El último ajuste de 50 puntos base (p. b.) en la Tasa de Política Monetaria (TPM) hizo que por primera vez desde el 2006 —año más antiguo con datos disponibles en línea— el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tuviera una tasa de referencia menor a la de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed, su banco central).
Al 25 de marzo, la TPM se situó en 5,25%, un valor igual al suelo de la tasa de la Fed y 25 p. b. por debajo del límite máximo de la referencia estadounidense (5,50%). Lo más que se habían acercado estas dos tasas antes del actual periodo fue durante la pandemia, cuando el BCCR bajó la TPM a 0,75% y la Fed mantuvo un rango de 0% a 0,25%.
Es relativamente natural que este fenómeno no se haya dado antes debido a la disparidad del riesgo entre ambas economías. Los países más pequeños con monedas débiles normalmente deben pagar un premio adicional a sus inversores mediante una tasa más alta para compensar la diferencia que da invertir en un gigante como Estados Unidos en comparación con, por ejemplo, un mercado en desarrollo como el de Costa Rica. Esto hace que los banqueros centrales suelan tener en su mente el diferencial de tasas con las potencias a la hora de definir su política monetaria.
Sin embargo, hoy hay una nueva disparidad que hace posible tener una tasa menor a la de la Fed: la inflación. Tanto la tasa de la Fed como la del BCCR son instrumentos cuyo primordial uso es controlar los precios. En momentos de alta inflación, los bancos centrales suben sus tipos de interés (ciclos restrictivos) para detener el encarecimiento al premiar el ahorro sobre el gasto. Esto suele enfriar la economía, así que cuando necesitan reactivar la producción (ciclos expansivos) bajan las tasas con el fin de incentivar nuevamente el gasto.
Mientras que Costa Rica lleva ya nueve meses consecutivos con una inflación por debajo del 0%, Estados Unidos todavía no ha podido encaminar sus precios a la meta de la Reserva Federal (2%).
“La inflación en Estados Unidos se encuentra cerca de un 3,2%, rango que se mantiene sin mayores cambios en los últimos meses, lo que ha limitado las opciones de disminuir las tasas por parte de la Fed”, explica Luis Alvarado, analista económico y bursátil de Acobo Puesto de Bolsa.
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Esa diferencia le ha dado más espacio a Costa Rica para bajar su TPM y así tratar de subir su inflación a la meta del BCCR (3%). En Estados Unidos, en cambio, no se anticipan ajustes a la baja por parte de la Fed hasta el segundo semestre del año en un escenario optimista.
Riesgos del diferencial
Róger Madrigal, presidente del BCCR, ha sido reiterativo en que el diferencial con las tasas de interés internacionales es un elemento que ha impulsado al ente emisor a tener mucha cautela a la hora de bajar su TPM, pese a una inflación en terreno negativo.
El riesgo, según el banquero central, está en los movimientos de portafolios. Si las tasas costarricenses mantienen un premio muy bajo en comparación con las internacionales, entonces los inversores se llevan dólares de Costa Rica hacia el extranjero, lo cual añade una presión hacia el alza en el tipo de cambio.
Esto ya lo ha vivido el país anteriormente. Entre 2020 y 2022 —periodo de bajas tasas de interés—, las operadoras de pensión demandaron una alta cantidad de dólares para invertirlos en el extranjero, lo cual ayudó a la fuerte devaluación de la moneda nacional que se vivió durante esos años.
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El riesgo está en que un aumento en las expectativas del tipo de cambio suele traducirse en una subida en las expectativas de inflación, un fenómeno que incomoda al Banco Central ya que su principal mandato es defender la estabilidad de los precios. Actualmente las expectativas de inflación medidas por el BCCR a 12 meses comulgan con el rango de tolerancia de ±100 p. b. alrededor del 3%.
“Si nosotros desalineamos mucho un precio, eso tiene consecuencias macroeconómicas. Entonces, el banco sí tiene una restricción. Toda economía pequeña y abierta tiene una restricción en las tasas de interés con lo que le ocurre con el resto del mundo”, mencionó Madrigal en una entrevista con El Financiero en febrero del 2024.
No es sorpresa, entonces, que el presidente del BCCR calificara como un “movimiento relativamente agresivo” el nuevo ajuste que los puso por debajo de la Fed.
Sin embargo, el estratega de inversiones de BN Valores, Javier Cortés, mencionó que no se espera que la caída en la tasa se traduzca en un aumento fuerte en el tipo de cambio. “Aunque (una subida) pueda suceder, probablemente su efecto sea limitado debido a que las condiciones de liquidez externa continúan amplias en la economía, tanto por el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios como por la llegada de flujos financieros en forma de inversión extranjera y financiamiento gubernamental”, explicó.
Más espacios para la baja
La prudencia con la que se ha movido el Banco Central no ha sido bien vista por las cámaras empresariales más grandes del país, las cuales han acusado al ente emisor de moverse demasiado lento.
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) calificó como “insuficiente” la reciente disminución de 50 p. b. “El sector empresarial insta nuevamente al Banco Central a aplicar una mayor disminución en la TPM para evitar mayores consecuencias en detrimento de la competitividad del sector productivo”, mencionó la entidad por medio de un comunicado de prensa.
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) también mencionó que la reducción “no es suficiente, pero va en la dirección correcta”. La CICR agregó que la política monetaria ha sido más restrictiva de la cuenta cuando se toma en consideración que el país tiene una inflación interanual negativa y la actividad económica ha estado desacelerándose.
Las principales quejas se originan por la apreciación del colón que supuestamente está causando el Banco Central al mantener su tasa elevada, además del encarecimiento de los préstamos.
Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, mencionó que “claramente todavía queda mucho” espacio y catalogó la baja como un movimiento “moderado”.
“El Banco Central no debería verlo como un riesgo para la política monetaria ni para el cumplimiento de la meta de inflación, sino por el contrario como el vehículo por el cual logrará obtener su meta, que en este momento no la está cumpliendo”, le dijo el exbanquero central a este medio.
Costa Rica actualmente es el país latinoamericano con metas de inflación que más ha reducido su TPM en el último año (de 9% a 5,25%), también es el único con una inflación negativa. Dichos ajustes han contribuido a que el premio por invertir en colones esté por debajo del 0%, según cálculos del BCCR.