La banca ‘en la sombra’ pasará por la lupa de las entidades supervisoras del país, si la propuesta para ampliar el perímetro de fiscalización recibe una luz verde este año.
La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) trabaja en la ejecución de un estudio de experiencias de este segmento, que determinará cómo se implementaría esta medida.
De este modo, empresas comerciales que otorgan créditos a sus clientes o aquellas que están dedicadas a la entrega de préstamos de dinero o tarjetas de crédito, pero carecen de regulación, tendrían que cumplir con los mismos requisitos que los bancos, cooperativas y demás entidades del sistema financiero nacional.
EF entrevistó a Javier Cascante, superintendente de entidades financieras, para conocer el porqué de la propuesta y los pasos para implementarla.
¿Por qué ampliar el perímetro de supervisión a algunas de las entidades en la “banca en la sombra”?
El tema de la banca en la sombra no es un tema de que a la Sugef le interese la captación de recursos o el negocio de intermediación. Lo que nos preocupa son dos cosas: Una es entender los efectos contagio que puedan tener muchos de estos actores hacia el resto del sistema financiero.
¿A qué me refiero? Estas entidades prestan dinero, pero ese dinero no les nace ahí en el jardín, si no que en algún lado tuvieron que financiarse para poder prestar. En el caso de que les queden más los deudores, la entidad también le quedará mal a quien le financió. El no conocer las operaciones de estas entidades puede de alguna manera generar algún un problema de naturaleza sistémica.
En Chile hubo un caso sonado que es el caso de La Polar, una empresa grande de departamentos, que su negocio comercial también tenía un negocio financiero y éste llegó a crecer tanto que llegó a ser mayor que el nicho comercial. Entonces, una entidad que era dedicada y muy buena para vender electrodomésticos, también tenía tienda por departamentos, llegó a tener un negocio financiero más grande, en donde no necesariamente los dueños eran expertos. Estoy hablando de tarjetas de crédito, financiamiento, inversiones. Y ¿qué pasó?, que cuando algo se fracturó en su estructura financiera, La Polar tenía conexiones en el sistema financiero, que llevó a que otras entidades tuvieran problemas de solvencia y problemas serios.
El segundo tema es que detrás de ese tipo de operaciones de crédito hay deudores, y hoy nuestro Centro de Información Crediticia (CIC) -sistema integrado de registro que consolida la información de la situación crediticia de los deudores-, solamente considera la información crediticia que tienen las personas con entidades supervisadas por la Sugef. Por ley, nuestro CIC solamente permite tener la información que las entidades nos suministran de sus deudores. Entonces las deudas que yo pueda tener con almacenes por departamentos, no se consideran dentro del CIC. Cuando la gente valora la capacidad de pago de un deudor en un banco, puede que no esté viendo la historia completa. Entonces, pareciera conveniente que esta información estuviera disponible.
Todo este tema del perímetro supervisor, lo que busca es tener un conocimiento lo más amplio posible de los usuarios de los servicios financieros desde el punto de vista, principalmente, de su capacidad de pago y de su comportamiento en materia de crédito. En segundo lugar, entender cuál es el impacto sistémico que pueda tener una entidad de estas que realiza negocios financieros (banca “en la sombra”) y los efectos que pueda tener en el resto del sistema financiero. Ese es el objetivo principal. Nosotros lo que estamos valorando es qué podemos hacer con el marco legal actual y qué cosas requerirían una reforma de ley. Tenemos que hacer un estudio que está próximo a presentarse al Consejo (Conassif) en esa línea.
¿Cuándo estaría lista la propuesta?
Pronto. Yo creo que eso debería estar antes de que termine la mitad del año, estamos hablando de un par de meses.
¿Qué cambiaría si estas entidades son supervisadas?
Cuando tengamos esa estadística, evidentemente el tamaño del crédito no será solo el de las entidades que supervisamos, sino también el de las entidades que agreguemos, con todas las ventajas que tiene eso. Se podrá hacer un estudio más integral del endeudamiento del país.
