El tipo de cambio lleva casi ocho meses oscilando en una franja ligeramente inferior a los ¢23, con pequeños cambios, y dando a este indicador una tendencia de estabilidad luego de un pronunciado descenso.
Según las cifras del Banco Central de Costa Rica (BCCR), desde el 6 de marzo de 2023 hasta el 31 de octubre, el promedio ponderado del precio del dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) ha fluctuado entre ¢532,04 y ¢554,99.
El precio más bajo durante este período de casi ocho meses se alcanzó el 12 de octubre pasado y el punto más alto se contabilizó el 7 de julio.
Si acortamos el rango a ¢15, se puede decir que el tipo de cambio contabiliza tres meses moviéndose por debajo de este. Desde el pasado 31 de julio hasta el 31 de octubre, el valor de la divisa se ha ubicado entre ¢532,04 y ¢546,73. Además, en dos de estos meses el dólar se situó en una banda inferior a ¢10.
Estas bandas son el rango en valores absolutos entre la cotización más alta y la más baja en diferentes sesiones del Monex, que es el mercado donde acuden grandes compradores y vendedores de divisas como las entidades financieras.
Aunque no es la primera vez que el dólar transita en una vía plana por varios meses, un factor relevante en este periodo es la participación del Central, la cual se ha traducido en importantes compras de divisas. Cuando la entidad entra en el mercado por medio de las compras lo que hace frenar los descensos que pueda tener precio.
Tanto Adriana Rodríguez, gerenta general de Acobo Puesto de Bolsa y economista, como Daniel Ortiz, director y economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), coinciden en que el nivel actual del precio del dólar produce efectos reales en los flujos de caja de las empresas que están directamente relacionadas al mercado exportador o de turismo, pues están operando en un escenario desfavorable.
Además, desde el punto de vista de distorsiones en el mercado, consideran que la estabilidad del dólar incentivó de nuevo la dolarización de los créditos.
Las razones de la estabilidad
De acuerdo con el expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, la estabilidad mostrada en los últimos ocho meses obedece a la moderación desde abril de 2023 en el superávit de divisas en el mercado de ventanillas, es decir, en las transacciones que hace el público con los bancos y otros intermediarios.
La abundancia de dólares en las ventanillas de los intermediarios sigue siendo cuantiosa, pero ha mermado luego de alcanzar un punto máximo en marzo de 2023. El superávit de octubre se ubicó en $595,5 millones, según datos preliminares al día 30 de ese mes.
“La información (de las operaciones de las entidades en ventanilla) de cada mes se considera preliminar hasta el día 15 del mes siguiente, debido a que los intermediarios cambiarios tienen siete días hábiles para realizar ajustes a los datos remitidos diariamente”, aclara el Banco Central de Costa Rica en su sitio web.
En el bienio 2022-2023 se presenta un superávit mayor en febrero y marzo que en los demás meses, mientras que el segundo semestre muestra una relativa estabilidad. En ambos casos, el superávit de este período ocurre en niveles muy superiores a lo histórico y al bienio 2020-2021, este último con los efectos económicos consecuencia de las medidas aplicadas para contener la pandemia.
— Informe de Política Monetaria, octubre 2023
Otra justificación para la estabilidad, a criterio de Cubero, es que la autoridad monetaria se ha vuelto más renuente a que el colón se siga apreciando. El expresidente del Central consideró que la entidad ha intervenido de una forma más decidida y fuerte de lo que lo hizo en la segunda mitad de 2022 y la primera parte de este 2023.
Desde el pasado 5 de mayo, el BCCR interviene en el Monex para comprar las divisas que le vende al Sector Público No Bancario (SPNB) y además está adquiriendo dólares para acumular reservas. “Esto marca un cambio que ha sido interpretado por el mercado claramente como una señal de que el Banco Central de alguna forma puso un piso al tipo de cambio”, explicó Cubero.
En una línea similar, José Luis Arce, economista y director de FCS Capital, consideró que el cambio más notable en este período es que el Banco Central modificó su comportamiento y no ha tolerado una apreciación nominal mayor, por lo que ha estado interviniendo en el mercado cambiario comprando divisas.
“El BCCR toleró la apreciación de junio 2022 a inicios de este año porque implicaba la reversión de una depreciación real inducida por shocks negativos —pandemia, aumento en precios de materias primas— y por los cambios en los tipos de interés en moneda local y su relación con los de activos denominados en dólares. Es decir, permitió que el tipo de cambio bajara hasta ¢530, pero no más que eso por el momento, porque consideró que era volver al tipo de cambio real que existía cuando en 2020 empiezan a presionar al alza esos shocks que mencioné”, comentó Arce.
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Durante diez meses de este 2023 se han negociado $8.483 millones en el Monex, el 67% de estos dólares fueron adquiridos por el Banco Central. Esto implica que el ente emisor compró $4.404,9 millones para requerimientos del SPNB y $1.294,5 millones para operaciones propias.
Este último monto va a las arcas del Central y es lo que pasa a sumar a las reservas.
El Central tiene en este momento el nivel más alto de reservas netas en muchos años, al menos desde que funciona la flotación administrada (2015). Al 30 de octubre el saldo era de $11.400 millones.
Aunque no es la cifra más alta del año, sí tiene una marcada diferencia de cómo estaban las reservas al inicio del 2023, cuando eran de $8.550 millones.
