Un tipo de cambio más volátil que en el pasado, una inflación baja, y una Tasa de Política Monetaria (TPM) que sea consistente con el objetivo de los precios en el mediano y largo plazo, son las principales promesas del recién llegado presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Rodrigo Cubero fue juramentado como el jerarca de la autoridad monetaria el pasado 1° de agosto y, desde ese momento, exaltó que se abocará a mantener la inflación baja y estable, algo que ha logrado el Central e inclusive él mismo declara como conquista.
Bajo su mando y con el fin de mantener los precios en el nivel deseado, el BCCR acudirá a la TPM cuando sea necesario, ya sea para subir o bajar el indicador, y aunque esto signifique generarle presión a las obligaciones del Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, Cubero está anuente a ayudar a Hacienda -siempre que los objetivos del Central no se vean comprometidos- en la coordinación de subastas y hasta en el ofrecimiento de capital humano.
Al respecto, explicó que en el segundo semestre de este año le “despejará la cancha” a Hacienda, ya que por coincidencia el BCCR no tiene requerimientos de recursos, sino más bien algunos vencimientos por lo que realizará emisiones, en vez de captaciones.
EF conversó con Cubero sobre este y otros temas. A continuación, la entrevista:
- Entremos al tema del mercado cambiario, ¿qué opina del sistema actual? ¿Ha valorado algunos cambios?
- Con la adopción oficial del régimen de metas de inflación en enero de este año, el Banco Central se aboca a irle dando mayor flexibilidad al tipo de cambio. Una mayor flexibilidad del tipo de cambio es consistente con el régimen de metas de inflación y esa va a ser una de las prioridades bajo mi gestión, ir gradualmente aumentando los grados de flexibilidad del tipo de cambio.
LEA MÁS: Tipo de cambio fue estable durante gestión de Olivier Castro
"En tiempos recientes, el tipo de cambio se ha mantenido relativamente estable y eso le da cierto nivel de confianza a los agentes económicos pero, tiene también consecuencias negativas. En particular, tiene una consecuencia sobre la estabilidad financiera que es que los agentes económicos empiezan a contar con la estabilidad del tipo de cambio y consecuentemente, a endeudarse en moneda extranjera, y esto es peligroso cuando son no generadores de dólares.
"Esta es justamente la situación que tenemos hoy en día en el sistema financiero, donde alrededor del 71% del crédito en moneda extranjera está entregado a no generadores y eso significa que hay una vulnerabilidad en el sistema financiero.
LEA MÁS: El 63% del saldo de los préstamos en dólares está expuesto al alza de las tasas Libor y Prime
“Por eso, tampoco podemos simplemente dejar ir el tipo de cambio. Tenemos que ir introduciendo grados mayores de flexibilidad, de forma paulatina, y ese es el objetivo.
"Con esa mayor flexibilidad, eventualmente vamos a tener un tipo de cambio que se mueva más, que fluctúe más. A su vez, esto va a contribuir a que los agentes económicos interioricen un mayor grado de riesgo cambiario. Que sientan que el tipo de cambio ya no es tan estable y así, van a tener menos incentivos para contraer deuda en dólares cuando no son generadores”.
- ¿Qué tan gradual será ese cambio?
- Eso lo vamos a ver, tenemos que ir viendo cómo se comporta el tipo de cambio, de acuerdo con los fundamentales del mercado. En el mercado cambiario hay muchos factores que intervienen.
“En estos momentos, tenemos un punto de equilibrio casi natural, porque las fuerzas de oferta y demanda de divisas están relativamente balanceadas.
"Tenemos que ver justamente hacia donde nos llevan los fundamentales. ¿Cuáles? Las exportaciones, las tasas de interés internacionales que afectan los flujos de capital y los términos de intercambio, específicamente de los precios del petróleo.
"Este tipo de variables, del contexto económico internacional y también otras de la economía doméstica –muy importante ahí la situación el déficit fiscal–, nos van a ir determinando las condiciones para el tipo de cambio y si hay tendencia a la depreciación o apreciación del tipo de cambio”.
- En estos dos últimos años, el Banco Central dio un mensaje de estabilidad del precio del dólar con continuas intervenciones, pero ahora su mensaje es que el tipo de cambio puede tener una mayor amplitud. ¿Por qué ese cambio del mensaje?
