En que va del 2023 la Tasa de Política Monetaria (TPM) se ha reducido en 250 puntos bases (p. b.): primero comenzó el año en un techo de 9% y actualmente reside en 6,50%. Estas reducciones, de momento, han tenido un efecto más visible en las tasas pasivas que en las activas. Es decir, el premio por ahorrar ha disminuido a una mayor velocidad que las tasas de los créditos.
Este fenómeno se observa al comparar los ajustes de la TPM con el comportamiento de la Tasa Pasiva Negociada (TPN) y la Tasa Activa Negociada (TAN). Estos dos indicadores son promedios ponderados de las tasas que pactan los intermediarios con el público en operaciones pasivas (ahorros) y activas (préstamos) en diferentes plazos. La TPM, por su parte, es la que marca el pulso, es la tasa de referencia que utiliza el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para influir en el resto de tasas del mercado, siempre con el fin de controlar la inflación.
Hasta el momento, las tasas pasivas han tenido una reducción más similar a los ajustes de política monetaria. Desde el 15 de marzo —un día después de la primera reducción de la TPM— hasta el 26 de julio, la TPN se redujo en 244 p.b., según calculó el Banco Central en la presentación del Informe de Política Monetaria del pasado 31 de julio.
La TAN, en cambio, solo ha disminuido 43 puntos base en ese mismo periodo.
Otro indicador que se ha visto modificado por los ajustes en la política monetaria es la Tasa Básica Pasiva (TBP), la cual es calculada por el BCCR y durante ese rango de estudio decreció en 66 p. b.
La TBP también es un promedio ponderado de las tasas de captación del sistema financiero. Aunque la TBP se calcula por medio de las tasas de ahorro, en la práctica su valor influye en los precios de los créditos. Esto se debe a que suele ser la referencia utilizada para la gran mayoría de préstamos en colones a tasa variable. Conforme sube o baje, así lo harán las cuotas de los préstamos en moneda nacional que estén atados a ella.
Diferentes velocidades
Las tasas pasivas suelen moverse a un ritmo más fiel al de la política monetaria, casi como una sombra que sigue el trazo de la TPM. Con la TAN, en cambio, esa danza pareciera ser menos evidente.
Este es un fenómeno que el Banco Central ya ha observado con anterioridad. El estudio Traspaso de la tasa de política monetaria en Costa Rica, de 2000 a 2018 tuvo como una de las conclusiones que los cambios en la TPM se transmiten con mayor intensidad a las tasas pasivas que a las tasas activas del sistema financiero.
Para el caso actual hay que tomar en cuenta que la muestra todavía es pequeña así que hay más factores que podrían influir en el comportamiento de las tasas activas. Róger Madrigal, presidente del BCCR, mencionó que podría tratarse de operaciones particulares que se ven influenciadas por riesgo, el tipo de crédito, el tamaño del mercado, el poder de negociación, entre otras razones de mercado.
La TAN es un promedio ponderado, sin embargo, si se desagrega por actividades económicas se puede observar cómo no todas las tasas se han comportado de la misma manera. Por ejemplo, los créditos para la manufactura sí han disminuido alrededor de los 200 puntos base de la TPM, sin embargo los de consumo, por el contrario, han aumentado en 221 puntos, según datos del Banco Central.
La transmisión toma tiempo
La transmisión de los ajustes en la política monetaria al resto del mercado suele ser un proceso que lleva tiempo. Según el estudio mencionado anteriormente, se encontró que la transmisión se completaba transcurridos, en promedio, 12 meses. Este traspaso toma siete meses en el caso de las tasas pasivas y 16 meses en las activas.
También se halló evidencia de asimetría en el traspaso: los incrementos en la TPM tienden a transmitirse más rápido que las disminuciones.
Estas conclusiones, sin embargo, abarcan el periodo de 2000 a 2018. Actualmente, según le comentó el Central a El Financiero el pasado mes de junio, el promedio de traspaso se redujo a ocho meses. Este hallazgo forma parte de una actualización que hizo el BCCR con datos hasta agosto del 2022, sin embargo, el estudio completo todavía no se ha publicado oficialmente.
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También hay que tomar en cuenta que los ajustes de la política monetaria no necesariamente se reflejan de manera directa en el resto de tasas; por ejemplo, no porque la TPM subiera 200 puntos significa que los demás tipos de interés lo van a hacer en esos mismos 200 p. b. La influencia tiene que ver más en la dirección y magnitud que en el número.
De momento, el Banco Central considera que su política monetaria continúa en terreno restrictivo con una TPM del 6,50%. Esta postura se tomó para enfriar el elevado encarecimiento que afectó al país a partir del 2022. Sin embargo, los mejores resultados inflacionarios le dan más espacio a la entidad para realizar futuros ajustes hacia la baja. El país lleva dos meses continuos con una lectura de inflación por debajo del 0%.