Pese a que Occidente tomó la medida estricta de congelar los activos del Banco Central ruso para limitar su capacidad de acceder al cofre de guerra de $630.000 millones en reservas internacionales, a Rusia le quedan alternativas para evitar que su economía se paralice.
Entre esas opciones están hacer uso de las reservas en yuanes y en oro; las cuales componen el 34,8% del total que posee el Banco Central ruso.
Las reservas de la entidad, que incluyen divisas y oro, son fundamentales para los esfuerzos de Rusia por detener la depreciación del rublo y frenar la inflación debido a la debilidad de la moneda.
Incluso, en los últimos años Rusia se ha preparado para soportar este tipo de medidas económicas en su contra: ha recortado su gasto, ha disminuido la deuda y ha reforzado las reservas de divisas. Además ha intentado diversificar su cartera comercial para volverse menos dependiente de la Unión Europea (UE).
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“(El presidente de Rusia, Vladímir) Putin era consciente de lo que podía venir tras los conflictos de Crimea y el Donbás. Había visto ya los ejemplos de Corea del Norte, Irán, Cuba o Afganistán, que no pueden disponer de las reservas de su Banco Central. Y decidió diversificar e ir depositando sus reservas en otras plazas financieras, como China”, afirmó el economista Juan Ignacio Crespo; según el medio de comunicación El País.
No obstante, a pesar de que Rusia pueda sortear parte de los efectos de la drástica sanción económica, en estos momentos el Banco Central ruso no puede utilizar (transferir) los recursos financieros que tiene invertidos en países como Estados Unidos, Canadá, las naciones miembro de la UE, Suiza, Reino Unido y Japón; países en los que se encuentra casi que el 50% de las reservas rusas.
Las opciones de Rusia
Las más recientes cifras del Banco Central ruso revelan que, desde que invadió la península de Crimea en 2014, Rusia ha estado fortaleciendo sus reservas en oro y en divisas extranjeras alternativas al dólar, lo cual les permitiría protegerse ante represalias económicas.
Precisamente, de acuerdo con el último informe oficial publicado por la institución en enero de 2022, con datos al 30 de junio de 2021, China es el mayor tenedor de reservas en moneda extranjera de la entidad financiera, pues el 13,8% del total de las reservas internacionales rusas está en el país asiático, casi la misma proporción de activos que la máxima autoridad monetaria de Rusia posee en yuanes (13,1%).
Sin embargo, la mayor parte de las reservas se encuentran en Rusia en forma de oro, el cual representa un 21,7% del respaldo que mantiene el Banco Central ruso.
Esto significa que, ante el avance de las sanciones económicas, Rusia continuará teniendo bajo su control más del 35% de sus reservas internacionales como resultado del oro monetario guardado en sus bóvedas y las reservas depositadas en China.
Por lo que de acuerdo con el medio de comunicación The Wall Street Journal, como mínimo, es probable que una mayor parte del dinero de Rusia se desplace hacia el oro y los activos chinos.
Empero, Sergei Guriev, economista de la Universidad Sciences Po de París, mencionó al diario Financial Times que estas opciones también están llenas de incertidumbre. “Quien diga que será fácil vender oro o yuanes debe estar bromeando. Los bancos estatales chinos ya están bloqueando la financiación de las ventas de petróleo ruso. China tiene miedo, y con razón, de las sanciones secundarias. Esto es realmente un cambio de juego”, expuso el economista.
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Por su parte, mientras que para otros países sería “tremendo” que le congelen los activos que su Banco Central mantiene en el exterior, en el caso de Rusia teniendo relación con China, gran parte del efecto de la medida no va a ser “tan tremendo”; según Eduardo Lizano, expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
“Entre ellos dos (el presidente de China, Xi Jinping, y Putin) se tendrían que poner de acuerdo en una medida (...) hay que ver si los chinos están dispuestos a comprarle el oro (a Rusia) y a servir para desbloquear la decisión que tomó la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos”, explicó el exjerarca del BCCR.
Además, agregó que “con esa posible válvula de escape que tengan con China, el efecto (de la sanción) va a ser mucho menor que si no la tuvieran”.
De tal forma que la medida de congelar los activos del Banco Central ruso en el exterior obliga al país a aferrarse al yuan y al oro que tiene acumulado.
Impacto en Rusia
Según Julia Friedlander, investigadora senior y directora de la Iniciativa de Estadismo Económico del Centro de GeoEconomía del Atlantic Council, en Estados Unidos, va a tomar un poco de tiempo antes de que los rusos agoten los recursos que poseen para mantener su economía. Rusia aún tiene un “salvavidas financiero” con sus reservas locales, “pero se les puede acabar bastante rápido”.
“El escenario está cambiando. Las sanciones financieras pueden provocar un colapso de la economía rusa y cambiar el rumbo de la guerra, pero no sabemos si eso va a ocurrir. Lo que hemos visto es que hay una implosión de la banca comercial como resultado de las sanciones”, dijo Friedlander en entrevista con BBC Mundo.
Por su parte, el medio de comunicación El Confidencial hizo hincapié en que las sanciones interpuestas contra Rusia, tras invadir a Ucrania, han reducido “exponencialmente” el cofre de guerra de Rusia que, salvo que consiga la victoria en el corto plazo, “podría acabar teniendo que sentarse a la mesa de negociaciones con una mano muy debilitada”.