- Me parece más bien que lo importante aquí es que la estabilidad que hemos logrado es en la inflación, en los precios. En un régimen de metas de inflación, la estabilidad del tipo de cambio no es un objetivo. De hecho, no se considera consistente buscarla junto con la estabilidad de la inflación.
“Para afianzar la credibilidad, debemos ir dando grados de flexibilidad en el tipo de cambio”.
- ¿Qué mensaje quiere dar a la población sobre cómo manejará el tipo de cambio?
- El mensaje que yo quisiera decir es que vamos a ir justamente permitiendo que el tipo de cambio varíe más que en el pasado, pero en forma gradual. ¿Por qué en forma gradual? Por la vulnerabilidad que hablaba del sistema financiero.
"Esa vulnerabilidad la podemos ir reduciendo de dos formas. Una es dar más flexibilidad y la segunda manera, es a través del instrumental macroprudencial, es decir, medidas de naturaleza financiera que reduzcan los incentivos del sector financiero para otorgar deudas en dólares a no generadores.
LEA MÁS: Clientes no generadores de dólares acaparan los préstamos para vehículos
“Esto se hace a través de una serie de mecanismos, ya existen herramientas, por ejemplo provisiones y requerimientos de capital mayores sobre los créditos otorgados en moneda extranjera a no generadores. Esto se puede calibrar para mitigar el crecimiento de esa vulnerabilidad, pero entre tanto, no podemos dejar que el tipo de cambio se mueva violentamente”.
- ¿Está de acuerdo o no con las medidas que se aplican a los créditos otorgados a no generadores de dólares?
- Las que existen hoy en día, macroprudenciales, sí. Son medidas que uno puede calibrar.
LEA MÁS: Créditos de la banca se desaceleran por menor apetito de los consumidores
- Cuando habla de calibrar, ¿se refiere a suavizar o endurecer la medida, según la coyuntura?
- Sí, aunque lo ideal sería siempre mantenerla por encima de cero, porque siempre existe algún nivel de incentivo y queremos eliminarlos de la mejor manera posible para que la gente no abuse de este riesgo financiero. Así, conforme se reduzca esa vulnerabilidad, en parte ayudada por mayores grados de flexibilidad en el tipo de cambio, no necesitaremos o podremos bajar la estimación.
- ¿Es necesario crear medidas adicionales?
- No, en este momento está bien. Tenemos que asegurarnos que se aplique rigurosamente esta medida, de cara al futuro, para ir reduciendo esa vulnerabilidad.
- ¿Es posible lograr este objetivo de tener un tipo de cambio más flexible, con el nivel actual de reservas monetarias?
- Sí, es perfectamente posible. Tenemos un nivel de reservas muy cómodo, anda alrededor del 13,4% del PIB, que según estándares internacionales es una posición muy cómoda. Estamos por encima de los indicadores de suficiencia patrimonial, que establece el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esa métrica señala que Costa Rica está por encima del nivel de confort, en términos del tope de reservas monetarias internacionales. Esto nos permite usar ese stock (inventario) de reservas para cuando se den fluctuaciones violentas”.
- Respecto a otro tema ¿Cuál es su lectura sobre el déficit fiscal y las medidas que ha tomado el Gobierno?
- Creo que es fundamental que el país continúe por senda del ajuste fiscal. Es un objetivo fundamental de este Gobierno y el Banco Central apoyar ese esfuerzo, en la medida que sea posible para nosotros. Creemos que este es el ajuste económico de mayor urgencia en este momento para el país y es muy importante que resolvamos esto cuanto antes.
"Quiero expresar mi apoyo y, además, mi admiración por la señora ministra de Hacienda (Rocío Guilar). Por el esfuerzo enorme que ha hecho por lograr un ajuste fiscal importante y mantener un diálogo, en conjunto con el señor presidente de la República que también ha tenido un compromiso con esto, con la Asamblea Legislativa y con la población; para hacer entender la verdadera urgencia de atender el problema fiscal. Ojalá esto lo veamos reflejado en una pronta aprobación de la ley del fortalecimiento para las finanzas públicas.
"Mi lectura de la situación legislativa es que los diputados y las diputadas han entendido con claridad la urgencia del ajuste fiscal.
