En promedio, las tasas activas del país se han reducido ligeramente para casi todas las actividades, sin embargo, las tasas de los créditos de consumo se han elevado, contrario a la tendencia de la Tasa de Política Monetaria (TPM).
Según datos presentados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), las tasas activas de los créditos de consumo con tarjeta subieron en 159 puntos base desde 15 de marzo del 2023 hasta el 24 de abril del presente año, mientras que las de consumo sin tarjeta lo hicieron en 73 puntos.
La tendencia general, sin embargo, ha sido la contraria: ese mismo periodo la TPM se redujo en 375 puntos, los créditos de manufactura en 291, los de servicios y turismo en 257 y los de comercio en 244.
“Encontramos una mayor transmisión de las reducciones de la TPM a las tasas activas, aunque no con la fuerza y la velocidad con la que se quisiera, y todavía llama la atención en actividades como consumo, donde, lejos de reducirse, las tasas han aumentado”, explicó Róger Madrigal, presidente del BCCR, durante la presentación del Informe de Política Monetaria de abril.
Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, le mencionó a este medio en abril que es posible que la ley de usura haya fijado techos artificiales que impiden que la TPM mueva los niveles de dichos créditos en el corto plazo.
“Todos los bancos comerciales cobran tasas más altas por créditos al consumo o sobre las tarjetas de crédito porque es donde las pérdidas esperadas son más altas, eso es lo que nos dice la evidencia empírica, pero además es muy posible que esas tasas estén muy cerca o pegadas al techo establecido por la ley de usura, con lo cual, si eso es así, uno esperaría que tal vez haya menos flexibilidad para movilizarse a la baja”, explicó Cubero.
La ley de usura (N° 9859) fija tasas de interés máximas para los créditos cada seis meses, por lo cual podría generar un rezago en comparación con la política monetaria.
Entre el primer semestre del 2023 y el primero del 2024, las tasas máximas en colones subieron de 35,51% a un 38,55% en colones, mientras que en dólares lo hicieron de un 28,71% a 30,53%.
Adicionalmente, el consumo es un tipo de crédito que, a diferencia de la mayoría, ha crecido a un mayor ritmo en el último año. En 2023 los saldos para este tipo de préstamos subieron en un 7,15%, mientras que el crédito como un todo lo hizo solo en 1,94%.
Para ese mismo año, el crédito de consumo representó un 33% del total del crédito del sistema financiero al sector privado. Este fenómeno también podría explicar en parte que sus tasas se mantengan altas ya que la demanda ha sido fuerte.
Menor transmisión a tasas activas
Desde que empezó a reducirse la TPM en marzo del 2023, el efecto de transmisión al resto de tasas del mercado se ha notado más en las tasas de interés pasivas (lo que los intermediarios financieros le pagan a sus depositantes) en comparación con las activas (las de los préstamos).
La transmisión históricamente tiende a ser más lenta en los créditos, sin embargo, el mismo Banco Central califica el actual fenómeno como inesperado. “Las reducciones de la TPM desde marzo del 2023 y hasta el 31 de marzo de 2024 (375 p.b.) se han trasladado de forma completa a las tasas pasivas, no así a las tasas activas cuya disminución ha sido mucho menor e incluso, contrario a lo esperado, ha aumentado para algunos rubros de crédito”, se lee en el documento.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) justificó en abril el menor traslado a las tasas activas con que, en su momento, las entidades prefirieron no trasladar los aumentos de la TPM a los créditos de los deudores.
Según datos compartidos por la Asociación en febrero, cuando la TPM subió 8,25 p. p., entre diciembre de 2021 y octubre de 2023, en promedio las instituciones financieras elevaron las tasas de interés de los créditos en solo 3,8 p. p. Es decir, hubo una parte de los ajustes monetarios que los bancos decidieron no trasladar a sus tasas activas.
“Me parece que el ejercicio justo es ver cuánto había subido la TPM y cuánto subieron las tasas activas en ese momento, sabemos que no fue en la misma magnitud”, menciona Daniel Ortiz, director de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa).
Tasas de referencia bajarían poco más en 2024
Según información brindada por Óscar Prado, director de Análisis Económico del Banco Nacional (BN), las tasas de referencia en colones estarían cerca de detener sus disminuciones.
El BN proyecta que la Tasa de Política Monetaria (TPM) termine el 2024 en 4,50% y en 2025 llegaría al 4%. Esto tendría un efecto sobre los niveles de la Tasa Básica Pasiva (TBP) y la Tasa de Referencia Interbancaria (TRI) en colones. Estos dos indicadores son las principales referencias para los créditos en moneda local. Es decir, cuánto suben y cuánto bajan marca el valor de la cuota que paga el deudor.
“Con los modelos que manejamos nosotros estaríamos pensando en que ya están con poco margen para que sigan reduciéndose las tasas. Estaríamos llegando a un nivel de estabilidad, esperando que la inflación comience a estabilizarse hacia algo cercano al rango meta que no va a ser este año, pero sí el próximo”, explica Prado.
Según las proyecciones del BN, la TBP cerraría el año en 4,48%, una reducción de poco menos de 30 puntos base en comparación con el actual nivel de 4,74%.
Desde que alcanzó su valor máximo de 6,73% en mayo del 2022, la TBP ha disminuido en prácticamente 200 puntos hasta la fecha.
En el caso de la TRI a tres y seis meses —las más utilizadas— se vería un comportamiento muy similar. La TRI a tres meses se encuentra en 4,11% y, según la expectativa del BN, cerraría el 2024 año en 4,05%. En el caso de la TRI a seis meses, pasaría del actual 5,32% a un 5,16%.
Para el 2025 el BN proyecta que la TBP caería a un 4,17%, mientras que la TRI de tres y seis meses lo haría a 3,96% y 5,12%, respectivamente.
En el caso de las TRI en dólares, el BN proyecta que cerraría en 2,06% para la de tres meses y en 2,75% para la de seis meses. Actualmente estas referencias están en 2,49% y 3,42%.
Prado menciona que esta referencia de la divisa ha tenido un comportamiento más estable en los últimos meses y que empezará a bajar una vez que las tasas internacionales comiencen su descenso. Se espera que Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed, su banco central) ajuste sus tasas a la baja durante el segundo semestre del año.
“Lo que uno podría esperar con ese panorama de tasas internacionales a la baja es que en Costa Rica comencemos a ver una estabilidad en las tasas de interés, tanto en lo lo que resta de este año como el próximo”, considera Prado.
En el último Informe de Política Monetaria de abril el presidente del BCCR, Róger Madrigal, mencionó que con los recientes ajustes a la baja la TPM está cerca de llegar a un nivel de neutralidad (ni muy alta ni muy baja).
Según los últimos cálculos del Central, la TPM debería estar entre un 3,2% y 4,2% para ser considerada como neutral tomando en cuenta las expectativas de inflación a 12 meses de mercado.
Una tasa neutral es la que prevalecería en la economía en una situación de pleno empleo e inflación estable.