra estratégica para su carrera, quedarse podría no ser la mejor opción. Después de todo, un salario más alto no cambiará un trabajo con el cual está insatisfecho o que ha quedado chico. Sin embargo, si la contraoferta incluye un nuevo papel que emociona y le permitirá seguir creciendo, sopese los pros y los contras. Además, piense en el largo plazo: si acepta la contraoferta, ¿cuán probable será que quiera irse en un año o dos? Si todavía no estás seguro, discútalo con un mentor o un colega en el que confíe.
Adaptado de “If You’re About to Take a New Job, Should You Consider Your Boss’s Counteroffer?”, de Kelly O. Kay y Michael Cullen.
Gerentes, ¿cómo se pueden abrir con su equipo sin compartir de más?
En general, es una buena idea que los empleados sientan una conexión personal con su jefe. No obstante, cuando los líderes comparten demasiado sus pensamientos y sentimientos, pueden socavar su autoridad (imagine a una gerente que diga “Tengo miedo, y no sé qué hacer”). Una buena regla de oro es abrirse cuando crea que será útil para los demás. Evalúe un comentario personal considerando cómo se sentiría si su jefe se lo dijera a usted. Si fuera algo que agradecería oír, es probable que su equipo sienta lo mismo. Si no, tome sus precauciones y no se arriesgue. Por ejemplo, si les dice a los empleados que está de mal humor porque está teniendo un mal día, tal vez esté bien; si les dice que su mal humor se debe a que no está de acuerdo con una decisión de la alta gerencia, tal vez no esté bien. Abrirse también es útil cuando el objetivo es que tu equipo se sienta menos aislado: si siente que la gente está ansiosa por un proyecto, reconozca que está sintiendo el mismo estrés y agradézcales su trabajo duro.
Adaptado de “How Leaders Can Open Up to Their Teams Without Oversharing”, de Liz Fosslien y Mollie West Duffy.