Costa Rica no atraviesa una situación de estanflación y el riesgo de que esta se dé en el país es bajo. Este fenómeno se presenta cuando una nación tiene estancamiento en la economía acompañado, de manera simultánea, de una alta inflación y una tasa elevada de desempleo.
Sin embargo, Costa Rica mantiene proyecciones de tasas positivas en su crecimiento económico tanto para 2022 como para 2023 —es decir, no muestra estancamiento a pesar de que las proyecciones fueron revisadas a la baja por parte del Banco Central de Costa Rica (BCCR)—, tiene una elevada inflación y una tasa de desempleo que supera el 13%. Por lo tanto, las cifras también respaldan que el país no atraviesa una estanflación, pero comparte algunas características de ese estado de la economía.
Pese a esto, el expresidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero, manifestó, al final de su periodo como jerarca de la autoridad monetaria, que el país enfrenta los efectos de un choque que sí es de naturaleza estanflacionaria, pues este pone presión al alza en la inflación y presión a la baja en el crecimiento económico.
Costa Rica no sufre estanflación
De acuerdo con la economista Gloriana Ivankovich, a pesar de que Costa Rica ha experimentado un crecimiento acelerado de los precios y el ritmo de crecimiento de la actividad económica (medido por el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE)) se ha desacelerado, el país no sufre estanflación debido a que las tasas de crecimiento se mantienen positivas.
Precisamente, la inflación en Costa Rica ha seguido su senda al alza, incluso el Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado el pasado 6 de mayo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), mostró que la inflación tuvo una variación interanual de 7,15% en abril de 2022; la más alta desde junio de 2009.
Además, la producción nacional, medida por la serie tendencia ciclo del IMAE, registró un crecimiento interanual de 8,3% en febrero de 2022. Sin embargo, esto significó una desaceleración de 0,6 puntos porcentuales (p. p.) respecto a enero del año en curso, pero una aceleración de 10,9 p. p. en relación con febrero del año anterior, cuando la economía nacional decreció 2,6% como resultado de la crisis por la COVID-19.
Aunado a esto, y pese a que la proyección del crecimiento económico nacional para este 2022 fue revisada a la baja por el Banco Central, esta sigue siendo positiva (no hay estancamiento). Según el Informe de Política Monetaria (IPM), presentado el pasado 29 de abril, la autoridad monetaria ahora proyecta que la economía costarricense crecerá 3,4% este 2022 y 3,9% en 2023, en lugar del 3,9% y el 4,0% previstos en enero del presente año, respectivamente.
Asimismo, Ivankovich consideró que Costa Rica ha registrado dinamismo en sus exportaciones. De acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), en el primer trimestre de 2022, el país reportó un crecimiento de 16% en las exportaciones de bienes, alcanzando la cifra de $3.875 millones exportados entre los meses de enero y marzo del año en curso.
También, el economista Luis Mesalles y el socio de Grupo Camacho Internacional y experto en temas económicos, Eduardo Rodríguez, coincidieron en que el país no enfrenta una situación de estanflación.
Incluso, Mesalles agregó que aunque la inflación ha aumentado, el crecimiento económico continúa siendo positivo. Mientras que Rodríguez consideró que el país puede estar encaminado hacia una estanflación.
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Por otro lado, Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Ciencias Económicas, mencionó que los precios están teniendo una fuerte tendencia al alza, por lo que efectivamente “estamos ante un proceso inflacionario”.
Sin embargo, el Producto Interno Bruto (PIB) creció un “robusto” 7,8% en 2021, en parte como un efecto rebote de la pandemia de la COVID-19, y destacó que aunque el Banco Central revisó a la baja el crecimiento económico nacional para este 2022, la cifra está lejos de reflejar un estancamiento.
“Por lo tanto, actualmente no estamos ante un panorama de estanflación, pues no se cumplen las dos condiciones para definir una estanflación (inflación y estancamiento de la producción)”, expuso el presidente del Colegio de Ciencias Económicas.
Por su parte, la tasa de desempleo de Costa Rica se ubicó en 13,6% en el primer trimestre de 2022, según la más reciente Encuesta Continua de Empleo (ECE) publicada por el INEC.
El riesgo aún es bajo
La economista Ivankovich argumentó que el riesgo de que el país atraviese una estanflación es bajo. “Si bien la inflación en nuestro país ha mostrado una tendencia al alza, en buena medida explicada por el comportamiento de la inflación internacional producto del alza en precios de materias primas, el aumento en los costos de transporte y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y la situación internacional se mantiene incierta, la actividad económica del país no se ha estancado”, agregó.
Además, Ivankovich mencionó que el BCCR ha tomado la decisión de aumentar su Tasa de Política Monetaria (TPM), como una medida para paliar la elevada inflación, lo cual probablemente provocará que la actividad económica se desacelere, mas no que se estanque o se contraiga.
