La golpeada economía costarricense se enfrenta a un año en el que deberá superar una de sus mayores caídas de las últimas décadas.
Después de atravesar una fuerte contracción, ahora las autoridades deberán tomar acciones que le permitan al país mejorar indicadores. Lo anterior supone medidas contra la pandemia del coronavirus y una eventual solución al problema fiscal que atraviesa Costa Rica.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica, explicó en una entrevista con EF, que el proceso de vacunación deberá ser rápido y masivo para bajar la tasa de letalidad del virus, y por ende recuperar la confianza de los mercados y consumidores.
El jerarca aseguró que la vacuna no es el único factor, sino que adicionalmente el país deberá buscar cómo sanar las finanzas públicas en el largo plazo. Comentó que el camino más saludable y efectivo para lograr esto es a través de la aplicación de la norma fiscal aprobada en diciembre del 2018 y con un acuerdo para obtener recursos por parte del Fondo Monetario Internacional.
Por otra parte confirmo que mientras la inflación se encuentre por debajo de la meta, el Central mantendrá la Política Monetaria expansiva y contracíclica por lo que es de esperar que para el 2020 se sigan observando bajas tasas de interés y un Banco Central activo en el mercado cambiario en el caso de ser necesario.
A continuación un extracto de la entrevista, del pasado jueves 7 de enero, con el presidente del Banco Central de Costa Rica:
En las proyecciones de octubre 2020 ustedes aseguraron que la contracción en la producción sería del una caída menos fuerte en manufactura, servicios empresariales e intermediación financiera, pero para el tercer trimestre la cifra del PIB fue de 6,7% ¿Es posible que el país se recupere de un descenso tan importante en el corto plazo (2021) y de cuáles factores depende?
En efecto hemos visto una recuperación sostenida de la actividad económica costarricense desde el mes de junio, eso viene corrobarado por varios indicadores en particular el índice mensual de actividad económica (IMAE) que toca fondo en mayo y a partir de junio empieza a recuperarse pero hay otros indicadores que muestran una tendencia similar.
Por ejemplo, los que tienen que ver con consumo de combustibles, ocupación hotelera, los precios de los alquileres en zonas residenciales que muestran que la capacidad de consumo de los costarricenses está en proceso de recuperación.
Es un proceso de recuperación gradual desde la caída en la actividad económica que sufre el país y la economía mundial a partir de la propagación del virus. Entre marzo y mayo la economía costarricense, como la mayoría de economías del mundo, sufrieron una estrepitosa caída, pero estamos en una fase de recuperación sostenida desde junio y que cobró particular fuerza en diciembre.
El mes de diciembre fue particularmente bueno en facturación para el sector de comercio, estamos hablando de un crecimiento de doble dígito en términos interanuales. Es decir, no solo fue mejor que los meses anteriores sino que fue mejor que el mes de diciembre del 2019.
Esto refleja que ha habido una reapertura de la economía, que es lo que ha permitido el proceso de recuperación económica se dé y vaya cobrando fuerza. Segundo, hemos visto una caída moderada en las tasas de desempleo.
De manera que por esa vía vemos una recuperación en la capacidad de consumo de los costarricenses, además está el factor fin de año que siempre estimula el comercio.
Cifras tan importantes de crecimiento en el mes de diciembre en relación con diciembre del 2019 sugiere que hay algo más fuerte que un factor estacional. Todo esto sugiere que las proyecciones establecidas por el BCCR en octubre serán ciertas, es decir, que posiblemente andemos por ahí o un poquito más abajo (contracción menor).
- ¿En vista de esos hechos qué factores son claves o hay que ponerles atención en este momento?
Yo diría dos factores macro que son fundamentales y que para Costa Rica recupere ese vigor o senda de recuperación, el primero tiene que ver con la evolución de la pandemia a nivel mundial y el posible éxito en el despliegue de vacunación mundial y nacional.
Hemos visto que los mercados han reaccionado con optimismo ante la noticia de que algunas de las vacunas estarían a disposición del público para el 2020 y que su distribución iniciaba en el mismo mes como fue el caso de Costa Rica y alguno de sus principales socios comerciales, eso ha dado mucho optimismo en los mercados.
Es fundamental para desarrollo de las economías en el mundo que se dé con éxito y lo antes posible para poder ir solidificando y cimentando el sentimiento de confianza.
