En Costa Rica una buena parte de la información de los intermediarios financieros es de acceso público. Esto quiere decir que usted puede darse una idea más o menos general de qué tan sólida es la salud de su banco de confianza u otra entidad financiera.
En este artículo le contamos dónde puede encontrar los principales indicadores de las instituciones supervisadas por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef). Esto incluye a todos los bancos, cooperativas de ahorro y crédito, mutuales, financieras y casas de cambio que se dediquen a la intermediación financiera (convertir depósitos en préstamos, a grandes rasgos).
Cuidado con la interpretación
Para la información que se va a presentar a continuación hay que hacer varias salvedades.
Para comenzar, siempre vamos a ir atrasados. La información financiera a la que el público tiene acceso no está en tiempo real, sino que se actualiza mensual o trimestralmente con unos cuantos días de espera. Es decir, si un indicador es mensual, no sabremos los resultados de mayo, por ejemplo, hasta una o dos semanas después de que inicie junio.
Además, es mucho más probable que las instituciones supervisoras encuentren banderas rojas en las entidades antes de que lo haga el público. Por ejemplo, en el caso reciente de Coopeservidores (CS Ahorro y Crédito) la Sugef detectó que el Índice de Suficiencia Patrimonial (ya pronto hablaremos de este indicador y su importancia) caería a niveles de intervención antes de que los datos fueran públicos.
Otro punto a tomar en cuenta es que para el usuario común es prácticamente imposible comprobar si los datos son veraces. La fuente de información son las mismas entidades financieras, ellas se encargan de remitir los datos a la Sugef. Hay auditorías e inspecciones internas y externas que deberían corroborar que la información sea fidedigna, pero el sistema no es infalible: existe la posibilidad de que los datos presentados no sean precisos, como sucedió recientemente con Coopeservidores.
Según mencionó el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), CS remitió información contable que no respondía a la realidad financiera de la entidad, lo cual permitió el ocultamiento de información real al supervisor, a sus asociados, ahorrantes e inversionistas.
De hecho, si uno observaba los datos de CS todo parecía estar en orden hasta el pasado mes de marzo, cuando la Superintendencia los obligó a corregir la información.
Rocío Aguilar, jerarca de la Sugef, le mencionó a este medio que el público puede confiar en la información disponible y que lo sucedido con CS “se sale de lo que es usual”.
“En general, estamos con información que es fidedigna. Los comités internos de las entidades, los auditores y la misma Superintendencia hacen su trabajo para que así sea”, dice Aguilar.
Los indicadores que se presentarán a continuación, si bien sirven para encontrar banderas rojas o verdes, difícilmente le den la imagen completa por sí mismos; hay que entenderlos en su contexto. No es lo mismo contrastar la cartera de crédito en un momento como la pandemia, cuando las tasas de interés eran bajas y la capacidad de pago estaba golpeada, con un año como el 2022, cuando se reabrió la economía pero las tasas subieron.
Si bien en teoría los indicadores son comparables entre distintas entidades, el sistema financiero es tan heterogéneo que no siempre resulta una comparación justa; poco tiene que ver un banco cuyo principal giro de negocio es el crédito hipotecario con una cooperativa que da préstamos de consumo, o un banco enfocado en personas y otro en empresas. Los resultados van a ser diferentes porque sus actividades —y por ende, sus riesgos— son diferentes.
Para amortiguar ese defecto, José Luis Arce, expresidente del Conassif, recomienda que las comparaciones se hagan con el pasado a largo plazo de la entidad (contra sí misma) y no con sus vecinas.
Sin embargo, también pueden haber casos donde la comparación con otra entidad puede ser valiosa, pero únicamente cuando realizan actividades muy similares. De esta forma se puede esclarecer si un tropezón en algún indicador responde a un fenómeno del sistema o coyuntura (alta inflación, subida de tasas, caída en tipo de cambio, desaceleración económica, etc.) o si es un problema único de esa entidad (mayor o menor apetito al riesgo, aumento en la morosidad, cambio en el giro de negocio, reestructuración, venta de activos, entre otras razones).
Para este reportaje se usará el promedio del sistema financiero únicamente como ejemplo, pero esa heterogeneidad que lo caracteriza hace que no siempre sea un buen punto de referencia para entender cuál es un nivel sano y cuál no.
También se utilizarán los números de Coopeservidores para demostrar cómo se vería un deterioro en algunos de estos indicadores, pero cumple la misma premisa: no es necesariamente una vara de medición que aplique a todos por igual.
Una vez entendidas estas excepciones, comencemos con los puntos que puede revisar dentro del sitio web de la Sugef: www.sugef.fi.cr.
ISP, la imagen general
El Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP) es probablemente el indicador público que, en líneas generales, mejor le puede hablar sobre la salud de su entidad financiera.
