Aunque su valor facial dice solo 50 céntimos de colón, una moneda costarricense de 1914, indistinguible de muchas otras para el ojo inexperto, se vendió en $4.994 en 2013. Si bien este es un caso extraordinario, el mercado de compra y venta de billetes antiguos está acostumbrado a mover montos importantes de dinero y tal vez usted, sin saberlo, puede tener una pieza valiosa.
![Moneda de 50 céntimos costarricense se vendió en casi $5.000 en ha.com.](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/ESMULWWWPZFWPJZRF34PWOUTMA.png?smart=true&auth=815127aea260d556833734e16583f00c1d989dbbc50b7d1743c9162061c8c63b&width=1517&height=903)
Eso sí, no todo lo que brilla es oro: abrir la gaveta de la abuela y encontrarse con una moneda millonaria puede ser el deseo de muchos, pero ocurre en muy pocas ocasiones.
“La mayoría de las personas que se toparon con ese billete del abuelo, con esas monedas que dejó el papá en unas gavetas o cosas de ese tipo, pues creen que se encontraron un gran tesoro y no necesariamente es así”, explica Leonardo Montalbán, presidente de la Asociación Numismática Costarricense.
En El Financiero conversamos con tres expertos en numismática —estudio y colección de medios de pago antiguos— para ayudarle a determinar si tiene un objeto valioso.
¿Cómo se determina el valor?
Mariela Agüero, curadora del Museo de Numismática del Banco Central de Costa Rica, menciona que uno de los errores más comunes es asumir que antigüedad equivale a valor. Sí, qué tan viejo es el medio de pago pesa en la formulación del precio, pero en realidad puede importar poco si se compara con, por ejemplo, la rareza.
Esta es una idea con la que concuerda Montalbán. “Una moneda muy vieja del Imperio Romano puede tener 2.000 y pico de años, pero se han encontrado tantas que su valor decrece”, explica.
![Museo de Numismática](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/PQL6H6U3OVE2FD47Y4ROEGVPDE.jpg?smart=true&auth=ba95fc6447478d24cc3f17151e6a48d40c7adc50d51dea6c8ef34fa5a3991986&width=4256&height=2832)
La rareza, en cambio, puede hacer que objetos más recientes cobren un mayor valor. Lo curioso es que la rareza puede venir en muchas formas. Puede ser porque se emitieron pocas de ese tipo, puede ser porque tal vez sí se emitieron muchas, pero quedan pocos, o puede ser algo tan aleatorio como el número de serie. Normalmente las series bajas son muy apetecidas, cuanto más cerca del uno, mejor, pero también puede ser porque forman una escalera del uno al ocho, por ejemplo, o porque se repite el siete tres veces o porque está en una serie binaria de ceros y unos; las posibilidades son muy amplias, dice Montalbán.
![Museo de Numismática](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/KS5LXMU4ZVC3XDQ57NZ4IQUYVY.jpg?smart=true&auth=b7588269bce327b1dfce768b5bd93cc837d522133675ba0845a6bedefc4933df&width=2928&height=1613)
La rareza también puede venir por errores: una moneda mal acuñada o un billete con algún error ortográfico pueden ser más valiosos, incluso si se trata de objetos de alta emisión. “Los errores de piezas son muy apetecidas y también muy diversas entre ellas porque no hay dos errores iguales”, dice Agüero.
Montalbán cuenta que actualmente hay monedas de ₡500, todavía vigentes como forma de pago, pero que pueden venderse por encima de los ₡100.000 debido a que están mal acuñadas: cuentan con ceros redondos.
La curadora del museo también agrega que la rareza puede venir por su peso histórico. Está, por ejemplo, la primera moneda fabricada en Costa Rica, mejor conocida como “una palmera”, por su diseño. De estas no solo hay muy pocas, sino que tienen un valor histórico alto por ser las primeras.
![Museo de Numismática](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/HH36KHHZ3BHJNIEZIIO2DNUJMI.jpg?smart=true&auth=69df531973e2feddb706e9eb276d4efaee743820a473da4cbdb2d6b9e2003f32&width=3124&height=1712)
Otro ejemplo es la colección de ocho monedas que se subastó en 2016 por $8.225, de entre 1935 y 1937. La particularidad de esta serie consiste en que están perforadas para mantenerlas alejadas de la circulación corriente debido a que se temía un contagio provocado por su uso en zonas de atención de personas con lepra y tuberculosis.