- ¿Cuando habla de campañas de vacunación con éxito debería interpretar que también es masiva?
Sí, sobretodo campañas que logren llegarle a los sectores más vulnerables para que se alcance en forma relativamente rápida una caída en la tasa de letalidad, es decir, que si se empiezan a ver una vacunación masiva en las personas de riesgo, caiga la tasa de mortalidad para fortalecer la confianza de los mercados.
- ¿Cuando dice relativamente rápida se refiere al primer trimestre?
Sí, yo esperaría en el caso de Costa Rica en los primeros tres o cuatro meses de este año veamos los grupos prioritarios con un alcance de vacunación importante que permita una reducción sensible de la tasa de letalidad.
Es un factor importante y que va a ayudar. La gente va a empezar a sentir más confianza con un porcentaje mayor de vacunación.
No es el único factor ni es suficiente. Además está la tarea de mantener contralada la tasa de contagio de la pandemia pero debemos ver una conducta responsable en la ciudadanía.
- ¿Han podido medir cuál es el impacto que tiene el proceso de vacunación y la cantidad de personas que vacunen, sobre las economías?
Es fundamental, pero aún no hay datos suficientes para intentar hacer estudios econométricos y lo que uno podría tratar de hacer es modelar el impacto que sobre la vía de la confianza, expectativas económicas y las condiciones financieras que son muy sensibles a la incertidumbre.
Ahí uno podría hacer uso de la herramienta de modelación para tratar de vislumbrar cuál es impacto que tendría una campaña más o menos exitosa de vacunación, pero no técnicas econométricas porque aún no tenemos series de datos por largos periodos para hacer esos ejercicios.
Sí es muy claro que el nivel de éxito que tengan las campañas de vacunación y su prontitud tendrá mucho que ver con la confianza que eventualmente despegue en los mercados financieros y mercados reales.
- ¿Cuál es el impacto de la situación fiscal?
Un segundo factor clave para la economía costarricense es que el tiene que ver con el tema fiscal, sabemos que Costa Rica atraviesa como consecuencia de la pandemia una situación fiscal delicada.
El país ya venía atravesando por una década y media, tal vez unos 12 años, una situación difícil en las finanzas públicas. Hace un esfuerzo de estabilización con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas que daba un patrón de estabilización en el mediano plazo. Pero sus efectos apenas se empezaban a sentir cuando nos golpea la pandemia y ese impacto exige un esfuerzo adicional y es en ese esfuerzo en lo que se ha dedicado el país en los últimos meses para proponer una serie de medidas adicionales que alcancen para la estabilización de las finanzas públicas en el mediado y largo plazo.
El gobierno se ha propuesto hacerlo en el marco de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional.
Es fundamental que se de un avance a nivel nacional en la discusión legislativa de las medidas de ajuste fiscal, pero es importante que se haga con el FMI porque como hemos venido manifestando eso nos va a dar un sello de confianza a las políticas macroeconómicas del país que le permitirá acceder en mejores condiciones al crédito externo y doméstico.
Eso se va a reflejar en menores tasas del gobierno y mejores condiciones financieras para todos los costarricenses.
- ¿Los ajustes que se hagan no tendrían un impacto recesivo o serían menores a lo que ya hemos visto?
No, justamente concuerdo con el análisis de que un ajuste fiscal siempre va a tener un impacto de ralentización sobre el crecimiento económico porque retira impulso al crecimiento por definición. Pero hay que ver el efecto compensatorio que tiene sobre el crecimiento económico el impacto que tiene ese ajuste fiscal sobre las expectativas y tasas de interés.
Por el canal de expectativas y tasas de interés hay un efecto compensatorio que podría compensar lo recesivo.
Hay toda una teoría sobre los ajustes fiscales expansivos en el sentido de que sí puede haber circunstancias particularmente para países que tienen tasas de endeudamiento muy altas como es el caso de Costa Rica, donde un esfuerzo de ajuste fiscal más bien redunda en un fortalecimiento de la confianza y consecuentemente menores tasas de interés, mayores tasas de consumo y mayores tasas de inversión.
Creo que algo de eso fue lo que vimos en el 2019, después de la aprobación de las Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, en diciembre del 2018 empezamos a ver no solo se recuperan los mercados financieros, también el tipo de cambio y empieza a aumentar la tasa de crecimiento económico.