Uno implícitamente lo ha visto (al Banco Central) mucho más sesgado en actuar hacia una dirección que en otra. Por ejemplo, si el tipo de cambio bajaba ¢5, no lo veías interviniendo, pero si el tipo de cambio subía ¢4 o ¢5 sí lo veías interviniendo como hizo hace unos días y así ha sido durante el año. Entonces uno pensaría que el Banco Central no está disconforme con el tipo de cambio de los valores actuales.
— Daniel Ortiz, director de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa) y economista
Según el Informe de Política Monetaria (IPM) de octubre de 2023, las compras de divisas por parte de la autoridad monetaria en este año se dieron en un contexto de mayor disponibilidad en el mercado cambiario explicada, principalmente, por operaciones del sector real. En particular una mayor liquidación neta de divisas del comercio exterior de bienes y servicios.
“Este resultado ha sido congruente con la evolución de la actividad económica del país, el notable desempeño de las exportaciones de bienes del régimen de zonas francas y el repunte en el turismo receptivo”, se lee en el IPM.
El presidente del BCCR, Róger Madrigal, dijo en conferencia de prensa el pasado miércoles 1.° de noviembre que la compra de divisas no se realiza para evitar la apreciación, sino “por el objetivo que tiene el banco, en la medida de que el mercado lo permita, de mejorar su blindaje financiero”.
Además, Madrigal indicó que hay varios frentes que inciden en la estabilidad del precio del dólar durante los últimos ocho meses: el comportamiento fiscal del país ha dado confianza a los costarricenses y el resto del mundo de que es un lugar para invertir, y una confluencia de fuerzas de demanda y oferta que han llevado al tipo de cambio al nivel en que está.
Sobre la reputación del país, precisamente el pasado 27 de octubre la firma Standard & Poor’s (S&P) subió la calificación de riesgo de la deuda soberana a largo plazo de Costa Rica de B+ a BB- con una perspectiva estable.
Entre los argumentos de la calificadora para la mejora de su opinión están el saneamiento en las cifras fiscales que ha tenido el país, la reducción de la deuda externa y el crecimiento de las exportaciones.
La estabilidad me parece que da cierta tranquilidad al mercado después de mucha incertidumbre sobre lo que iba a ser el rumbo de tipo de cambio, pero es una estabilidad a un nivel que me parece que está muy sobrevaluado el tipo de cambio.
— Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR
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La estabilidad por meses
Para medir qué tan estable ha estado el precio del dólar en cada mes de 2023, El Financiero sacó la diferencia entre el valor más alto y el más bajo. Este ejercicio permitió conocer que conforme pasaban los meses, la disparidad entre los extremos se acortaba. La única excepción se presentó en julio.
En enero, por ejemplo, el promedio ponderado del precio del dólar en el Monex osciló en una franja de ¢41,61. Esta banda se fue haciendo más pequeña hasta llegar a ¢6,14 en junio. Un mes después, el rango se elevó a ¢14,84, impulsado porque durante tres sesiones de negociación en el mercado el tipo de cambio se situó por encima de los ¢550.
Durante los meses posteriores el rango se redujo y en octubre fue de ¢7,44.
La observación de El Financiero expone además que durante siete de los diez meses el rango mensual en que fluctuó el valor del dólar fue menor a ¢15.
Si se hace el recuento desde que el BCCR adoptó el régimen de flotación administrada en febrero de 2015, se puede observar que solo en ocho meses, de los 105 que han transcurrido, el promedio ponderado del precio del dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras se movió en un rango superior a los ¢25.
El 2023 tuvo un comportamiento inusual en el valor del dólar por pasar de un periodo de descenso muy volátil al inicio a otro con una estabilidad prolongada. Sin embargo, esa calma que ha predominado por siete u ocho meses (según el parámetro) tampoco es un comportamiento extraño en el mercado cambiario, pues a lo largo de varios años se ha caracterizado por tener cambios pequeños dentro de un mismo mes mientras se presentan tendencias de incrementos o descensos.
El precio del dólar en 2023
El rango en el que el tipo de cambio ha oscilado desde enero hasta octubre de 2023 es de ¢64,69. Esta cifra corresponde a la diferencia entre el valor más alto (¢596,73) y el más bajo (¢532,04) que se ha observado durante diez meses del año en curso, además cada uno de esos extremos ocurrieron en momentos distintos.
Sin embargo, para apreciar mejor el comportamiento del precio del dólar durante todo lo que llevamos del 2023 es importante hacerlo en dos partes, pues su evolución fue distinta entre los primeros cuatro meses y el período comprendido desde los últimos días de abril hasta finales de octubre.
El promedio ponderado del valor de la moneda extranjera inició el año en ¢596,1 y siguió su descenso hasta llegar a ¢534,72 en las sesiones de negociación del 21 y 24 de abril. Recordemos que el tipo de cambio venía con una tendencia a la baja desde la segunda mitad de 2022, tras haber llegado a un máximo de ¢696,76 el 21 de junio de ese año.
Incluso, semanas previas a este máximo, el Banco Central había anunciado medidas en el mercado cambiario ante las presiones al alza que había sufrido el precio del dólar. Una de ellas, todavía vigente, fue la de acortar la operación del Monex a solo una hora por día con el fin de estimular la correcta formación de precios.
Casi culminando el primer cuatrimestre de 2023, el precio del dólar entró en una etapa de estabilidad relativa que se ha mantenido hasta la fecha.