Las grandes escuelas de negocios del mundo han centrado su experiencia de aprendizaje en el campus, el intercambio y la experiencia vivencial, pero estas prácticas parecen reñir con las condiciones del mundo virtual de la nuevas generaciones.
Los representantes de cuatro centros de estudios superiores en negocios con presencia en el país hacen sus apuestas para el futuro.
En sus casos están aplicando la virtualización de algunos cursos y lo consideran clave, aunque siguen apostando por el aprendizaje con presencia física, pero renovándolo mediante la innovación.
Aprender y convivir
Ricardo Greco, presidente y fundador de ADEN Business School, afirma que las escuelas de negocios se deben reconvertir para subsistir.
“El viejo modelo, impuesto por Harvard y demás, ya está obsoleto y debe comenzar a incorporar herramientas pedagógicas vinculadas a la tecnología”, subraya.
Enrique Bolaños Abaunza, rector del Incae Business School, también compartió su posición meses atrás y apostó por las vías digitales.
“En todo lo de mercadeo digital y tecnología digital, Incae tiene que seguir avanzando y tiene que ser parte de nuestra meta en el futuro porque eso es el mundo que viene. Si solo nos quedáramos con los 21 meses encerrados dentro del campus, eso no va a satisfacer las exigencia de los estudiantes del futuro”, explica.
Mantenerse vigente
Martin Boehm, vicedecano de IE Business School, asegura que lo fundamental es innovar. “Nosotros estamos innovando cada año en nuestra pedagogía, igual como en los contenidos que enseñamos en nuestros programas. A nosotros nos parece esencial diferenciarnos por una enseñanza práctica, exigente y además interesante”, dice.
Rafael Gómez Nava, director general del Ipade (Instituto Panamericano Business School), enfatiza que la movilidad y la digitalización cobran relevancia porque han modificado el consumo de información –académica y general– de los ejecutivos. Sin embargo, su papel siempre sería complementar los programas presenciales.
“Las escuelas de negocios aprovecharemos lo mejor de las tecnologías, pero todo depende de cómo conceptualicemos la empresa. Nosotros la vemos como una comunidad de personas, sirviendo a personas. Por tanto, creemos que al final los modelos presenciales seguirán siendo un tema crucial para el desarrollo y perfeccionamiento de habilidades empresariales, porque el mundo de la empresa también es cara a cara y mediante relaciones interpersonales”.