En un país con un elevado endeudamiento, situación económica poco favorable y con salarios que no crecen, es común que las personas deban endeudarse para poder adquirir bienes y servicios, sobre todo si se trata de productos de consumo, un automóvil o una casa.
Entonces en algún punto, las personas consideran que ya no pueden pagar sus créditos, sobre todo si se tienen varios, ya sea por el aumento de las tasas de interés o por otras situaciones económicas personales.
Para eso, las entidades financieras del país ofrecen opciones destinadas a preservar la salud crediticia de los clientes.
Lo anterior se desprende de una normativa de la Superintendencia general de Entidades Financieras (Sugef), que obliga a los bancos, cooperativas y financieras a ofrecer soluciones a los clientes antes y durante sus problemas de pago.
Pese a esto, algunas entidades tienen métodos propios, que no solo benefician al cliente sino también a la entidad, pues un cliente moroso deteriora los indicadores de morosidad de los bancos, cooperativas y financieras.
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Entonces, ¿Qué hacer? EF recopiló opciones de 11 entidades financieras en el país para que no se quede con sus deudas y pueda solucionar su situación crediticia sin deteriorar su perfil de crédito.
Deudas de consumo y automóviles
Normalmente, las deudas de consumo y tarjetas son las que primero se convierten en morosas, aunque también en menor medida, los créditos prendarios, ya que poseen tasas y condiciones similares.
Si tiene varias deudas de esta naturaleza y no puede pagarlas, le recomendamos seguir los siguientes pasos.
1. Negocie el plazo de pago o un ajuste en la tasa. Lo primero por hacer es acudir a la entidad en la que tiene las deudas y negociar un ajuste de la tasa o plazo de pago.
Algunas entidades como CoopeAnde, Coopenae, Desyfin y el BAC, ofrecen esta opción para sus clientes como un procedimiento inicial cuando estos explican que no pueden seguir pagando sus créditos.
En algunos casos, cuando la operación cuenta con una garantía (como los créditos prendarios), ofrecen tasas desde 15% hasta 24% anual y, en lo que se refiere a plazo, las líneas de consumo normalmente pueden extender el plazo entre 60 y 72 meses, equivalente a seis años.
2. Pida un arreglo de pago. Con esta opción, el cliente tendría una cuota más baja y más tiempo para pagar, similar a la opción anterior. La diferencia está en que puede proponer un arreglo de pago con la entidad, por medio de un fiador, un codeudor u otra garantía adicional.
3. Realice el pago de la cuota fragmentada. Algunas entidades ofrecen esta posibilidad, con lo que podría pagar una porción de la cuota pactada una quincena y la otra porción en los siguientes quince días, hacer pagos semanales o bimensuales, pagos de media cuota o cuota y media, pago solo de intereses, entre otros.
4. "Venda" su deuda. Consulte si su entidad ofrece la compra de la deuda de su tarjeta o crédito. El Banco de Costa Rica, por ejemplo, ofrece la opción de compra de deudas de tarjetas de crédito, que permite al cliente "vender" o trasladar la deuda de tarjetas, incluso emitidas por otras entidades, a un plazo de cinco años con una tasa de 20% anual.
5. Solicite una refundición de deudas. El siguiente paso si ya realizó alguna de las anteriores y requiere de una solución diferente para sus créditos de consumo es solicitar una refundición de deudas.
Con esta opción se juntan todas las deudas que tenga el cliente (aunque no estén todas en la misma entidad financiera) y se genera un nuevo crédito con el que la persona recupera la estabilidad de su perfil financiero.
La refundición ofrece además una nueva tasa y plazo, sin embargo, algunos bancos y cooperativas tienen ciertas condiciones, como por ejemplo, que el cliente no asuma nuevas deuda que lo puedan hacer llegar a la misma situación de impago.
