Pese a ser un fenómeno que preocupa a las autoridades financieras, el crédito en dólares sigue en alza. Una combinación de un tipo de cambio más bajo y mayores tasas de interés en colones podrían estar empujando a las personas a preferir operaciones en moneda extranjera.
El Financiero (EF) conversó con dos asesores para conocer qué debería tomarse en cuenta a la hora de adquirir un préstamos en dólares cuando sus ingresos están en colones.
Busque la condiciones adecuadas
La primera recomendación suele ser endeudarse únicamente en la moneda en la que usted recibe sus ingresos, así se ahorra el riesgo cambiario. Sin embargo, Diego Benítez, asesor de Empodérate, considera que esa regla se puede romper si las condiciones son beneficiosas. Pone como ejemplo escenarios en los que el deudor ya tiene ahorros importantes en dólares y cuando la cuota de una operación en colones es muy superior a la de dólares y pone en riesgo el otorgamiento del crédito.
Es decir, si no hay una evidente y amplia ventaja en pactar el préstamo en una moneda que no genera, entonces probablemente no valga la pena tomar el riesgo cambiario.
Planee en su contra
Josué Rodríguez, gerente de la firma Sirú Financiero, recomienda siempre planificar la deuda tomando en cuenta el peor escenario posible en materia cambiaria. Actualmente el asesor aconseja medir su presupuesto pensando en que el tipo de cambio volverá a subir a ₡700. Esto, aunque de momento es muy poco probable, no es un número descabellado: hace menos de dos años estuvo a ese nivel, aunque en condiciones extraordinarias (pandemia, crisis de contenedores y estallido de la guerra en Ucrania).
Según la calculadora de crédito del Banco Nacional (recuerde: esto es una estimación general), un préstamo de $20.000 dólares para un automóvil a ocho años derivaría en una cuota mensual de $277,68. Al tipo de cambio de referencia del 14 de febrero de ₡520,81 por dólar, esta cifra equivaldría a ₡144.618 por mes. Si el precio del dólar subiera a ₡700, la cuota se elevaría a ₡194.376.
En el caso de una vivienda de $100.000 a 30 años, la cuota pasaría de ₡364.155 a ₡489.447 en el mismo escenario cambiario.
Para medir si puede soportar ese aumento, Rodríguez dice que se debe tomar en cuenta la cuota (o las cuotas, de tener más deudas) entre el ingreso neto (ya con las deducciones de ley) del deudor (o familia). El asesor utiliza esta escala para determinar el nivel de endeudamiento:
- 35% o por debajo: saludable.
- 35% a 60%: vulnerable.
- 60% al 80%: grave.
- Más del 80%: crítico.
La idea es determinar en qué nivel caería en la hipotética subida del tipo de cambio. “Si en este peor escenario de ₡700 todavía se puede soportar, entonces es más razonable asumir el riesgo, pero si no, es mejor minimizarlo y mantener el crédito en la misma moneda en la que gana”, explica Rodríguez.
También agrega que la mayoría de deudores suele estar en una situación vulnerable, incluso sin el aumento extraordinario en el precio del dólar, así que se debe tener especial cuidado de no caer a grave en el escenario hipotético.
Si usamos como ejemplo una familia que tiene ingresos mensuales por ₡1.049.142 (promedio del país según la Encuesta Nacional de Hogares) y que adquirió los dos préstamos señalados anteriormente, un incremento del tipo de cambio a ₡700 haría que las deudas pasaran de comerle un 48% de sus ingresos a un 65%. Es decir, en la escala que menciona Rodríguez se caería de una situación vulnerable a una grave.
Aproveche la holgura
Benítez recomienda aprovechar momentos en los que se percibe un tipo de cambio más bajo para comprar dólares en adelantado, siempre y cuando su presupuesto se lo permita. De esta forma se gana una especie de cobertura por si el precio de la divisa sube. En el caso de que baje, tampoco sería mucha la pérdida ya que era un precio que el deudor estaba dispuesto a pagar y que no se salió de su presupuesto.