“La apuesta que el Banco Central podría hacer es que tengamos un ajuste fiscal en el corto plazo que nos permita seguir avanzando en otros campos de la agenda. En este momento, tenemos la agenda económica tomada por el tema fiscal y la aprobación de un paquete fiscal nos va a permitir respirar, recobrar confianza y por esa vía, también reactivar la economía nacional, inversión, reactivar el consumo. Estos temas cuidado y son más importantes que el tema fiscal, aunque sí menos urgentes”.
LEA MÁS: Banco Central anuncia que adoptará esquema flexible de metas de inflación
- ¿El nivel de deuda pública y déficit fiscal son un impedimento para una labor monetaria exitosa por parte del Central?
- El Banco Central tiene muy claras sus metas y sus instrumentos. Ha venido apuntándole con determinación al logro de la meta de inflación, que está establecida en 3% (en un rango que va del 2% al 4% de inflación anual) y maneja sus instrumentos de forma que consiga alcanzar la inflación a mediano plazo. En eso consiste precisamente el régimen de metas de inflación, que adoptó el Banco Central en enero de este año.
"El Banco ha logrado alcanzar la meta, de hecho, estamos en el nivel inferior del rango meta. En este momento la inflación está alrededor del 2,1%, la credibilidad del BCCR sigue fuerte y eso es un gran activo del BCCR.
"La credibilidad se muestra en una serie de indicadores pero, fundamentalmente en las expectativas de inflación, que han venido convergiendo a la baja y se sitúan en 3,3% a un año y mediano plazo.
LEA MÁS: Banco Central hace fuerte inversión en fortalecer su credibilidad a futuro
"Eso nos sugiere que los participantes en el mercado, los inversionistas, los agentes económicos, en general, confían en que el Banco Central mantendrá la inflación controlada, independientemente de la situación fiscal.
"Con esto quiero decir que el Banco Central ha logrado mantener la estabilidad en el ámbito que le compete, que es mantener una inflación baja y estable, a pesar de que tenemos una situación fiscal muy comprometida. Pero, dicho esto, es también importante reconocer que la situación fiscal le genera problemas a la conducción de la política monetaria.
"En primer lugar, y es el más importante, es que le introduce incertidumbre sobre el rumbo de la economía actual, sobre cuál va a ser el tipo de arreglo fiscal al que logre llegar el país, si es que llega a alguno. Esa incertidumbre, por supuesto, tiene un impacto sobre el crecimiento económico, sobre la inversión, sobre el consumo y en esa medida afecta a la economía, afecta las proyecciones y el manejo de instrumentos de la política monetaria.
"También, el hecho de que el déficit fiscal esté creciendo, le pone presión a las tasas de interés domésticas y por ende, también complica la condición de la política monetaria, porque eso le pone cierta presión a la Tasa de Política Monetaria del Banco Central. Entonces, en el ámbito de la conducción de la política monetaria, también tiene impacto.
"Entonces, el manejo de herramientas depende, en parte, de cuáles sean las decisiones que eventualmente se tomen en materia fiscal, que no están en el resorte del Banco Central, están esencialmente -en este momento- en manos de la Asamblea Legislativa”.
- En este escenario, ¿qué herramientas tiene a la mano el BCCR para lidiar con el problema fiscal mientras se toma una decisión?
- Bueno, la meta número uno del Banco Central debe ser mantener la inflación baja y estable, dentro del rango meta. Ese es el norte de la política monetaria y debe mantenerse independientemente de la situación fiscal.
“En el contexto fiscal tan comprometido que tenemos, el Banco Central debe seguir calibrando la política monetaria para darle a ese norte y en la medida en que sea necesario, tendrá que ajustar la Tasa de Política Monetaria, al alza o a la baja, según las condiciones de la economía nacional”.
- ¿Aunque Hacienda genere toda la presión que pueda?
- Ese será el objetivo fundamental: mantener una tasa de interés que sea consistente con su objetivo de inflación a mediano y largo plazo. Pero, hay formas en que el Banco Central puede intentar ayudar a la situación fiscal y esa también será una de las prioridades de mi gestión, apoyar el proceso de ajuste fiscal en el ámbito de competencias del Banco Central.
"En particular, el Banco Central puede hacer esto coordinando de forma más cercana las operaciones de financiamiento del Ministerio de Hacienda, con las operaciones de absorción de liquidez. Me refiero a la participación en subastas.
"También, contribuyendo con recurso humano, el BCCR goza de un capital humano enorme, un enorme acervo de talento para poderle contribuir al sector público y en particular, al Ministerio de Hacienda en labores específicamente de proyecciones, de estimación de financiamiento bruto, sostenibilidad de la deuda y de soporte macroeconómico.
