Costa Rica recibirá el primer desembolso de la línea de crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) por $296,5 millones en las próximas semanas, dinero que significará un alivio para la gestión de deuda a cargo del Ministerio de Hacienda.
Con la aprobación del programa de financiamiento el país podrá acceder a un monto de $1.778 millones en tres años. Pero es importante rescatar que el monto total está condicionado a una serie de metas cualitativas y cuantitativas que el país debe cumplir, caso contrario será imposible obtener los recursos periódicamente.
El acceso a estos recursos le permitirá al país mejorar el problema estructural de las finanzas públicas, a través del intercambio de deuda cara por deuda barata, de manera que cada vez sea menor el pago de intereses y a la vez exista un superávit primario que le permita al país encaminarse hacia una senda de crecimiento económico constante.
Elian Villegas, ministro de Hacienda aseguró más allá del monto que represente este dinero lo importante es el mensaje que se envía a los mercados internacionales, de confianza en una hoja de ruta para la estabilidad fiscal del país.
“Esto es algo que ya el mercado ha incorporado en los precios y tasas de interés, el efecto se ha venido dando a lo largo de los últimos meses y se profundizará más en la medida en que, además de la aprobación del empréstito, se inicie la aprobación de los proyectos de ley asociados a este”, agregó Villegas.
Estos recursos quitarán presiones del mercado primario, lo que implica que muchos inversionistas deben recurrir a otros instrumentos para diversificar sus inversiones, pues los rendimientos son cada vez más bajos ante la poca presión del mercado.
El primer desembolso representa una quinta parte de las necesidades mínimas de financiamiento externo que Hacienda espera obtener en lo que resta de 2021 (unos $1.500 millones), según dijo el ministro de Hacienda, Elian Villegas, en una reciente entrevista con EF.
EF consultó a los diferentes gerentes de puestos de bolsa para conocer cuál sería el impacto en el mercado bursátil de este primer desembolso.
Emmanuel Agüero, economista y estratega de inversión del Grupo Financiero Mercado de Valores, explicó que el principal efecto de la aprobación y el primer desembolso se vió reflejado en los mercados de deuda soberana. Conforme aumentaban los procesos de negociación con el organismo y el país se acercaba más a la aprobación del empréstito los precios de bonos soberanos aumentaban y los rendimientos caían.
“Los inversionistas hace meses que no ven rendimientos atractivos, obviamente han estado retirando sus posiciones de inversión, eso es bueno para el país porque quita presión pero no tanto para los inversionistas”, agregó Aguero.
De acuerdo con Villegas si se toma solamente el tracto de los casi $300 millones del primer desembolso es una suma relativamente pequeña que perfectamente se podrían adjudicar en una subasta, lo adecuado es ver el efecto macro que tiene al potenciarlo como un sello de confianza que se le imprime a la economía costarricense.
Por su parte Yancy Cerdas, gerente general de Mutual Valores, explicó que este primer desembolso implica que el Gobierno no necesitará dólares a nivel interno para enfrentar los vencimientos de noviembre y diciembre, lo que repercute en una menor oferta de bonos en dólares propiciando así un escenario donde los precios podrían mejorar y subir aún más mientras que los rendimientos caen.
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Sin embargo, Cerdas advirtió que este primer desembolso no es significativo comparado con una colocación de eurobonos.
“Las tasas de interés en dólares estarían limitadas a reducirse en función de la curva de eurobonos soberana, por lo que la disminución tiene un piso, que no necesariamente está determinado por condiciones en el mercado local”, agregó Cerdas.
Melvin Garita, gerente general de BN Valores explicó que este movimiento quitó presión del mercado de deuda local y provocó que muchos inversionistas buscaran otros instrumentos de inversión, tanto en el mercado local como en los mercados internacionales, lo que para algunos casos se traduce en una oportunidad de diversificar las carteras de inversión y realizar una mejor gestión de activos.
Agüero destacó que si bien el crédito con el FMI representa una buena noticia para el país, e inclusive le brinda seguridad a los inversionistas, el principal factor que ha estado moviendo los mercados bursátiles son las cifras fiscales de Costa Rica y la posibilidad de evidenciar superávit primario en el primer semestre del 2021.
“El efecto primario es de esperar que se de en la captación de gobierno o en la sustitución de bonos que estén por vencer, dado que las condiciones son bastantes favorables”
— Freddy Quesada, INS Valores
Mauricio Hernández Quirós, Gerente de Puesto de Bolsa Prival Securities, coincide con este criterio, inclusive aseguró que por la dinámica actual de la economía, la liquidez en el mercado y los resultados fiscales ya las tasas de interés se encuentran en mínimos históricos.