El ISP es un indicador que cuantifica la fortaleza del capital de cada entidad supervisada y su capacidad para responder por los riesgos generales de la actividad que realizan. Es una especie de termómetro que sirve para medir la solvencia patrimonial de las entidades financieras. Cuanto más alto es, mejor.
“Esa suficiencia es lo que le permitiría a la entidad enfrentar pérdidas no esperadas”, explica Aguilar.
Según sea el valor del ISP, así será la calificación que tenga, ya sea en “normalidad” o “irregularidad”.
Las categorías son las siguientes:
- Normalidad 1: igual o mayor al 14%.
- Normalidad 2: menor al 14%, pero igual o mayor 12%.
- Normalidad 3: menor al 12%, pero igual o mayor 10%.
- Irregularidad 1: menor al 10%, pero mayor o igual a 9%.
- Irregularidad 2: menor al 9%, pero mayor o igual a 8%.
- Irregularidad 3: menor al 8%.
Que una entidad caiga en irregularidad no significa necesariamente que está condenada, en los dos primeros niveles lo que suele suceder es que la Superintendencia pide planes correctivos. Sin embargo, cuando llega a irregularidad 3 se ordena una intervención por parte del Conassif, en estos casos la supervivencia de la entidad se vuelve mucho más delicada.
Con los últimos datos de marzo del 2023, todo el sistema financiero supervisado presentó un ISP en normalidad.
Tome en cuenta que hay entidades como el Banco Popular y la Caja de Ande que presentan altos niveles de suficiencia patrimonial con respecto al promedio del sistema debido a su forma de capitalización, bajo las leyes especiales aplicables, que les permite recibir periódicamente aportes de capital que no tienen otros bancos.
Este indicador se puede consultar directamente en el sitio web de la Sugef, bajo la pestaña de “Reportes”, en la opción de “Suficiencia Patrimonial”. Se publica trimestralmente.
Pruebas de estrés
Las pruebas de estrés del riesgo de crédito Bottom Up Stress Test (BUST por sus siglas en inglés) son otras herramientas valiosas para conocer la fortaleza de su intermediario. Estas pruebas tienen como objetivo evaluar cuánta resistencia patrimonial tienen las entidades financieras bajo escenarios hipotéticos.
Este examen se hace con dos escenarios, uno base, tomando las proyecciones del Informe de Política Monetaria, además de informes de la evolución de la economía mundial, y otro adverso, el cual utiliza una proyección hipotética de variables macroeconómicas desfavorables como una mayor inflación, caída productiva, poca demanda, deterioro de la actividad económica, depreciación acelerada del tipo de cambio, un mercado laboral lastimado y altas tasas de interés.
Según la última prueba pública, 15 de los 16 intermediarios estudiados resistirían un escenario adverso con un ISP por encima del 10% (normalidad). Solo una entidad no lo lograría y fue —para sorpresa de nadie con la información actual— Coopeservidores. La prueba arrojó que en 2025, bajo los escenarios hipotéticos planteados, el ISP de CS se situaría en 7,5%.
Debe tomar en cuenta que en esta prueba solo aparecen 16 intermediarios financieros. Aunque representan el 91% de los activos del sistema, puede que su entidad de confianza no esté dentro de la lista.
Recuerde que la prueba utiliza escenarios hipotéticos, no es una proyección de lo que esperan los reguladores.
Este indicador se puede consultar en la pestaña de “Info relevante”, en la opción de “Resultados Prueba Estrés BUST”.
Salud de la cartera
Al ser los préstamos la principal actividad que realizan los bancos para generar ingresos, la salud de ella determina en gran medida la salud de la entidad.
Si bien es información pública cuánto cambia el tamaño de la cartera en el tiempo, hay dos indicadores que con mayor precisión le pueden revelar la calidad de esa cartera.
El primero es la porción mejor calificada (A+B) cómo porcentaje de la cartera total. Esto lo que busca es representar cuán al día están los préstamos sostenidos y la calidad de sus deudores. Las categorías de riesgo A y B corresponden a deudores relativamente bien calificados que están pagando al día o que tienen una mora menor a los 60 días.
LEA MÁS: Los números de Coopeservidores: este es el tamaño de la cooperativa intervenida por Conassif
Con datos a marzo del presente año, un 96% de la cartera total de los supervisados estaba en dicha calificación. En el caso de Coopeservidores, por ejemplo, se vio una caída importante entre noviembre del 2023 y marzo del presente año: bajó de 95% a 78%.
Cuando una cartera se deteriora no solo bajan los ingresos que percibe el banco, sino que sube la cantidad de dinero que el intermediario debe congelar por préstamos “malos”, lo que nos lleva al segundo indicador: las estimaciones.
