La economía costarricense crecerá un 2,9% del PIB este 2021, 0,3 puntos porcentuales más de lo que el Banco Central previó en enero anterior. No obstante y de acuerdo con proyecciones la cifra podría ser mayor, la recesión en la que aún está sumergida la llegada de turistas al país, afectará la recuperación.
El pasado viernes 30 de abril el presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Rodrigo Cubero, divulgó la cifra revisada al alza durante la exposición del Informe de Política Monetaria de dicho mes.
En la presentación Programa Macroeconómico en enero pasado, el Central había establecido la expectativa de crecimiento en 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB); no obstante diversos factores como una mejor perspectiva en el crecimiento económico mundial y el aumento de la demanda externa para los bienes costarricenses generaron una mejora en las proyecciones.
Para el 2022, la proyección de crecimiento según los nuevos cálculos se mantiene en 3,6% del PIB. Cubero aseguró que para este año, si bien la proyección es de 2,9%, hay potencial para una cifra mayor.
Afectación del turismo
En entrevista con EF, Cubero señaló que la lenta recuperación de la actividad turística del país dificulta un mayor dinamismo de la economía para este año, pues afecta al rubro de la exportación de servicios. De forma preliminar, si las expectativas del país respecto a la llegada de turistas se hubieran cumplido, las proyecciones podrían haberse elevado hasta un 3,5% de crecimiento del PIB para el 2021.
El país recibió 310.799 turistas por la vía aérea entre noviembre y marzo, apenas un 62% de las estimaciones que lanzó el Ministerio de Turismo para temporada alta. En comparación con años anteriores en este 2021 este periodo que comprende de enero a marzo tuvo una contracción de 79,4%.
La revisión de las proyecciones de llegadas de turistas es consecuencia, principalmente, de las cifras relativamente bajas de visitación a Costa Rica durante el primer trimestre de este año, reflejo de las medidas sanitarias adoptadas por los principales países emisores de turistas desde finales del año pasado.
A continuación, un extracto de la entrevista con Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central Central:
—¿Cuáles son las razones por las que se determinó un mayor crecimiento para el 2021; y además el 2022 no se modificó?
Las expectativas para el 2021 han mejorado como consecuencia de la mejora de las proyecciones que tienen los organismos financieros internacionales en relación con el crecimiento de la economía mundial, que ha sido una revisión al alza que responde fundamentalmente a los paquetes de estímulo fiscal en economías avanzadas. Sobre todo en los Estados Unidos, que va a tener un gran impacto. Eso contribuye al crecimiento de nuestros socios comerciales.
Eso es un factor que nos mueve a revisar al alza las proyecciones de exportación de bienes y de acumulación de inventarios para responder a la demanda externa. El otro factor positivo al alza es un incremento de lo que habíamos previsto en el gasto en salud para atención de la pandemia.
Pero un factor que contrarrestó en parte estas mejores perspectivas fue el comportamiento del turismo, no tanto el que esperamos para el resto del año si no el que tuvimos para el primer cuatrimestre y que nos va a implicar una menor llegada de turistas para el 2021. El primer trimestre fue relativamente débil en comparación con lo que se había proyectado.
Para el 2022, el panorama internacional se revisó marginalmente y creemos que todavía los números, sobre todo en vista de lo que está ocurriendo con turismo, apuntan a una recuperación gradual.
―¿Considera que las expectativas de crecimiento para este año son conservadoras?
Creo que hay un potencial de crecimiento por encima de lo que hemos proyectado. Las proyecciones siguen siendo relativamente conservadoras, bajo el supuesto de que se dé un control de la pandemia a nivel mundial y nivel doméstico, esto es fundamental.
Si se logra seguir manteniendo controlada la tasa de contagio en los principales socios comerciales de Costa Rica, conjugado con el cumplimiento de los otros supuestos y particularmente la aprobación legislativa de la agenda relacionada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se podría dar el crecimiento por encima de lo que estamos proyectando. Pero más aún si se combina con otras medidas de reactivación económica como el proyecto de ley de avales.
Todos estos factores incidirán significativamente al alza en la confianza de los consumidores e inversiones y eso se vería reflejado en la reducción de tasas de interés, la reducción en la prima por riesgo e impulsaría el crecimiento económico. Es decir, aún la proyección de 2,9% podría ser conservadora bajo la condición de que se cumplan los diferentes supuestos acordados en ese escenario base.
—¿Cuánto más hubiera crecido el PIB si no se hubiera realizado una proyección a la baja de la actividad turística?
Un impacto aproximado de 6 décimas de punto porcentual (3,5%, se trata de una respuesta preliminar brindada desde la dirección de estadística macroeconómica del BCCR).
