La previsión del mercado ante el panorama cambiario del 2017 es clara: el colón tendrá mayores presiones para devaluarse frente al dólar.
La perspectiva está explicada por influencias externas, como la incertidumbre ante las medidas que podría aplicar la economía de Estados Unidos con el nuevo presidente electo, Donald Trump, y las decisiones que tome la Reserva Federal (Fed) en el manejo de su tasa de referencia.
También por factores internos, como la ausencia de una reforma fiscal y el posible incremento en las tasas en colones.
El Banco Central (BCCR) presentó el 22 de diciembre el nuevo Programa Macroeconómico 2017-2018, que incluía algunas señales que indican una menor abundancia de dólares en la economía, a saber, un déficit de cuenta corriente respecto del PIB más elevado en el 2017 y un saldo menor de reservas respecto del PIB.
El Central afirmó que buscará una inflación baja en el 2017, pero también anunció una nueva regla sobre la posición en moneda extranjera de los intermediarios financieros, para reducir riesgos en el mercado cambiario y evitar manejos que afecten el tipo de cambio.
Olivier Castro, presidente del BCCR, salió al paso y enfatizó en que la entidad cuenta con reservas suficientes, que utilizará si hay variaciones abruptas en el tipo de cambio, pero dejará que siga su tendencia.
El Central continuaría con la estrategia que aplicó en 2016, cuando acudió en 40 ocasiones a vender dólares en operaciones de estabilización del precio.
Hasta el 21 de diciembre, la entidad había vendido divisas en el mercado por un total $241,3 millones, con el objetivo explícito de estabilizar el mercado, casi el doble del año anterior.
Las presiones del 2017
Según Roger Madrigal, director de la División Económica del BCCR, los agentes económicos son los que esperan que el tipo de cambio suba, pero que lo haga 3% o 4% sería normal.
“Se nos criticó por la estabilidad del tipo de cambio y va a terminar subiendo 3,5%. Si era estabilidad cuando subía 3,5% en 2016, se mantendría esa estabilidad de acuerdo con las expectativas de la gente para 2017”, añadió.
La encuesta mensual de expectativas del Central muestra una tendencia alcista del dólar desde octubre, en la variación a 6 y 12 meses.
Más allá de esto, ¿cuáles señales le hacen pensar al mercado que podría darse una mayor presión en 2017?
Primero, están las presiones externas, en las que destaca el ajuste al alza de las tasas por parte de la Fed y cómo se aplicarán otras subidas a lo largo del año.
Mucho dependerá de lo que concrete Trump, quien ha mostrado su interés en repatriar compañías estadounidenses con incentivos o castigos.
Esa gestión generará incertidumbre y de concretarse, podría reducir la Inversión Extranjera Directa (IED) o posponer las inversiones de empresas y viajes de turistas, dijo Gerardo Corrales, exgerente del BAC San José.
En 2017, se podría reducir la abundancia en dólares, aunque la IED aún sería robusta.
Empero, los precios de algunas materias primas han subido (en especial los metales), lo que implicará un alza en las importaciones y un mayor déficit de cuenta corriente.
El beneficio en los términos de intercambio que ha tenido el país en este 2016 se verían reducidos en 2017, explicó Madrigal.Se prevé un incremento de 24% en los precios de hidrocarburos, entonces la factura petrolera pasaría de $1.073 millones en 2016 y $1.340 millones en 2017, agregó.
Al analizar el mercado local, las presiones se inician con una creciente deuda y menos opciones de maniobra para el Gobierno. Castro destacó los riesgos de financiar el déficit con el mercado interno, que puede elevar las tasas y el precio de la divisa. Incluso, propuso crear una ley que permita al Gobierno endeudarse sin límite en el exterior.
El Central le apostará a mantener estabilidad en 2017 y afirmó que seguirá vigilante del comportamiento de los determinantes de la inflación para que esta sea baja y estable.
A la vez, anunció una nueva medida que modifica el manejo de la posición en moneda extranjera (PME) de los bancos, sin afectar la suficiencia patrimonial.
Según el Central, seis entidades han hecho ofertas que presionan el tipo de cambio al alza para mantener su PME y, para evitarlo, les solicitará igualar la proporción mensual de la PME entre patrimonio con los activos en dólares entre los activos totales.
Según Gerardo Corrales, la nueva regla va a obligar a los bancos, principalmente los del Estado, a tener que salir a comprar dólares al Banco Central, en una cifra superior a $700 millones en 24 meses, lo cual, los obliga a captar más colones, subir las tasas de captación, tener menores resultados y menores posibilidades de crecimiento del crédito.