A esta altura del año ya no es ningún secreto: los préstamos se han vuelto más caros. Este fenómeno es particularmente visible a través del 17,95% de incremento interanual que se ha registrado en la Tasa Activa Negociada (TAN), en colones, entre agosto del 2021 y agosto del 2022.
La TAN es un promedio ponderado de las tasas de interés activas de todas las operaciones de crédito formalizadas durante un determinado mes entre los deudores y los distintos grupos de intermediarios financieros.
Para la TAN en dólares, si bien su crecimiento interanual ha sido relativamente pequeño, también presenta aumentos importantes: su variación acumulada entre enero y agosto del 2022 ha sido del 21,85%.
De las 14 actividades económicas que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) agrupa en su cálculo de TAN en colones, diez de ellas han registrado incrementos en el último año, siendo las actividades relacionadas a la industria (90,57%), la electricidad (51,76%) y el transporte (50,64%) las que mayores aumentos han sufrido. Además, ocho de esas diez ramas cerraron agosto con variaciones de doble dígito.
En las operaciones en dólares los cambios anualizados han sido menores, pero de igual forma registran aumentos; los más afectados han sido la industria (26,95%), la agricultura y ganadería (13,25%) y los servicios y turismo (5,46%).
Para actividades como la de agricultura y ganadería estos aumentos pueden ser particularmente duros debido a la coyuntura que enfrentan. El sector agropecuario lleva seis meses en contracción, según ha quedado registrado en el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE). Este decrecimiento se le ha achacado al aumento en el precio internacional de las materias primas —principalmente los fertilizantes y combustibles— y los asedios climáticos, en especial las lluvias.
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Recientemente, la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) le solicitó al Gobierno que le facilite a los pequeños y medianos productores afectados un programa de atención a la emergencia para que puedan acceder a créditos blandos y readecuar deudas para hacerle frente a los daños provocadas por las fuertes lluvias del 2022.
La construcción es otro sector en aprietos que ha sido asediado por malas noticias: los precios de las materias primas se dispararon debido al conflicto en el este de Europa (Ucrania es uno de los principales exportadores de hierro y acero), se subió de un 4% a un 8% el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a actividades asociadas a este sector, también registró la contracción más grande del país en el último IMAE y ahora les sale un 11% y un 4% más caro endeudarse en colones y dólares, como promedio, respectivamente.
Aumentos esperados
Este comportamiento hacia el alza en los créditos era de esperarse después de la puesta en práctica de una política restrictiva por parte del Banco Central. Desde diciembre de 2011 el BCCR ha ido subiendo su tasa de referencia con la esperanza de ponerle hielo a la inflación del país, la cual llegó a un 12% en agosto.
Aunque el aumento de tasas es la principal medicina que tiene el Central para combatir el encarecimiento, esta es un jarabe de sabor amargo que deriva no solo en préstamos más caros, sino en un aletargamiento de la economía en general con altas probabilidades de recesión.
Si bien las tasas ya han mostrado un aumento importante en 2022, expertos consideran que todavía el sistema financiero todavía no ha terminado de absorber los ajustes de la política monetaria y que lo más probable es que sigan subiendo durante el resto del año.