La inflación, medida por la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), redujo aun más su nivel en diciembre y se alejó del rango meta del Banco Central de Costa Rica (BCCR), ubicado entre 2% y 4%.
Los precios crecieron 1,52% al cierre del 2019, la segunda cifra más baja del año y que además, es solo superada por el 1,42% de marzo, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Entre abril y hasta julio de ese año la inflación sostuvo una tendencia al alza que la ubicó casi en el punto medio del rango meta del Central, pero luego el dinamismo de los precios empezó a caer desde agosto.
Las presiones a la baja llevaron a los precios de crecer 2,89% en julio, a hacerlo al ritmo del 1,52% al último mes del año.
También en diciembre, la inflación mensual fue negativa y la acumulada registró una reducción.
Es la primera vez en cinco años que los precios muestran una variación negativa en el mes de diciembre.
LEA MÁS: Inflación se libraría de fuertes presiones en 2020
La inflación se mantendría estable y baja durante el 2019, esto es lo que dicen las expectativas tanto del Banco Central como de agentes económicos del país.
Aun así, al igual que el resto de macroprecios, existen riesgos que de concretarse pueden afectar la dinámica. La mirada está puerta, en el campo local, sobre la producción y en el internacional, sobre los conflictos geopolíticos en Oriente Medio que puedan cambiar el curso del precio del petróleo.
LEA MÁS: Crédito al sector privado mantiene signos de reactivación
Caída en diciembre
El cálculo del IPC incorpora doce grupos de bienes y servicios, con el detalle de cada uno de estos en crecimiento y su aporte al comportamiento del índice.
La caída en el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas es la primera fuerza que arrastró a la baja el crecimiento de los precios al consumidor como un todo.
Los precios de este grupo se contrajeron 0,55%, generan el mayor efecto en el índice y además representan el mayor peso (21,4%) en el análisis.
Al detallar este grupo, la cebolla y la pechuga de pollo fueron los productos que más generaron un efecto a la baja en los precios. A estos dos le siguen la papa, la sandía, el bistec de res y la uva.
Las comunicaciones son el segundo grupo en arrastrar los precios a la baja, principalmente por la caída en el precio del servicio telefónico e Internet y del aparato telefónico celular.
El tercer grupo es el de transporte, en este caso ligado directamente al precio del automóvil. Si el análisis de la caída en los precios se realiza únicamente por bienes y servicios, el automóvil fue el que más bajó en diciembre.
¿Existen presiones?
De entrada, la desaceleración de los precios no es una realidad que experimente únicamente Costa Rica y no tiene que ser vista como algo negativo.
La inflación mundial también perdió impulso en 2019, principalmente en las economías avanzadas (donde pasó de 2% en 2018 a 1,5% en 2019). También los principales socios comerciales viven una caída, el crecimiento de sus precios se ubica en 2,2%.
El comportamiento de los precios en Costa Rica "es congruente con el comportamiento de la inflación de las principales economías del mundo y, en particular, con la de los principales socios comerciales de Costa Rica. Además, de que brinda espacio al Banco Central de Costa Rica (BCCR) para intentar reducir, a través de sus instrumentos de política monetaria, las tasas de interés del mercado en busca de reactivar la economía”, apuntó Luis Diego Herrera, analista del Grupo Financiero Acobo.
Las presiones al alza se mantienen ausentes y son las fuerzas a la baja las que arrastran a los precios a un nivel inferior. Esto afecta tanto a las economías del resto del mundo, como a Costa Rica, además, no se trata de riesgos no previstos.
El conflicto político entre Irán y Estados Unidos abrió nuevamente las puertas de una escalada en Oriente Medio, aspecto que afecta el suministro de petróleo.
LEA MÁS: Déficit comercial de EEUU registró en noviembre su nivel más bajo en tres años
Al ser el petróleo una materia prima que impacta directamente el comportamiento de los precios en Costa Rica, al ser importador de este producto, se convierte en el foco de la atención de inversionistas y del mismo Banco Central.
Los precios del petróleo se dispararon tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani, asesinado por el ataque de un dron estadounidense. Sin embargo, posteriormente se estabilizaron.
Al miércoles 8 de enero los precios del barril Brent en Londres y el WTI en Nueva York mostraron vaivenes. De entrada, se dispararon cuando Irán lanzó un ataque de represalia con misiles contra tropas estadounidenses y británicas.
LEA MÁS: El petróleo se dispara y las bolsas se crispan tras la muerte del general iraní en Irak
Horas después los precios bajaron tras las declaraciones de paz que dio Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
“Las interrupciones del suministro están ahora en lo alto de la agenda agenda de los inversores”, dijo a la agencia de noticias AFP, Mihir Kapadia, presidente de Sun Global Investments.
Queda esperar si el conflicto será superado o si los hechos recientes son el inicio de una puja de poder.
Entre tanto, la Reserva Federal de Estados Unidos ubica a la inflación de este país en 1,9% para el 2020. Esto permitiría que Costa Rica tampoco presente niveles de inflación elevados.
El mismo Banco Central ubica a la inflación en la parte baja de su rango meta durante el 2020, es decir, por debajo del 3%.
En la acera local, la mirada está puesta en el trayecto que siga la producción.
Si la economía no logra calentar, posiblemente los precios mantendrían la tendencia de desaceleración, explicó Roxana Morales, economista e investigadora de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
La recuperación económica da pasos positivos por el momento, lo que permitiría evitar una caída abrupta. Ese avance ha sido apoyado por la política monetaria del Central, a través de reducciones en su tasa de referencia y del encaje mínimo legal para préstamos en colones.
La producción mostró hasta el tercer trimestre del 2019 una recuperación (1,95%), aún muy lejos del potencial de la economía (3,5%) pero superando de forma ligera la fuerte desaceleración del inicio de ese año.
La inflación se ubicará por debajo del punto medio del rango meta, debido a que no se esperan presiones inflacionarias procedentes de los socios comerciales y que la demanda interna no será tan dinámica como para presionar los precios, explicó Herrera.
En una coyuntura en la que la economía costarricense apenas da pasos hacia la recuperación económica, una inflación baja ayudaría a que el nivel de las tasas de interés se ajuste a la baja.
Al final el efecto dominó generaría que el crédito se active más allá de la ligera recuperación que ha mostrado hasta ahora.