“Los mercados ya se han adelantado a los acontecimientos, ya se esperaba la aprobación y llegada de recursos por el préstamos con el FMI. Por eso no vemos espacio adicional significativo para una reducción en las tasas de interés. A ello hay que agregarle que la inflación del año 2021 podría ubicarse en un 2%, siendo este un nivel piso, a partir del cual hay que agregar valor a los ahorrantes”, advirtió Hernández.
Por otra parte, la menor necesidad de Hacienda de recurrir al mercado local y la falta de oferta para invertir del sector financiero y corporativo local abre un espacio para que los operadores del mercado bursátil, fondos de pensión, fondos de inversión, mesas de dinero de las entidades financieras, asociaciones solidaristas, cooperativas y en general los inversionistas individuales busquen manera de invertir en el mercado secundario, presionando así los precios de la deuda interna y por tanto, aceptando menores rendimientos por su dinero.
Los inversionistas tendrán que acudir al mercado secundario dispuestos a recibir una menor rentabilidad. Las operadoras de fondos de pensiones probablemente ajustarán su apetito de riesgo y sus políticas de inversión para acceder a los mercados internacionales con el fin de mejorar la rentabilidad de sus portafolios.
Vencimientos
El ministerio de Hacienda aseguró que la expectativa de un acuerdo con el FMI les permitió mejorar las condiciones del mercado de manera tal que solo para el primer semestre captó ¢2,178 billones, cifra que supera en 21% a la anunciada en el plan de endeudamiento.
Los recursos del primer desembolso serán asignados para el pago de deuda, advirtió Villegas, que en realidad es un cambio en la fuente de financiamiento. También explicó que hay un 10% que hay que trasladar en pago de adeudos del Estado a la Caja Costarricense de Seguro Social.
Freddy Quesada, gerente general de INS Valores, advirtió que el monto de crédito con el Fondo no es significativo en comparación con el pago de intereses o el monto total de la deuda y su respectivo pago de intereses.
“Es un paso importante, pero no significa que el costo de deuda del Gobierno Central va a disminuir abruptamente en este momento”, destacó Quesada.
No obstante al observar los datos proporcionados por la página oficial de Tesorería es evidente que el país sigue en necesidad de recursos para afrontar grandes vencimientos en lo que resta del año.
Por ejemplo, al 30 de junio pasado se muestra que Costa Rica deberá enfrentar un vencimiento de deuda interna por ¢1,4 billones de cara al cierre de año.
El primer desembolso, en el caso de que sea exclusivamente utilizado para el pago de deuda podría cubrir los vencimientos de agosto y setiembre, dado que los del mes de julio al parecer se encuentran satisfechos, puesto que Hacienda no tuvo necesidad de subasta durante la última quincena de este mes.
EF consultó a la entidad sobre este tema, pero al cierre de esta edición no brindaron respuesta.
Los vencimientos más fuertes están concentrados en noviembre y diciembre de este año. Por su parte para el 2022 el país también deberá afrontar grandes vencimientos.
Por ejemplo, para marzo y abril no solo concentrará sus esfuerzos para mejorar y pagar la deuda interna sino que deberá afrontar el vencimiento de un eurobono por un monto total de ¢38.868 millones.
Esta serie de vencimientos le ponen al país una presión adicional. Por este motivo en la corriente legislativa hay una serie de préstamos con organismos multilaterales para mejorar la estructura financiera del país a través del repago de deuda.
Mercado cambiario
El primer desembolso con el FMI implica una inyección de dólares a la economía nacional y por ende al mercado cambiario. Según Agüero el Banco Central de Costa Rica (BCCR) podrá utilizar ese dinero de dos maneras, la primera para inyectar liquidez entre los participantes o la segunda, que es la que cree más probable para las reservas monetarias.
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Jorge Baltodano, gerente de banca patrimonial en Lafise, explicó que el efecto inmediato directo es en las Reservas Monetarias Internacionales del Banco Central de Costa Rica. Esto permite brindar mayor solidez al acervo de recursos que se tienen para enfrentar pagos que el país debe hacer a nivel internacional así como atender la demanda de divisas a nivel local.
“El efecto principal es en el mercado de divisas con una mayor oferta de las mismas. Se esperaría menor presión para un aumento sostenido en el tipo de cambio”, destacó Baltodano.
El impacto de la aprobación del préstamo del FMI ya se encuentra incorporado en los precios de la deuda interna (mercado de bonos o de capitales), y en la relativa estabilidad que ha mostrado el mercado de divisas. Pero se debe de tener presente que este evento no es aislado, sino que complementa otras decisiones de política monetaria y fiscal que se han implementado a lo largo del primer semestre del 2021.