“El tercer punto en donde puede ayudar es dando confianza, iluminando el debate sobre la necesidad urgentísima de un ajuste fiscal y de un ajuste fiscal importante, significativo”.
- Usted menciona la coordinación de subastas, pero hemos visto esto desde hace varios años, eso sí, sin conocer cuán profunda sea. ¿Es suficiente solo coordinar subastas?
- No es suficiente coordinar subastas, pero es un paso necesario en el diálogo cercano que debe existir entre el Banco Central y el Ministerio de Hacienda. Ni de cerca una coordinación es un paso suficiente para arreglar el déficit fiscal, simplemente me parece que es importante que se ha venido dando.
“La coordinación simplemente tiene que seguir existiendo para que la programación de financiamiento y de cooperaciones de financiamiento por parte del Ministerio de Hacienda y del Banco Central no choquen excesivamente”.
- ¿Podría retirarse el Banco Central de captaciones, por el momento?
- El Banco Central programa sus operaciones financieras de manera que sean enteramente consistentes con el alcance de la meta de inflación a mediano y largo plazo, y eso implica que debemos apuntarle al crecimiento de los agregados monetarios, a través de esas operaciones, para que sea consistente a la meta inflación dadas las proyecciones que tenemos sobre el rumbo de la economía, nacional o internacional.
"Entonces, dado el escenario que se proyecta de variables de crecimiento, de tasas de interés, de inflación, nacionales e internacionales, el Banco Central usará la programación monetaria para llevar a los agregados monetarios al nivel que sea consistente con el logro de la meta de inflación a mediano y largo plazo.
"Lo que sí ocurre es que, en este momento, el Banco Central encuentra una oportunidad de que en el segundo semestre no tenemos necesidades de captación fundamentales, en términos brutos son relativamente bajas. En términos netos, de hecho, la programación monetaria que podemos hacer –consistente con el alcance de esa meta de inflación–, va a ser posiblemente de emisión. Es decir, tenemos más vencimientos que captaciones.
"Este semestre, eso lo vamos a confirmar con nuestros técnicos, pero estaríamos inyectándole liquidez.
“Esto no es que lo estemos haciendo porque Hacienda necesita que le despejemos la cancha, lo estamos haciendo porque así está programado. Es parte de la programación monetaria del Banco Central pero, es una feliz coincidencia que en este semestre las necesidades de captación del Banco Central permitan que de alguna manera Hacienda sea, en términos materiales, el único actor relevante en subastas”.
- ¿Le parece que el Banco Central ha logrado, en los últimos años, el objetivo indicado en la ley, en cuanto a la estabilidad, control de la inflación y un ordenado desarrollo económico?
- Esa es la lectura que yo hago. Reconozco que el Banco Central, en estos últimos años, ha alcanzado dos conquistas importantes.
"En primer lugar, la tasa de inflación y el mantenimiento de la tasa a niveles bajos y estables, dentro del rango meta.
"Esa es una conquista importantísima. Recordarán que Costa Rica, por muchísimas décadas, tuvo inflaciones de doble dígito y traerse la inflación a niveles en los que estamos actualmente de 2,1%, es una enorme conquista.
"La inflación tiene efectos muy negativos en la economía. En particular, sobre los sectores de ingresos más bajos, porque son los que tienen menos capacidad de cubrirse ante el impacto sobre su nivel de ingresos. Consecuentemente, la inflación se ve como un impuesto regresivo.
"Es impuesto porque obedece, en el mediano y largo plazo, al crecimiento monetario que el Banco Central controla. Es decir, en el mediano y largo plazo, el Banco Central puede incidir directamente en la tasa de inflación y por eso es importante la labor de política que ejerza. Sin embargo, cuando se sale de control, la emisión monetaria el Banco Central puede generar ingresos. Por eso es impuesto, pero es regresivo porque impacta a los sectores de ingresos más bajos.
"La inflación, además, le hace muy difícil a los agentes económicos estimar cuáles van a ser los niveles de los macroprecios importantes para ellos, en particular los niveles de los salarios, tasas de interés y, por supuesto, los precios generales y relativos en la economía y eso afecta las decisiones de inversión. Todo eso trae un efecto en la economía que hace que los agentes económicos decidan posponer decisiones.