Estamos llegando a un punto similar donde el efecto de la incertidumbre alrededor de tema fiscal nos está golpeando y nos puede golpear más a futuro.
Hay otro factor que pueden ayudar con la recuperación económica y es el que tiene que ver con el crédito. Durante el 2019 y 2020 el crédito al sector privado continúa una senda de desaceleración.
Concluimos el 2020 con una tasa de crecimiento del crédito al sector privado cercana a cero. Los estimados iniciales es que el crédito habría crecido en forma interanual al mes de diciembre un 0,2%. Con un crecimeinto un poco mayor del crédito en colones y uno negativo en dólares, lo cual representa un proceso de desdolarización.
El estancamiento del crédito es un factor al que hay que ponerle lupa, por eso hemos venido manejando la política monetaria y financiera para enfrentar algunos de los problemas que son consecuencia del estancamiento.
Yo pensaría que hay dos problemas que pueden estar en la base de este estancamiento. El primero que tiene que ver con las condiciones de financiamiento de los bancos y en eso sí el BCCR ha ayudado muy fuertemente con la política agresiva de reducción de tasas de política monetaria.
También se han hecho reformas normativas por parte de Sugef y Conassif que han ayudado al otorgamiento de arreglos de pago y readecuaciones por parte de los intermediarios financieros.
Adicionalmente el BCCR ha puesto mejores condiciones de liquidez en el mercado para facilitar el otorgamiento de crédito. Mientras se ha hecho ese esfuerzo, hemos visto que hay un desplazamiento de los depósitos a plazo a instrumentos a la vista o corto plazo. Esto le genera un problema de calces a los intermediarons que puede dificultarles el otorgamiento de créditos.
Para evitar este problema, el BCCR puso a disposición de los intermediarios financieros una línea de crédito de ¢700.000 millones.
Por otra parte, la incertidumbre golpea tanto la oferta como la demanda de crédito. Por el lado de la demanda muchas empresas se verán reticentes a pedir préstamos cuando no saben cuales son las condiciones que van a enfrentar a futuro y tendrán cierta aprensión de comprometer inversiones en un contexto de incertidumbre.
La demanda se concentra en arreglos de pago de los créditos existentes más que en la solicitud de nuevos.
- En el 2020 se llevó a cabo una política monetaria expansiva. Préstamos, intervención y tasas bajas con transmisiones eficientes. Eso crea confianza. ¿Tiene el BCCR la capacidad en el 2021 para seguir ejecutando esas acciones en caso de que se necesiten?
Así va a ser. La política monetaria está firmemente anclada a la meta de inflación, en ese sentido tiene espacio para mantener la postura expansiva y contracíclica.
Los modelos de pronóstico del BCCR apuntan a inflación contenida y por debajo del punto inferior del rango meta en los siguientes dos años, de manera que tenemos suficiente espacio por la vía de los pronósticos de inflación y también por la vía de expectativas de inflación.
Los agentes económicos en Costa Rica están esperando a futuro una inflación baja, lo que nos da un espacio para mantener una política de tasas de interés bajas.
Estamos conscientes de que eso genera un premio negativo por inversión en colones, lo que provoca presión al tipo de cambio, pero la política monetaria se adapta a la meta de inflación.
Si eventualmente se enfrentan presiones sobre el tipo de cambio, no será la política monetaria —vía tasas de interés— la que solucione ese problema, sino la intervención en el mercado cambiario como lo hicimos en el 2020.
Estamos en una fase recesiva tenemos la inflación por debajo de la meta, consecuentemente tenemos espacio para que las tasas de interés bajen y apoye la recuperación económica.
Si existieran presiones en tipo de cambio porque las tasas de interés están bajas lidiaremos con esa presión no subiendo las tasas de interés, sino utilizando las herramientas del BCCR para estabilizar.
- ¿Cómo nos puede afectar la evolución de las vacunaciones en los principales socios comerciales como Estados Unidos y Centroamérica?
Para Costa Rica es fundamental la evolución de la economía norteamericana por ser nuestro principal socio comercial. Hasta ahora las noticias han sido muy positivas.
En el caso de Centroamérica, como en toda región, hay muchos factores que van a influir sobre la actividad económica. Un factor positivo que sucedió el año pasado fue la evolución de las remesas que se esperaba bajaran como consecuencia de la pandemia, pero se han mantenido muy fuertes y con crecimientos internanuales positivos.