6. Financie la tarjeta. Si sus deudas están concentradas en tarjetas de crédito, puede utilizar esta figura, que surge cuando el cliente no tiene la capacidad de pagar al 100% su deuda. En ese caso, el banco ofrece la posibilidad de financiar a 60 meses a la tasa de interés del producto, realizando el pago mínimo de la tarjeta, manteniendo la cuenta al día.
7. Realice una concesión del pago. En última instancia, si del todo no puede pagar las deudas, hay entidades que dan la posibilidad de que el cliente haga una concesión del pago, en el que cancela la deuda con el bien en garantía y no continúa con el proceso legal. Esta opción aplica principalmente con créditos de vehículos, es decir, las entidades aceptan que el deudor llegue con el carro a cancelar la deuda, pero usualmente tiene algunas restricciones y penalizaciones.
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Crédito hipotecario
Los créditos hipotecarios poseen vías similares para saldar las deudas cuando el cliente no las puede sostener y también, poseen algunas vías propias, sobre todo por la naturaleza del tipo de préstamo.
1. El primer paso. Al igual que en los créditos de consumo, la primera opción es negociar una mejora de las tasas, extensión del plazo o ajuste de la cuota de acuerdo con la capacidad de cada cliente.
Dependiendo de la entidad, la extensión del plazo puede ser entre 10 a 25 años.
Opciones normativas. La normativa de Sugef establece para esto otras soluciones, como la sustitución del deudor original por un tercero que asuma las obligaciones del deudor original, la reexpresión de la deuda, que consiste en cambiar la moneda original del crédito por otra vigente y prorrogar las cuotas vencidas o por vencer, reprogramando su pago al vencimiento o a una fecha establecida.
2. Solicite períodos de gracia. Algunas entidades, como el Banco Nacional, dan en este caso períodos de gracia por un plazo determinado dependiendo de la cantidad de pago, actividad económica del deudor, entre otros. Sin embargo, esta solución no aplica para todos los deudores y debe ser consultada con la entidad.
Los arreglos de pago, como los créditos en consumo son otra vía que le permitirían saldar sus cuotas vencidas.
3. Consolide sus deudas. El siguiente paso es la consolidación de las deudas, un método similar a la refundición de deudas, pero aprovechando una hipoteca sobre la propiedad en cuestión, para tener mejores condiciones de cuota.
Scotiabank, que ofrece esta opción, brinda una tasa fija por los dos primeros años del crédito, en el caso de consolidación en dólares o en colones.
Estos financiamientos mejoran la liquidez del cliente, no tienen cobros adicionales por comisión, avalúo o gastos legales y ofrecen un financiamiento a largo plazo.
4. Aplique un crédito hipotecario. Una vía disponible para saldar incluso varias deudas es aplicar un crédito hipotecario para cancelar los otros pasivos.
El Banco Promerica, que ofrece esta modalidad, explicó que en esta figura las entidades piden como garantía una vivienda o lote, en la que de su avalúo entre el 70% y 80% sea destinado para cancelar deudas de consumo, tarjetas, créditos prendarios o incluso el mismo crédito hipotecario, trasladando la deuda.
Los plazos de estas figuras varían entre 15 y 30 años y ofrecen diferentes tasas.
5. Minimice la cuota y amortice el último pago. Usted puede solicitar a su entidad financiera que minimice la cuota de su crédito hipotecario, dejando un porcentaje de la deuda para amortizar en el último pago. Esto resulta útil para personas que por algún motivo requieren reducir su cuota mensual. Sin embargo, normalmente queda un saldo en la última cuota que habrá que amortizar, para lo que se vuelve a financiar la deuda restante.
6. Último recurso. En el último caso, al igual que en consumo, si definitivamente no puede pagar el bien, puede entregar el bien por medio de la figura de dación de pago. Sin embargo, esta figura puede generar deterioro a largo plazo para el deudor, ya que esta se refleja en los indicadores de comportamiento de pago histórico.
En cualquiera de los casos anteriores, se recomienda visitar las oficinas de las entidades donde se tienen las deudas y también de otras entidades, para valorar cuál le ofrece las mejores condiciones.