![Juego de ocho monedas de la década de los treinta se vendió por encima de $8.000 dólares en ha.com, una de las principales casas de subastas internacionales. Estas monedas se utilizaron en centros de personas con lepra.](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/LYNXABMWONED5KXMQYFOOJ2A7E.png?smart=true&auth=9c5393c37b026226cdb57fccfd64f558326bdafd3ceeda8296899e8d51cf167c&width=1542&height=861)
El estado de conservación también es un factor importante. Edgardo Pacheco, coleccionista y vendedor de monedas y billetes, dice que un billete o moneda sin circular —es decir, que se compró directo del banco y no se usó como medio de pago— suele tener un mayor valor de venta. También es importante que no esté dañado, pulido o emplasticado.
“Yo vendí un billete nuevo sin circular, creo que era en 1915 o 1916 del Banco Internacional, cuyo precio final fue de ₡1,5 millones”, cuenta Pacheco.
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El otro aspecto que puede subir el precio es la certificación. Actualmente en Costa Rica no hay nadie que certifique billetes o monedas, según mencionaron Agüero, Montalbán y Pacheco. Lo que comúnmente se hace es enviarlas a Estados Unidos para que las casas certificadoras determinen el estado del objeto.
Pacheco dice que la certificación puede, como mínimo, triplicar el valor de un billete o una moneda antigua, dependiendo de otros factores como la rareza y la conservación.
¿Cómo saber si tengo una moneda valiosa?
Como guía general, Montalbán y Pacheco señalan que los objetos más valiosos tienden a ser los que anteceden al Banco Central. Específicamente de 1948 hacia abajo. Esto incluye emisiones, por ejemplo, del Banco Nacional, del Banco Internacional y del Banco Anglo. Si tiene algún material previo a dicho año, puede que tenga algo valioso en sus manos.
Esto no significa que no hayan emisiones más recientes valiosas, dice Montalbán, pero las posibilidades disminuyen. Menciona como ejemplo las monedas conmemorativas, particularmente las que salieron de oro en la década de los setenta.
![Museo de Numismática](https://www.elfinancierocr.com/resizer/v2/QBL3WSAFVRDDFHC2MGJTUNZXUM.jpg?smart=true&auth=7ed52eb8c28a2b4d787f854c6493208064f8fb6d07eab48b7ab4bc77e9dbc301&width=1821&height=1294)
Pacheco también menciona que los billetes de la década de los sesenta tienden a tener un precio más elevado que el resto, pero de igual forma va a depender de la escasez de ese circulante. Este coleccionista también agrega que un billete o moneda con algún sello o firma particular puede que le eleven el valor.
“Un billete de ₡5 con un sello del 150 aniversario de la Independencia de Costa Rica u otro con un sello del 25 aniversario del Banco Central o uno del 72 firmado por Óscar Arias tienen un valor significativo”, dice Pacheco.
¿A quién puede acudir?
Al ser tan variados los factores que hacen valiosa una moneda o billete, puede ser difícil para un inexperto en numismática determinar si se posee una pieza importante o no. El Internet puede ser de ayuda, como referencia. Sin embargo, Montalbán dice que en los últimos años han aparecido más estafadores, así que recomienda acudir a la Asociación para que lo guíen de forma gratuita.
“Somos una asociación sin fines de lucro, lo que nos interesa a nosotros es orientar no solamente a la comunidad numismática, a nuestros asociados, sino también al público en general. Nosotros no te decimos, mirá, eso vale tanto: te damos un rango más o menos aproximado”, dice.
Agüero también recomienda ir a la Asociación, ya que el Museo no valúa el material, pero de igual forma las personas pueden acercarse a la entidad para ser asesorados.
Montalbán y Pacheco consideran que el principal mercado de compra y venta en el país está en grupos de Whatsapp y venta en línea, pero que donde más se ha pagado por el material es en el mercado internacional, donde los objetos costarricenses son muy apetecidos.
En el sitio web de Heretic Auctions (ha.com), una de las casas de subastas más grandes del mundo, se pueden encontrar piezas costarricenses que se han vendido por encima de los $2.000.