Pese a que se encuentra en uno de sus niveles más altos históricamente, el tipo de cambio este 2021 ha estado con en una senda más apacible en cuanto a su volatilidad se trata; su camino hacia los más de ¢620 ha sido largo y pausado, sin grandes sobresaltos diarios.
Durante los primeros seis meses de este año, el dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) se ha mantenido con variaciones diarias por debajo de los ¢2.
Si se toman las cifras de los extremos, la variación diaria hacia el alza más significativa fue de ¢2,49 y se convirtió en el único cambio por encima de los ¢2 en un lapso de 24 horas; mientras que el movimiento hacia abajo más amplio ha sido de ¢3,88. Los cambios se dieron en mayo y respondieron principalmente a factores estacionales.
En cuanto a los movimientos diarios más bruscos del 2020, el 21 de marzo de ese año el colón se devaluó ¢5,45 en 24 horas mientras que el primer día de ese mes el dólar había caído en ¢4,63. Ambos movimientos son mayores a los extremos de variaciones diarias del 2021.
Otra manera de ver la diferencia entre semestres es tomando el primer cálculo de los meses de enero y el tipo de cambio al día 30 de junio: del 03 de enero a finales de junio del 2020 el colón se había devaluado en ¢8,56, es decir, en un 1,49%; mientras que para el mismo periodo del 2021 la devaluación alcanza los ¢5,59 o un 0,92%. En términos interanuales, para el 30 de junio el colón se devaluó en un 6,60%.
Por otro lado, los datos de la desviación estándar del tipo de cambio, si se realiza tomando un periodo de 15 días móviles, refuerzan la menor volatilidad del dólar para el 2021, pues se observa un alejamiento más bajo respecto al promedio. La dispersión más alta de este año alcanza 1,52 puntos, al 27 de julio; por su lado, en el 2020 el tipo de cambio alcanzó hasta un 2,73. En el 2019 hubo varias separaciones altas, entre ellas la mayor que fue de 2,89 puntos.
Este tipo de desviación es una medida estadística que expresa cuánto se dispersan los valores respecto a su promedio.
“Si usted tiene una desviación muy alta lo que se está diciendo es que en esa fecha en particular que se está analizando, ese valor que se registró es muy elevado con respecto al promedio”, explicó Luis Diego Herrera, analista económico de Grupo Acobo, quien recalcó que el primer semestre del 2020 se situó como un periodo con mayores fluctuaciones respecto al mismo lapso de este año.
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Altos niveles
Para Rodolfo Herrera, director de banca de empresas y mercados globales de Davivienda, uno de los aspectos que más afectaron al tipo de cambio en el 2020 fue la temporada “cero” para el turismo, lo que impactó la entrada de divisas al país. Adicionalmente, la especulación que aumentó en el segundo trimestre del año ante la situación fiscal del país y la incertidumbre por el avance de la pandemia y sus consecuentes efectos también influyeron en el mercado cambiario.
“Eran periodos más volátiles en términos del sentimiento de riesgo del mercado, por el cero ingresos por turismo y la afectación en las importaciones por el COVID-19″, mencionó.
Al 28 de julio del 2021, el promedio ponderado (precio) en el Monex cerró en ¢621,09; este precio está ¢48,48 por encima del mismo rubro para la misma fecha del 2019 y ¢36,12 del 2020.
El aumento del precio del dólar ha respondido, a lo largo de los primeros seis meses del 2021, a diversos factores entre ellos el aumento en los precios del petróleo. Sin embargo, las fluctuaciones han sido leves y esto responde a explicaciones como una mayor confianza de los inversionistas, factores de estacionalidad y una mejora en las cifras fiscales del país, según comentó Luis Diego Herrera.
Por su lado, tanto Grettel Vásquez y Claudio Delgado, economista y gerente senior de divisas de Scotiabank, respectivamente, explicaron que el primer trimestre del 2021 se mantuvo bastante estable entorno a los ¢613, con un comportamiento usual de apreciación hacia la primera quincena del periodo. Asimismo, entre abril y octubre es usual una menor disponibilidad de dólares, por lo que es normal observar presiones al alza.
“Sí se refleja una relativa estabilidad con una ligera tendencia al alza, de un día para otro no hay picos. Además, el Banco Central no ha tenido que intervenir mucho para frenar un alza o una baja en el precio”, comentó Delgado.
Con esto coincidió el analista económico de Grupo Acobo, quien señaló que las intervenciones del Central dentro del mercado a través de operaciones de estabilización han sido pocas este año; no obstante, la entidad sí ha vendido dólares a instituciones públicas no bancarias, lo que disminuye la demanda en el mercado cambiario por parte de esos actores pero a la vez genera que el Central busque el mercado para reponer parte de las divisas.
Estabilidad futura
Aunque es difícil prever las fluctuaciones del dólar, varios aspectos como el ingreso de empréstitos multilaterales y la necesidad del Gobierno de utilizar estas divisas para enfrentar vencimientos de deuda en colones conllevará una mayor oferta de dólares, lo que podría hacer más liviana la presión hacia el alza.
Adicionalmente, Vásquez aseguró que con la aprobación del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se esperaría que se mantenga contenida la presión alcista. Eso sí, advirtió, se mantienen varios riesgos como el panorama político al acercarse las elecciones presidenciales y las restricciones a la movilidad por el avance de la COVID-19 al país.
Por su parte, Rodolfo Herrera añadió que con un mayor avance en la vacunación y un consecuente aumento en la atracción de turistas se generaría una mayor oferta de divisas.