Rodríguez del Grupo Camacho también consideró que el riesgo es bajo en este momento; al igual que el economista Mesalles, quien indicó que “eventualmente la inflación irá cediendo, conforme se absorben los efectos de las alzas en precios de materias primas y la demanda agregada crezca menos”.
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Por otro lado, Ennio Rodríguez manifestó que con las circunstancias actuales el riesgo de que Costa Rica entre en estanflación es bajo, pero podría pasar a moderado o alto dependiendo de lo que pase con los socios comerciales del país.
“Bloomberg ya está anunciando que Inglaterra puede caer en estanflación. No hay una predicción similar para Estados Unidos, si la hubiese entonces empieza a aumentar el riesgo para Costa Rica”, dijo el presidente del Colegio de Ciencias Económicas.
Además, el jerarca indicó que el riesgo que enfrenta el país y que podría llevarlo a una estanflación es, principalmente, externo. Debido a que si la economía mundial y la de Estados Unidos, en particular, entrasen en recesión y estancamiento, esto se podría transmitir a la economía abierta de Costa Rica por la vía de menor demanda por exportaciones.
Los efectos recesivos de la economía mundial se relacionan con los desequilibrios en la cadena de suministros heredada de la pandemia, agravada por la invasión rusa a Ucrania y el confinamiento en China por un lado y, por el otro, las políticas monetarias antiinflacionarias de nuestros socios comerciales que tienen un efecto recesivo. Dependerá de la velocidad del cambio en las políticas, particularmente de la tasa de interés y del manejo de las expectativas inflacionarias y del clima de inversión. Estos dos factores combinados podrían dar pie a una estanflación en nuestros socios comerciales que se transmitan al mercado nacional. Pero esto tampoco ha ocurrido a la fecha. De tal manera que se puede decir existe la amenaza de una estanflación y que, de ocurrir esta, se correría el riesgo de que se transmita a la economía costarricense.
— Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Ciencias Económicas
Pero además el presidente del Colegio de Ciencias Económicas expuso que existe el riesgo interno, pues si el BCCR se excede en sus políticas antiinflacionarias también podría inducir una recesión mientras se mantiene la presión al alza de los precios de las importaciones, con lo cual se podría desencadenar una estanflación.
“Por lo tanto, las autoridades monetarias deberán cuidar los efectos contractivos de sus decisiones mientras que limitan la espiral de precios por razones monetarias. Es decir, conviene una política monetaria neutral y seguir muy de cerca el comportamiento de la economía internacional y de nuestros mercados de exportación e importación para prevenir que se materialice el riesgo de una estanflación”, añadió Ennio Rodríguez.
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Los efectos de un choque estanflacionario
De acuerdo con el expresidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, el país enfrenta un choque global y la naturaleza económica de ese choque es estanflacionario, debido a que pone presión al alza en la inflación y presión a la baja en el crecimiento de la economía.
“Costa Rica no está atravesando una situación de estanflación, en el sentido de que tenga una recesión con alta inflación; la naturaleza del choque que enfrenta sí lo es. Eso como decía, al igual que en el caso de la economía mundial, le pone presión al alza a la inflación en Costa Rica y le pone cierta presión a la baja el crecimiento, pero no tan fuerte como para llevarlo a una situación de recesión o de estancamiento”, comentó Cubero en la presentación del Informe de Política Monetaria, el pasado 29 de abril, cuando aún fungía como presidente del BCCR.
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Además, Cubero explicó que Costa Rica lo que tiene en estos momentos es un crecimiento menor “al que hubiera tenido sin ese choque” y una inflación mayor “a la que hubiera tenido sin ese choque”.
Me refiero en particular al choque por el conflicto Rusia-Ucrania, pero también al que ya venía gestándose desde el 2021 y que había llevado al alza la inflación mundial y que tiene que ver con el descalce entre la oferta y la demanda en mercados internacionales, particularmente, por la combinación de perturbaciones o disrupciones en las cadenas globales de suministro como consecuencia de las restricciones sanitarias, por un lado, y por otro lado el aumento significativo en la demanda de bienes por el desplazamiento que hemos visto en la demanda hacia bienes desde servicios y en general el repunte de la demanda en países avanzados, particularmente los Estados Unidos que ha tenido un fuerte repunte en la demanda de consumidores y empresas, y eso le ha puesto presión al alza a la inflación y sobre todo eso se monta el conflicto Rusia-Ucrania.
— Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica
Por lo tanto, lo que Costa Rica experimenta actualmente no es estanflación, sino que enfrenta los efectos de ese choque estanflacionario, en el sentido de un menor crecimiento económico y una mayor inflación, pero “afortunadamente con crecimiento económico positivo y bastante positivo”.