Los clientes que tengan depósitos a la vista o a plazo por encima de los ₡6 millones en Coopeservidores (CS Ahorro y Crédito) deberán esperar el resultado del proceso de resolución para tener más claridad sobre qué va a pasar con sus ahorros, ya que hay más de una opción posible. Le contamos qué se sabe hasta ahora.
Lo primero que tiene que tomar en cuenta es que, independientemente de si el proceso de resolución fracasa o no, a los ahorrantes se les honrará hasta ₡6 millones del total que mantengan en la cooperativa. Lo que esté por encima de ese margen es lo que está en duda, ya que dependerá de si los recursos se recuperan por medio de un proceso de resolución o por medio de un proceso concursal (solicitud de quiebra).
Proceso de resolución
El proceso de resolución es el escenario que busca el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), ya que es donde es más probable que los ahorrantes puedan recuperar su dinero y el que puede devolverlo de una forma más rápida.
Lo que se plantea en este escenario, el cual está poniendo en marcha el Conassif, es que una entidad financiera solvente (un banco, por ejemplo) adquiera un 80% de los activos de mejor calidad de Coopeservidores y sus pasivos (ahí están incluidos los depósitos de los clientes). La institución adquiriría un 80% y no la totalidad debido a que el restante 20% está en alto deterioro (créditos con muy poca posibilidad de pago) o es poco probable que le sea de utilidad al banco interesado (inmuebles, por ejemplo). A ese 80% se le conoce como el “banco bueno”.
Esto quiere decir que el depositante pasaría a ser cliente de esta nueva entidad y ya no de la cooperativa.
Esta entidad solvente se encargaría de honrar los depósitos de los clientes de la cooperativa como mínimo en ¢6 millones. Lo que tenga por encima de ese monto también se le entregaría, pero con un recorte porcentual, en ocasiones también llamado haircut.
Marco Hernández, exinterventor de Coopeservidores y actual administrador del proceso de resolución, mencionó que dicho recorte sería de alrededor del 20%. Es decir, si un cliente tiene ₡100 millones por encima de los ₡6 millones garantizados, con el haircut se le devolverían ₡80 millones y perdería los restantes ₡20 millones.
Ese recorte es una especie de incentivo o compensación que se le da a la entidad solvente ya que estaría adquiriendo la totalidad de pasivos de Coopeservidores, pero solo un 80% de los activos (el restante es la parte “mala”). En otras palabras, es una forma de equilibrar el déficit entre los activos y pasivos.
Sin embargo, ese margen del 20% no está escrito en piedra y puede crecer dependiendo de cuán exitoso o no sea la transferencia hacia la entidad solvente.
“(El recorte) va a depender de lo que finalmente resulte del proceso de resolución porque la cantidad de activos que se puede llevar la entidad solvente puede ser mucho menor (al proyectado) dependiendo del apetito de riesgo que tenga esta entidad y dependiendo también de las valoraciones que haga sobre todos estos activos”, explicó Hernández en la conferencia de prensa en la que se declaró a Coopeservidores como inviable, el pasado 21 de junio.
¿Cuándo le darían el dinero?
En entrevista con El Financiero, Hernández mencionó el 25 de junio que espera que el proceso de transacción del banco bueno a la entidad solvente no dure más de dos meses, pero no confirmó una fecha, ya que puede variar dependiendo de la negociación.
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Al 25 de junio todavía no se había hecho una oferta formal por parte de una entidad solvente a la administración del proceso, no obstante, Hernández dijo que ya hay un banco interesado. También mencionó que es probable que la negociación dure un par de semanas más y que, una vez acordada, la transferencia de activos y pasivos también duraría unas semanas adicionales.
“No es un tiempo largo, es corto, y lo vamos a hacer los más abreviado posible para que los inversionistas tengan ese dinero los más pronto”, dijo Hernández.
El Banco Popular le confirmó a La Nación que estaría interesado en absorber el banco bueno.
¿Qué pasa cuando son ahorros a la vista y a plazo?
A los clientes se les garantizarán los ¢6 millones por acreedor, no por instrumento. Esto significa que se suman tanto los depósitos a la vista como los que se hayan hecho a plazo en una sola canasta.
Sin embargo, el dinero se devuelve respetando los plazos acordados previamente. Por ejemplo, si una persona tenía ¢1 millón a la vista y ¢5 millones en un certificado de depósito a plazo (CDP), el primero podrá disponerlo apenas se realice la transacción a la entidad solvente, mientras que el CDP también lo tendrá, pero deberá esperar a que expire el plazo pactado originalmente para poder disponer del dinero.
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“Se van a respetar las cláusulas contractuales del depósito”, dijo Hernández.
A todo lo que sume más de ¢6 millones se le aplicaría el recorte, hoy estimado en un 20% (pero que puede cambiar), también respetando en plazo acordado.
¿Qué pasa con los intereses?
Los intereses ganados por los ahorros de los clientes no son parte de los montos garantizados, así que también serían sujetos a un recorte.
Si ganó intereses por ¢1 millón y el haircut se materializa en un 20%, entonces la entidad solvente le honraría ¢800.000, por ejemplo.
¿El recorte no se puede recuperar?
El recorte puede ser recuperado, sin embargo ya no dependería de la entidad solvente, sino de cuán exitosa sea la segunda parte que tiene el proceso de resolución, llamada el “banco malo”.
El banco malo es un fideicomiso en el que entrarían los activos de peor calidad de Coopeservidores (la cartera de crédito deteriorada y demás activos de poco interés para la entidad solvente). Su objetivo sería tratar de vender estos activos, probablemente con un descuento, para pagar a quienes todavía les deba dinero.
El fideicomiso paga en el siguiente orden de prioridad, según explicó Hernández:
- Depósitos no garantizados (ahí estaría lo que se perdió en el recorte).
- Demás pasivos de Coopeservidores (préstamos asumidos por la entidad).
- Intereses.
- Capital social.
“Siempre va a haber la expectativa de que la gestión del fideicomiso sea lo más exitosa posible para que se puedan potenciar mayores recuperaciones en beneficio de los afiliados” dijo Hernández.
Lo máximo que puede durar este fideicomiso es un año. En caso de que no se venda todo, lo sobrante iría al proceso concursal, es decir un proceso judicial en donde todo se liquida para pagar a quien corresponda.
¿Qué pasa si fracasa el “banco bueno”?
Si el proceso de resolución no se materializa (nadie adquiere el banco bueno), entonces Coopeservidores iría un proceso concursal (solicitud de quiebra). En dado caso ya no sería un nuevo banco el que honraría su dinero, sino que sería el Fondo de Garantía de Depósito, pero lo haría de igual forma: hasta por ¢6 millones.
El resto tendría que recuperarse por medio del proceso concursal, el cual puede durar varios años, según mencionó Hernández a Teletica.