Durante el pasado 2023 el precio del petróleo tuvo una tendencia principalmente hacia la baja. Se trató de un año de reversión después de un 2022 en el que este bien —tan importante para la estabilidad de los precios mundiales— tocó techos por encima de los $120 por barril.
Para un país importador como Costa Rica, la inflación suele estar determinada en gran parte en cómo se comporte el precio internacional del petróleo, materia prima para la mayoría de actividades productivas. Es decir, no es casualidad que tanto los combustibles como la inflación cayeran el año pasado: el primero jaló al segundo.
Bajo ese marco, repasamos cuáles son algunas de las proyecciones que se tienen para este precio en el 2024.
Proyecciones para el 2024: ni muy alto ni muy bajo
Hasta el momento, en las proyecciones internacionales del petróleo parece haber un consenso en que —de no haber grandes aumentos en las tensiones geopolíticas— no se observan suficientes presiones al alza como para que el barril vuelva a cotizarse por encima de la temida frontera de los $100. No obstante, los recortes de producción tampoco dejarían que el precio caiga muy por debajo de los $80.
Aquí unos datos para tropicalizar estos precios: cuando el barril de West Texas Intermediate (WTI), el crudo estadounidense que sirve como referencia para Costa Rica, llegó a su techo de 2022 de $121 por barril en el mes de junio, la gasolina súper subió a ¢1.104 por litro en agosto de ese mismo año, el máximo desde 2008.
En Costa Rica el precio del mercado internacional suele reflejarse en los precios locales con un rezago de entre uno a dos meses debido al mecanismo de fijación que tiene el país. Además no se importa petróleo crudo, se compran y se traen al país los productos terminados, es decir el diesel y la gasolina super por ejemplo.
La Cámara de Empresarios del Combustible de Costa Rica explica que, de acuerdo con el comportamiento histórico de la demanda, los meses de enero y febrero de este 2024 iniciarán con precios hacia a la baja y a partir de marzo empezarían a subir. Esta Cámara apuesta, con base en las proyecciones internacionales, que el petróleo llegaría a promedios alrededor de los $85 por barril durante este año.
Actualmente el WTI se cotiza en valores cercanos a los $71 por barril. La gasolina súper, regular y el diésel están en ¢742, ¢754 y ¢681 por litro, respectivamente. “Estaríamos enfrentando en nuestro país procesos de alzas en los precios que necesariamente se van a traducir en cada uno de los combustibles y afectarán directamente al consumidor final”, comentó José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara, en el boletín del pasado mes de diciembre.
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La firma internacional Goldman Sachs proyectó en diciembre que el crudo se movería entre los $70 y los $90 durante el 2024. Esta es una reducción de $10 por barril en comparación con el pronóstico que se tenía en noviembre para el Brent, otro petróleo que suele servir como referencia para el mundo. La reducción se basó en que la fuerte producción de Estados Unidos moderaría cualquier alza en los precios del petróleo.
Este incremento en la producción estadounidense ha sido un factor importante para mantener bajos los precios. Con datos hasta noviembre del 2023, el 80% del aumento en la oferta global provino de la potencia norteamericana, según datos de la Agencia Internacional de la Energía.
Como contraparte, los recortes en la producción de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de la OPEP+, probablemente causen que no se dé una caída del petróleo marcada en el caso del Brent, el cual podría mantener un suelo alrededor de los $80.
“Es probable que la disciplina y la política de producción de la OPEP sean factores clave que respalden la trayectoria de los precios en 2024. Dos de los mayores productores de la OPEP+, Arabia Saudita y Rusia, se comprometieron a recortar la producción este año”, mencionó Golden Sachs en su reporte de proyección.
Sin embargo, la OPEP viene de un 2023 donde sus recortes en la oferta no tuvieron el efecto hacia el alza esperado en el precio del petróleo. Esta herida autoinfligida redujo la participación de mercado de sus miembros al mismo tiempo que no evitó que los precios se mantuvieran relativamente bajos.
Una encuesta entre 34 economistas y analistas —realizada por la agencia Reuters— pronosticó que el crudo Brent, referencia para los mercados europeos, se promediaría en alrededor de $82,56 dólares para el 2024. Esto es una ligera baja en comparación con el consenso del pasado mes de noviembre ($84,43). Únicamente un colaborador esperaba que los precios se promediaran por encima de los $90 en este año.
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Otro factor a tomar en cuenta es que no se espera un incremento importante del lado de la demanda mundial de crudo, esto debido a la desaceleración económica que todavía se proyecta para el 2024.
A merced internacional
Pese a que los pronósticos no lo ponen en valores elevados, el precio del petróleo suele ser muy sensible a los conflictos geopolíticos. Si bien los enfrentamientos entre Israel y Hamás no tuvieron un efecto duradero sobre la cotización del crudo, no se descarta que una escalada en el conflicto en Medio Oriente, especialmente si incluye a otros países productores, pueda empujar los precios. Lo mismo se puede decir de Rusia y su invasión a Ucrania.
Ante esto es poco —por no decir nada— lo que puede hacer el país para evitar el encarecimiento. Sin embargo, por lo menos de momento, pareciera que las expectativas son relativamente optimistas.
Pese al encarecimiento que se dio entre agosto y octubre, ya los precios retornaron a la baja. “Las fluctuaciones en el precio del petróleo en las últimas semanas han reflejado, entre otros, un menor temor de problemas de abastecimiento de crudo ante la eventual intensificación del conflicto en Medio Oriente, los temores de un debilitamiento de la demanda global, principalmente la proveniente de China, así como la expectativa de que las tasas de interés continuarán altas por más tiempo”, explicó el Banco Central de Costa Rica en su Comentario sobre la economía nacional de diciembre.
El precio promedio de los tres principales combustibles (súper, regular y diésel) se redujo en un 10,8% en 2023. El WTI, por su parte, lo hizo en un 5,4%.