Luego de poco más de cinco años de su primer cálculo, la Tasa de Referencia Interbancaria (TRI) ya es utilizada por al menos seis entidades como base para la tasas de interés en créditos, como indicador interno o bien para la colocación de bonos de deuda.
La tasa, que es una alternativa a la conocida Tasa Básica Pasiva (TBP) para operaciones en colones y de tasas de referencia internacionales que se utilizan para operaciones de crédito y captación en dólares, comienza a generar confianza entre el sector.
La Tasa de Referencia Interbancaria se estableció por parte de la junta directiva de la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras en marzo del 2016; el objetivo era que el país contara con un indicador que ofreciera información más acertada sobre los costos de captación en el Sistema Financiero Nacional.
Su publicación se dio en un contexto en el que la metodología del cálculo de la TBP estaba atravesando cambios, que la convirtieron en una tasa “atemporal” (un promedio de las tasas a lo largo de todos los plazos).
“La TRI nace como solución a la necesidad de saber cuál es el costo de captación en colones y en dólares en Costa Rica, y a todos los diferentes plazos a los que se puede colocar y captar dinero; es la información más rica que se puede tener sobre los costos según los plazos”, mencionó Bernardo Alfaro, actual presidente de la Cámara y gerente general del Banco Nacional de Costa Rica.
Actualmente los movimientos de la TRI son publicados tanto por la Cámara de Bancos, como por el Banco Central y firma de información y transacciones Bloomberg.
Para Alfaro, la tasa es idónea para la colocación de créditos y ya cuenta con madurez suficiente para ser adoptada por las entidades financieras, un aspecto con el que no todas las entidades coinciden.
“Había que esperar cierto tiempo para poder usarla, tenía que convertirse en una referencia objetiva y estable, que la gente viera que se podía acceder a los datos de manera permanente (...), ya la utilizan varias entidades financieras”, agregó.
Adopción de la tasa
Justamente, uno de los bancos que ya utiliza la TRI a seis meses para operaciones de créditos hipotecarios, vehículos y de actividad productiva es el Banco Nacional. Para operaciones de créditos y captaciones del público también la utilizan entidades como Promérica, Lafise, Grupo Mutual y Coopealianza.
“Es un uso bastante generalizado; hemos ido utilizando la TRI en etapas, en el 2020 empezamos un piloto con algunos segmentos porque queríamos ver la aceptación del público”, explicó Reinaldo Herrera, director de finanzas del Banco Nacional.
Herrera explicó que el año anterior se empezó a utilizar la tasa principalmente en las operaciones en dólares, ante la próxima desaparición de la tasa Libor (London Interbank Offered Rate) de seis meses.
Según datos del departamento de crédito del Banco Nacional, a junio del 2021 contaban con 61 operaciones en dólares y 317 en colones referenciadas con la Interbancaria. Esto representaba un 2,64% de la cartera total del banco para dicho mes.
El Banco Popular, por su parte, también utiliza la Interbancaria a nivel interno para la estructuración de bonos; recientemente la entidad realizó la primera emisión referenciada a Tasa TRI a seis meses en el primer bono verde de oferta pública en el mercado local.
“Poco a poco se está considerando incorporar la tasa en otros productos, según el portafolio diseñado para los diversos segmentos”, comentó Daniel Mora, subgerente de operaciones del Banco Popular.
Sobre la volatilidad de la Tasa de Referencia Interbancaria y la Tasa Básica Pasiva, Herrera señaló que desde ese perspectiva el análisis histórico muestra que la TRI no tiene una volatilidad muy distante a la de la TBP.
“La ventaja de las tasas TRI en ese aspecto es que estamos hablando de una tasa con distintos plazos; la TBP actualmente recoge las captaciones de todos los plazos entonces por ejemplo si los bancos están captando más a seis meses la TBP va a reflejar esa realidad o si se está captando más a nueve, se va a reflejar una realidad distinta, pero la TRI va a ser fijo”, mencionó.
Al 8 de julio del 2021, la Tasa Básica Pasiva en colones se encontraba en 3,15%. Por su lado, la TRI en colones a seis meses se ubicaba en 3,51%.
En cuestión de 30 días, la TRI varió en 0,11 puntos, mientras que la Básica Pasiva mostró un cambio de -0,05 puntos en el mismo periodo. Si se compara el 8 de julio del 2020 con la misma fecha del 2021, la disminución de la TBP llega a 0,75% mientras que la Interbancaria se redujo en 0,51%.
Planes de adopción
Pese a que ya lleva cinco años disponible, la mayoría de entidades del sistema financiero nacional aún no adopta la referencia, aunque sí brindan la información necesaria para su cálculo.
Amedeo Gaggion, director de tesorería de Scotiabank, señaló que actualmente la entidad no ofrece ningún producto utilizando la tasa TRI como referencia, pero que la consideran de gran importancia y que por ello contribuyen a la formación de precios semanal en ambas monedas.
“Creemos que es muy posible que en un futuro cercano la ofrezcamos en nuestros productos, basados en la evolución y adopción que logren a nivel de mercado”, comentó Gaggion.
Manfred Agüero, gerente de tesorería de Coopenae, explicó que si bien no mantienen productos activos o pasivos indexados a la TRI, la entidad la toma en cuenta como referencia de la dirección y el nivel de las tasas del sistema financiero costarricense.
El funcionario recordó que a raíz de algunas variaciones en el cálculo de la Tasa Básica Pasiva (TBP), consideran que la tasa TRI brinda un mejor reflejo del costo de fondos promedio de las entidades financieras y toma en cuenta una diversidad de plazos que permiten mejores comparaciones.
“La TRI surgió en un momento en que veníamos de varios cambios en el cálculo de la Tasa Básica Pasiva, por lo tanto, genera seguridad que la tasa TRI surge a partir de un modelo de cálculo convenido por las entidades y se mantiene estable”, dijo Agüero.
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Hay otras entidades que aún esperan una mayor trayectoria del cálculo. El director de finanzas de Davivienda, Federico Cháves, señaló que tampoco utilizan actualmente la tasa de referencia al ser una curva de referencia “relativamente nueva” y que aún se considera pocos instrumentos en el mercado financiero.
EF consultó a otras entidades financieras sobre la utilización de la TRI, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta. El Banco de Costa Rica (BCR) únicamente señaló que no utiliza la tasa.
Un reflejo local
Herrera recalcó que para la adopción de la TRI se tomaron en cuenta varias de sus características, como el reflejo que representa de las condiciones del mercado local. Esa es una de las ventajas frente a otras tasas como la Libor, que se relaciona a la situación del mercado de eurodólares, un contexto financiero que dista del costarricense.
Asimismo, señaló que las tasas deben cumplir con varios estándares como estar sujetas a auditorías de sus cálculos y mantener una metodología estable, dos factores que encontraron en la TRI.
“Ya tiene su recorrido, estamos hablando de una historia de ya cinco años. Ya es suficiente para poder hacer análisis y determinar si las referencias funcionan o no”, dijo Herrera.
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Por su parte Mora, del Banco Popular, señaló que se trata de una tasa técnica y robusta, que brinda información real y no expectativas de la situación del mercado, con lo que coincidió Herrera.
“Representa alrededor del 94% del saldo total en captaciones reportado por la Sugef en colones y en dólares, por lo que brinda un buen margen de confianza; además, es una referencia de mercado seria y con buen margen de información histórica que le respalda″, explicó el subgerente del Banco Popular.
La expectativa de la Cámara de Bancos es que, al corto plazo, más entidades financieras adopten la TRI como tasa de referencia y llegue a convertirse en la más utilizada en el Sistema Financiero Nacional.