Las estimaciones son provisiones que las instituciones financieras establecen para cubrir posibles pérdidas futuras debido a la falta de pago de los préstamos otorgados. Cuanto peor calificada está su cartera, más altas deben ser esas provisiones.
Este rubro se le descuenta al patrimonio de la entidad, así que si suben abruptamente como porcentaje de la cartera total, sube el riesgo de que se presenten problemas de suficiencia patrimonial, como aparentemente le sucedió a CS. Entre noviembre del año pasado y el último mes de abril las estimaciones de la cooperativa subieron en un 279%.
Además, también puede revisar la mora mayor a 90 días o en cobro judicial como porcentaje de la cartera. A marzo, para todo el sistema financiero, esta mora se colocó en un 2,06%, un valor relativamente sano. Cuando dicho valor sube del 5% suele levantar alarmas —no necesariamente trágicas—, pero como se mencionó al inicio, no hay un umbral único para todos.
En el caso de CS, la mora subió de un 2% a un 5,8% entre noviembre y marzo pasados.
La clasificación de la cartera puede revisarla en la ventana de “Información Crediticia” (dentro de “Reportes”), específicamente en la sección de “Clasificada por actividad económica y categoría de riesgo”.
En la sección de “Indicadores financieros” también va encontrar una cuenta que le permite ver directamente el porcentaje de la cartera A+B dentro de la cartera total. En esa misma plataforma también va a encontrar el indicador de mora mayor a 90 días o en cobro judicial.
Las estimaciones están disponibles en la sección de “Reportes”, bajo el apartado de “Reportes de información Financiera contable”, dentro de la carpeta de “Balance de información”.
Resultados financieros
Dentro de la información de Sugef también puede encontrar información financiera y contable de la entidad como el tamaño de los activos, los pasivos, el patrimonio y las utilidades.
Arce menciona que puede prestarle atención a variaciones abruptas dentro de estos rubros, independientemente si son hacia el alza o la baja, ya que marcan cambios en el comportamiento que a la larga —pero no obligatoriamente— pueden ser perjudiciales.
“Los crecimientos rápidos de la colocación de crédito o políticas de comercialización muy agresivas pueden ser también señales de alerta. No significa que sean aumentos necesariamente malos, ahí lo que uno tiene que preguntarse como inversionista es si la entidad es muy agresiva comercialmente, pero si también es muy agresiva cobrando (...), hay que estar viendo en los meses siguientes qué pasa con la mora”, dice el exjerarca de Conassif.
También menciona que hay que conocer el contexto en el que se dieron esas variaciones. Por ejemplo, un periodo de desaceleración económica probablemente tenga un impacto sobre las utilidades de un intermediario un año, pero no forzosamente se va a convertir en una regla o un problema para el futuro.
Los activos, la cartera total y el patrimonio puede encontrarlos en la pestaña de “Reportes”, bajo el apartado de “Reportes de información Financiera contable”, dentro de la carpeta de “Balance de comprobación”, mientras que las utilidades (resultado final), están en la carpeta llamada “Estado de resultados”
Información intangible
Además de los indicadores, hay elementos intangibles que el cliente tiene derecho a conocer de su entidad, tales como la idoneidad de los miembros de la junta directiva y de los distintos comités de riesgo y crédito que tienen los intermediarios, ya que estos son, en gran medida, los que toman las decisiones más importantes.
“Podemos tener la regulación, los indicadores, las estimaciones, pero al final del día la calidad del gobierno corporativo es lo que va a marcar la diferencia. Yo como consumidor, tengo el derecho de ir a preguntar (a la entidad) quiénes son los que están al frente de esta organización, qué experiencia tienen, cuáles son sus capacidades, sus habilidades, quién es esta junta directiva, quién es la firma de auditores externos. Tengo la posibilidad de ir y de indagarlos”, menciona Aguilar.
Según el Acuerdo Conassif 15-22, las entidades financieras deben tener políticas o normativas internas para determinar la idoneidad de las personas que ocupen un puesto en el Órgano de Dirección o en la Alta Gerencia. Estas políticas deben procurar que aquellas personas que no cumplan con los criterios aplicables para determinar su idoneidad no sean nombradas o, ante la falta de idoneidad sobrevenida, no continúen en sus cargos.
Puede revisar las condiciones que pone dicho acuerdo para cada tipo de entidad en este enlace.
Otros supervisados
La información de esta nota está enfocada en los indicadores de intermediarios financieros, sin embargo estos no son las únicas entidades que están supervisadas por el Conassif. Por ejemplo, a los puestos de bolsa los supervisa la Superintendencia General de Valores (Sugeval), a las aseguradoras la Superintendencia de Seguros (Sugese) y a las operadoras de pensiones la Superintendencia de Pensiones (Supén).
Cada una de estas actividades tienen sus propios indicadores y su propia regulación dictaminada por la institución correspondiente.