―El Índice de Confianza del Agente Económico (ICAE) está en un alto nivel si se analizan los números desde el 2015, ¿qué peso tiene esta confianza en la recuperación económica del país?
Es fundamental, porque mueve el consumo y la inversión que es especialmente sensible a las expectativas del mercado; ambos motores de la economía. El factor confianza y el factor expectativas es siempre muy importante en el crecimiento económico y en el caso de Costa Rica hemos tenido varios años de confianza débil por parte de consumidores y empresarios; la mejora que estamos viendo es un factor positivo sin duda.
En esta mejora inciden varios factores, como el crecimiento de las perspectivas de la economía mundial. También la flexibilización gradual de las medidas de restricción sanitaria en Costa Rica; la economía ha emprendido la ruta de la recuperación.
También incide la confianza que ha dado la respuesta de las autoridades en relación con la pandemia que combina un impulso monetario importante; mientras que por otro lado se dio una respuesta fiscal muy cauta.
Pero esa mejora en la confianza depende también que se mantenga ese ritmo de crecimiento de aprobaciones legislativas. También es importante recordar el otro factor de riesgo que es la evolución de la pandemia.
—En el Informe de Política Monetaria se destacó el aumento en los precios de las materias primas como el petróleo y granos. ¿Ya estamos viendo el efecto reflejado en los consumidores?
Sí, ya lo hemos visto y en relación con las proyecciones que tenemos para el 2021 la mayor parte del incremento de los precios de las materias primas ya se materializó.
En el caso del alza de las materias primas sobre todo del petróleo incide en el ingreso disponible para los hogares costarricenses. Pero mucho de eso ya lo experimentamos en los primeros meses del año, por lo que para lo que queda del 2021 yo esperaría una relativa estabilidad de los precios de las materias primas.
Pero sigue siendo un factor de riesgo porque podrían moverse todavía más al alza y esto por encima de las proyecciones que ya tenemos implicaría un deterioro adicional de los términos de intercambio.
—¿Es posible que el aumento en los precios de importaciones afecte precio del dólar?
Lo afecta (al mercado cambiario) de forma indirecta a través de las compras que el BCCR tenga que hacer en el Sistema Público No Bancario (SPNB), porque los combustibles son importados por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), la cual tiene el monopolio de importación de combustibles.
El aumento en el precio de los combustibles incide en una demanda mayor de divisas por parte de Recope, que son suplidas por el Central, luego la entidad recupera en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), es un efecto indirecto, pero efecto al fin porque el Central debe salir a comprar dólares para restituir las divisas que ha vendido SPNB y conforme mayor sea la demanda de divisas, mayor será la compra de dólares en el Monex.
En el caso de otras materias primas importadas donde no existe participación del SPNB como el caso de la construcción como metales o alimentación (granos básicos), en esos casos es el sector privado el que está importando entonces ahí el impacto se vería en un mayor déficit de ventanillas cambiarias privadas.
Eso lo contemplamos en nuestras proyecciones, pero la incidencia de un aumento en los precios de las materias primas tendría un impacto sobre el tipo de cambio y el crecimiento económico.
―¿Considera que las acciones del Banco Central como las facilidades crediticias a través de las Operaciones Diferencias a Plazo o mantener una política expansiva y contracíclica con una Tasa de Política Monetaria baja se ha traslado de forma efectiva desde el sistema financiero a los clientes?
Sí. El BCCR ha tenido el espacio para esta política expansiva porque estamos en un contexto de baja inflación y hacia adelante estamos percibiendo que la inflación se mantendrá así. Estamos en presencia de un círculo virtuoso donde la confianza sobre el BCCR de mantener la inflación en ese nivel se refleja hacia expectativas bajas hacia adelante.
Contar con esa confianza de los agentes económicos es fundamental para responder una política expansiva que consiste en bajar tasas de interés sistemáticamente e impulsar condiciones de liquidez agregada y de liquidez específica en mercados especiales cuando ha sido necesario; pero también apoyar más directamente las condiciones crediticias con la introducción de facilidades especiales.
En conjunto toda esta respuesta ha incidido favorablemente en la economía sin lugar a dudas, primero porque las tasas de interés de mercado han bajado prácticamente en línea a la reducción de la tasa de política monetaria. Redujimos la tasa de política monetaria que inició en marzo del 2019 en un total de 450 puntos base y también hemos visto caídas muy importantes en la tasa básica pasiva, que es reflejo de las tasas del mercado.
También hemos visto un movimiento significativo a la baja de las tasas de interés activas, es decir sobre los créditos. En conjunto esto ha dado un alivio financiero a los deudores.