Aquella idea de que teletrabajar es mover la jornada de trabajo de la oficina a la casa ya quedó obsoleta.
Para contar con una política de teletrabajo moderna es necesario incorporar la flexibilidad y la evaluación por objetivos, en todos los puestos que lo permitan.
Por ejemplo, IBM ha incorporado más de 500 opciones de horario en su plataforma de gestión de recursos humanos, para que sus colaboradores diseñen más que sus jornadas laborales.
Annick Beaulieu, gerente de recursos humanos de IBM, afirma que esto representa una inversión, sobre todo en el fortalecimiento de su plataforma tecnológica, pero el beneficio es mayor.
Para que este tipo de medidas tenga éxito, es fundamental esa visión estratégica.
Cristina Cubero, directora de consultoría de Deloitte, afirma que el equipo de desarrollo e implementación del teletrabajo en una empresa debe considerar más que el cambio específico del colaborador, la dinámica de mercado y procesos.
“El teletrabajo debe ser gestionado con un modelo de cambio cultural por hábitos adquiridos, ya que, aunque el cambio es positivo, es finalmente una transformación en la forma en que se hace el trabajo, se manejan las relaciones de grupo e, incluso, el esquema de liderazgo. También un tema de tecnología, procesos y coordinación de actividades, tiempos y clientes. Debe ser movilizado integralmente para evitar problemas y obtener sus beneficios”, afirma.
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En la empresa LL Bean Costa Rica, han aplicado el teletrabajo desde hace seis años y ya han visto la necesidad de evolucionar.
“Inicialmente, se podía hacer teletrabajo únicamente una vez por semana y no había mucho soporte de la parte de IT hacia los usuarios. Actualmente, hay áreas que hacen teletrabajo hasta tres veces por semana y se cuenta con todo el soporte de IT ante cualquier falla o problemas de configuración”, afirma Lorena Rodríguez, senior manager de Recursos Humanos.
Además, la evaluación se da por objetivos, es decir, no existen controles para verificar en qué momento del día se está desarrollando cada tarea. Para LL Bean, el cumplimiento es la única medición inapelable.
“Los resultados se miden con respecto a las metas del periodo y si el desempeño se deteriora, la persona puede perder la posibilidad de hacer teletrabajo ”, explica Rodríguez.
Tanto IBM como LL Bean aplican un tiempo mínimo de trabajo presencial para asegurar la formación de los colaboradores en la mayoría de posiciones, y su comprensión de la cultura empresarial, antes de dar el beneficio de trabajo remoto. Pero en todos los casos, este paso se aplica con base en la confianza.
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“Una de las principales trabas por las cuales los patronos se abstienen de optar por esta práctica es el miedo a perder el control sobre el empleado. Implementar remuneración por objetivos y no por horas de trabajo cambia el esquema de control a cumplimiento de resultados, una diferencia clave para perder el miedo a perder el control del supervisor”, afirma Julio Castro, especialista en formación de equipos virtuales de alto desempeño.
Teletrabajo moderno
Para Cubero, los factores que se han potenciado o evolucionado para tener un teletrabajo más exitoso, y que se deben considerar en las políticas que reglamentan esta práctica, son los siguientes:
- Más cercanos a pesar de la distancia:
Existen más facilidades tecnológicas para una adecuada integración del teletrabajador a su organización. La relación de los colaboradores es más sólida, la distancia en kilómetros es acortada por recursos como Skype, WhatsApp o Face Time, que permite la integración de forma virtual.
- Esquemas más estructurados y formales:
Se desarrollan modalidades claras y formales, por días y horas. Han disminuido los sistemas casuales, por “exclusión” o “solo si…”, por ejemplo únicamente madres, o solamente en ciertos momentos, etc. Incluso, varios países revisan sus códigos de trabajo y normativa laboral para asegurar las condiciones de esta nueva modalidad y cómo esta impacta las leyes actuales.
- Organización y jefaturas más preparadas:
Se requiere el desarrollo de habilidades para la gestión de este nuevo esquema, lo que facilita la efectividad del modelo.
-Enfoque integral:
Se trata de desarrollar una nueva organización y no un cambio de espacio. Se enfoca como un proceso integral y no solamente un cambio de lugar de trabajo, donde se contemplan elementos de revisión de procesos, operativa de la empresa y enfoque al colaborador que selecciona este sistema, capacitándole y diseñando esquemas de gestión “en línea” con su nueva modalidad.
- Más alineado con la dinámica de los negocios actuales:
Si bien para la mayoría de los colaboradores el teletrabajo es un cambio positivo y para las empresas y la sociedad representa un beneficio, ahora la dinámica y velocidad de los negocios, la globalización de las empresas y la cercanía con el cliente hace que sea más que un beneficio un requerimiento para el funcionamiento adecuado del negocio.
Además, para los colaboradores es la diferencia entre organizar su trabajo y organizar su estilo de vida, por lo que resulta clave a la hora de elegir empleador.