Para compras adelantadas grandes, Rodríguez recomienda probar el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), donde es probable que encuentre un precio más conveniente que en las ventanillas tradicionales. Tome en cuenta que en el Monex se negocian montos mínimos de $1.000 y necesita firma digital.
Preste atención a la economía
Tomar un préstamo en dólares significa también asumir una tarea más activa de observar la economía, considera Rodríguez. Si bien es casi imposible prever cuál será el precio del dólar en un año, hay ciertos elementos macroeconómicos que permiten proyectar si habrá más presiones hacia el alza o hacia la baja en el colón.
Por ejemplo, en Costa Rica existe la estacionalidad cambiaria, este es un fenómeno donde hay meses en los que hay más abundancia de dólares que en otros (normalmente los meses de temporadas altas de turismo y de cosechas), lo cual ayuda a que el precio de la divisa sea más reacio a subir. La estacionalidad también puede ser de corto plazo: en fechas cercanas a la quincena suelen haber más divisas disponibles debido al pago de salarios.
Otro elemento importante a tomar en cuenta es la diferencia entre las tasas de interés en colones y dólares, principalmente las internacionales. Si la diferencia se hace muy grande en contra del colón, es posible que haya una salida de divisas del país, lo cual suele provocar presiones hacia el alza en el tipo de cambio.
La inversión extranjera y los resultados de actividades atrayentes de dólares como el turismo y las exportaciones también son puntos a observar. Un buen año de estos sectores tiende a derivar en más presiones hacia la baja en el tipo de cambio.
Adicionalmente, el Banco Central también calcula cuáles son las expectativas cambiarias, que si bien no son un parámetro perfecto, por lo menos sirven para medir hacia dónde creen los agentes económicos que se va a mover el tipo de cambio en el futuro.
Las expectativas de encuestas y mercado a 12 meses esperan un incremento del 2,6% y el 3%, respectivamente, según la última información disponible de enero de 2024.
¿Qué dicen los números?
En 2023 el crédito al sector privado creció a una tasa del 6,7%, pero fueron las operaciones en moneda extranjera las que tuvieron un impulso más grande: un 11,1%. Este comportamiento ubicó la participación relativa de las divisas en un 32,8% en la cartera total; 1,3 p. p. por encima de lo registrado en 2022.
Con datos al pasado mes de diciembre, la banca pública y la privada incrementaron interanualmente en un 15% y 9%, respectivamente, sus créditos en la divisa al sector privado.
Este fenómeno rompe con la tendencia de menor participación del dólar en la cartera costarricense. En el caso de la banca pública es más curioso dado que suele concentrarse más en la colocación en colones, además en 2023 se dio por primera vez desde abril de 2017 crecimiento interanual para este sector en moneda extranjera.
Riesgos para el sistema
Este incremento no tiene particularmente contentas a las autoridades financieras del país, las cuales temen que los deudores estén subestimando el riesgo cambiario que significa tomar un préstamo en dólares.
“Esto es una llamada de atención para el Banco Central y las autoridades (...), tenemos que trabajar más porque es muy alto ese crecimiento y eventualmente, si no se vigila, es una vulnerabilidad para el sistema financiero”, comentó Roger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), durante la presentación del Informe de Política Monetaria de noviembre del 2023.
Rocío Aguilar, jerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), también se mostró preocupada por las consecuencias que podría tener una reversión en la tendencia del precio del dólar.
“Hemos visto que con la fuerte apreciación cambiaria la morosidad en moneda extranjera se redujo. Es un fenómeno que es una buena noticia en el corto plazo, pero nos preocupa qué riesgos se puedan acumular (si empieza a subir el tipo de cambio)”, explicó Aguilar en una entrevista con EF en enero del presente año.
Un pequeño alivio a estás preocupaciones puede venir con que en 2023 se redujo la proporción del crédito en dólares otorgado a deudores que no tienen cobertura cambiaria: pasó de un 61% a un 58% en doce meses.