¿Cuáles son los siguientes pasos para ampliar la fiscalización de la Sugef?
Se hace un estudio y se valora la estrategia que se quiere aplicar. No se trata de hacer lo imposible. Si hay que incorporar gente a la supervisión financiera, eso lleva un proceso y no le podemos decir a las entidades “mándeme información el otro mes” porque pueden no estar preparados para eso. Eso lleva una gradualidad, es un proceso que probablemente nos va a tomar años implementarlo totalmente. El Consejo lo que debería valorar es esa estrategia de implementación, si es que le parece bien lo que planteemos en el estudio nosotros.
De la valoración que han hecho hasta el momento, ¿qué cambios se deben ejecutar para incluir a estas entidades en la supervisión?
Si yo quisiera que la información del CIC incorpore otro tipo de actores, que no son regulados, hay que cambiar la ley y probablemente producto de lo que vayamos a hacer es un proyecto de ley para modificar eso.
Anteriormente comentaba del caso de La Polar, de Chile, ¿considera entonces que el riesgo sistémico es una preocupación de la banca ‘en la sombra’?
Puede ser. Todo depende de los niveles de interconexión que tengan esos actores con el resto del sistema financiero. A veces no es tanto el tamaño de esos actores, si no la cantidad de interconexiones que tienen. Por ejemplo, AIG, la compañía de seguros que quebró en la época de la crisis, porque una empresa pequeñita, que casi era ínfima dentro del organigrama, le provocó un colapso sistémico a todo el grupo.
Entonces, aquí es igual, lo que se busca es tener un mejor conocimiento del rol que juega cada uno de estos señores dentro del escenario financiero.
Parte del ejercicio es que, ya vamos a conocer el perfil de los clientes de estas empresas y tendrán que reportar, hacer estimaciones y cumplir con todos los requerimientos que se le exigen a una entidad supervisada. Eso de alguna forma va a beneficiar al sistema financiero y tendrá sus valores agregados en el tiempo.
¿Por qué el consumidor se endeuda con este tipo de entidades y busca el sistema financiero formal?
Hay varios aspectos. Uno, los requisitos que tienen las personas para acceder al sistema financiero formal. Eso es un problema regulatorio. Si usted le pone un montón de requisitos a la gente para pedir un crédito, la persona prefiere ir donde el prestamista del barrio.
El acceso a los servicios financieros es un tema importante. Precisamente, una norma que está en consulta, la 1210, promueve y elimina un montón de requisitos dentro de la política Conozca su Cliente, que no son de valor agregado, buscando favorecer la inclusión financiera.
El segundo elemento es que puede ser que la gente que recurra ahí, es gente que tiene niveles de endeudamiento altos. Puede ser que le pidan menos requisitos pero también le van a cobrar una tasa de interés más alta porque el nivel de riesgo es evidentemente más alto.
Conste, el prestamista personal no es shadow banking, si no que se trata de entidades o grupos grandes que pueden significar un efecto importante que no les vaya bien desde el punto de vista financiero.
¿Cuáles cambios se realizarán en la norma 1210?
Son más que todo en la política Conozca a su Cliente, donde se le da flexibilidad a las entidades para que tengan una política mucho más acorde a su perfil de riesgo y en alguna medida en el tema de los datos personales del deudor. Dar la oportunidad de que las entidades tengas un mecanismo más eficiente para no estar pidiendo información a la gente que es de bajo riesgo, por ejemplo. La normativa está en consulta.
Para finalizar, ¿cómo manejar la preferencia del consumidor por endeudarse, en vez de ahorrar?
El que diga que prefiere consumir mañana que consumir hoy, es complicado. La mayor parte de la gente tiende a consumir en el presente, y no necesariamente se tienen los ingresos necesarios para consumir en el presente y por tanto la gente termina endeudándose.
El problema no es ahorrar o pedir prestado, el tema es más bien la capacidad de pago de la persona. Si bien el ahorro es importante, también lo es que la gente sea consiente de cuánto es su capacidad de pago, lo que puede obtener al hacer un presupuesto.