Si tiene un préstamo a tasa variable en dólares que deba seguir pagando durante el 2018, debe saber que pagará más este año en las cuotas por los aumentos que se prevén de las tasas de referencia en dólares.
En los mercados internacionales se esperan entre tres y cuatro alzas de las tasas para este año, de 25 puntos base cada una y esto, tendrá repercusión en los indicadores de referencia y también localmente.
Hoy el rango para los fondos de la Reserva Federal (Fed en inglés) de Estados Unidos se ubica entre 1,25% y 1,50%, el límite superior es empleado como referencia para la tasa Prime.
En un escenario menos positivo y si la Fed toma las decisiones de aumento que se esperan, tendríamos a final de año tasas máximas en 2,25% o 2,50%, por lo que aquellos que tengan créditos a tasa variable deben tomar previsiones. Si estos movimientos se concretan, la Prime pasaría a un máximo de 5,5%.
Así, supongamos que tiene un crédito prendario de un vehículo con un valor de $30.000 y aportó una prima del 20% al momento de formalizar el crédito.
Las condiciones son a un plazo de 84 meses con un tipo de cambio de ¢572,78 a tasa fija 6,75% durante los primeros seis meses, luego tasa fija 7,50% por 24 meses y el resto, a tasa variable Prime 4,5% + 5 puntos porcentuales.
En la cuota inicial durante los primeros seis meses usted pagará $435 o 249.159 que es el equivalente en colones. En el segundo tracto pagará $444 (¢254.314) y finalmente, en la cuota variable pagará $463 (¢265.197) asumiendo el mismo tipo de cambio mencionado.
Si las tasas variables continúan en aumento, es cuando la cuota se ve afectada.
Bajo el supuesto de que un ajuste de 0,5 puntos porcentuales llegara en el periodo de variabilidad, la cuota pasaría a $469.
Si más bien el incremento es de un punto porcentual, ese pago mensual sería entonces de $474, es decir una diferencia de $10 con respecto a las condiciones iniciales.
Estos escenarios no incluyen variaciones en el valor del dólar, que a la hora de colonizar las cuotas podrían tener un incremento adicional si en el país se presenta una devaluación.
Casi todos los créditos en dólares del país están asociados a la tasa de referencia Prime, que es la más común y además, de la que se esperan mayores aumentos.
La Libor, por su parte, por estar referenciada al sistema financiero de Londres, es menos común que se utilice por los intermediarios financieros en Costa Rica.
En cuanto a la Prime, se encuentra por definición tres puntos porcentuales más arriba que la tasa de referencia de la Reserva Federal, por lo que si esta llegara a 2,50%, como es la expectativa, la Prime terminaría el año en 5,50%, un aumento bastante considerable para los tenedores de créditos en dólares y también, para el resto de participantes, ya que ante el aumento el resto de tasas del mercado tenderían a ajustarse para no afectar los flujos internacionales de capital y los resultados financieros de los bancos y entidades.
Comportamiento de las tasas
Ambas tasas de referencia, Prime y Libor, han tenido un comportamiento alcista en el último año, especialmente por la recuperación de la economía europea y el crecimiento de Estados Unidos.
Después de la crisis económica en el 2008, las tasas se mantuvieron bajas y estables por mucho tiempo. Sin embargo, a partir del 2016 comenzaron a subir.
La Prime Rate se ubicó durante el 2015 en 3,25%, cuando la tasa de la Reserva Federal estaba aún en 0,25%, por los rezagos de la crisis económica.
Sin embargo, en el 2016 tuvo su primer aumento a 3,50% y ya para el 2017 se vivieron siete aumentos, iniciando el año en 3,75% y en 4,5% a principios del 2018.
La Libor también ha tenido una tendencia alcista en los últimos dos años, luego un período de tendencia a la baja que se interrumpió a finales del 2015.
Al cierre del 2015 la tasa se ubicó en 0,61% y a inicios de este año ya se ubicaba en 1,87%.
Las variaciones de la Libor son más comunes que en el caso de la Prime, pues es calculada de forma diferente tomando como promedio las tasas de los bancos más grandes de Londres, haciendo que varíe casi diariamente.
Prevención ante los aumentos
Si ya se tiene créditos a tasa variable, lo mejor es validar los periodos en los que se encuentra pactado el crédito y someter las cuotas a escenarios de cambios abruptos, como devaluaciones o aumentos significativos de tasas de interés.
Además, en este caso, es recomendable mantenerse con suficiente liquidez para no caer en el riesgo de impago.
Otra de las opciones es que en algunos bancos, los clientes pueden solicitar que les ofrezcan un cambio a tasa flotante, sin embargo, esto no solo depende de la oferta de los bancos sino del monto al que esté sujeto el crédito.
En algunos casos, también se negocian cambios de tasas variables a tasas fijas, dependiendo del monto y del tipo de cliente.
También puede renegociar las cuotas con el fin de reducirlas y prepararse para el aumento de tasas.
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Si aún no tiene un crédito pero necesita financiarse, lo conveniente es que el cliente negocie el préstamo a tasa fija, si es posible.
Además, lo ideal es que el deudor no comprometa una gran parte de sus ingresos para el pago del crédito.
Lo recomendable en términos generales es que el deudor tenga comprometido entre el 35% y 40% de sus ingresos para pagar créditos, no más de eso.
Incluso, quienes adeuden menos, pueden guardar una reserva que ayude en momentos en los que las tasas se salgan del margen previsto.