"Por esas y otras razones es que la inflación baja y estable es tan importante para la economía.
"La otra gran contribución, y en cuyo mantenimiento nos empeñaremos en los siguientes años bajo mi gestión, es la evolución de las expectativas inflacionarias. Es quizás más importante, incluso, que la reducción en la inflación. Porque eso sugiere que los agentes económicos esperan que la inflación no solo esté baja y estable hoy, sino que siga así mañana.
"Eso implica que, en la formación de precios, esos agentes económicos van a incorporar esas expectativas de inflación contribuyendo a materializar esa inflación baja y estable. La credibilidad en la práctica, que es una herramienta fundamental de transmisión de la política monetaria: la credibilidad vía expectativas.
- ¿Qué sigue para metas de inflación?
- Mi expectativa es que el rango meta que tenemos para la inflación entre 2% y 4%, es absolutamente consistente con la estructura económica de Costa Rica y con los niveles inflacionarios de nuestros pares comerciales.
"Me parece, además, que la banda de 1 punto porcentual hacia arriba y hacia abajo es una banda razonable. El tema del control de la inflación no es una ciencia exacta, es un arte que requiere el acopio de información muy precisa, del uso de estadísticas de información económica para la toma de decisiones en materia de política monetaria.
"Esa parte es científica pero también requiere de un juicio, del juicio del rumbo de la economía, del juicio hacia dónde vamos, cómo debemos manejar la Tasa de Política Monetaria hoy para poder influir sobre la inflación mañana, porque hay un rezago claro, entre el momento de acción de la política monetaria y su impacto sobre las variables de interés. Ese rezago se estima entre 18 y 24 meses.
“Normalmente deberá actuar en forma prospectiva y en ese elemento de prospección intervienen elementos científicos, pero también elementos de juicio y ahí no debemos pecar de exceso de precisión. Si tenemos un rango meta muy estrecho, eso comprometería la credibilidad del Banco Central”.
- ¿Considera que se debe aplicar alguna medida para que la transmisión de la TPM al mercado sea más efectiva?
- Es un tema importante que tendremos que discutir con los equipos técnicos en los meses siguientes. Es importante fortalecer la transmisión de la política monetaria y esto pasa por seguir fortalecimiento la credibilidad del Banco Central, que cuando hagamos anuncios, la gente crea en ellos y posteriormente, eso se transmita al resto de la estructura de tasas del mercado.
“Lo otro tiene que ver con las estructuras de los mercados, y con asegurarnos que la TPM opera en un mercado que permita la transmisión al resto de las tasas. Entonces, eso tiene que ver, en parte, con reformas y medidas de naturaleza técnica que podemos analizar en los equipos técnicos del Banco Central”.
- Pasemos a la dinámica de la producción, ¿considera que el ritmo actual es adecuado?
- Estamos en una situación de relativo bajo dinamismo de la economía. Hay indicadores que nos sugieren que el consumo privado y sobre todo el de bienes importados, se ha desacelerado. Lo vemos en los indicadores de los impuestos aduaneros, es decir, los impuestos se derivan de la importación de bienes y en particular de los vehículos que ha bajado mucho.
"Por otra parte, el Índice Mensual de Actividad Económica nos sugiere que la economía no se ha desacelerado tanto porque hay otros elementos que compensan. En particular, el sector construcción ha estado muy dinámico, creciendo a tasas muy altas en los últimos meses. Esto tiene que ver con la construcción de espacios industriales y comerciales, y eso ha reactivado el IMAE como un todo.
LEA MÁS: Déficit fiscal será más alto este año por estancamiento de la economía
“Lo que sí vemos es que existe cierto nivel de dispersión, porque hay sectores que crecen relativamente lento, mientras construcción ha impulsado el IMAE agregado. Entonces, tenemos que seguir monitoreando la situación, porque lo que tenemos es un IMAE que anda alrededor de 4,2% pero que a nivel de desagregación sectorial muestra una dispersión”.
- La construcción decrecía y ahora es la que dinamiza la producción, ¿es esto sostenible?
- La construcción es volátil naturalmente, había estado decreciendo y ahora repunta fuertemente e impulsa al IMAE pero no sabemos si eso es sostenible o no.
"La proyección del Banco Central es que este año vamos a tener un crecimiento del 3,2% (del PIB) y en este momento los indicadores sugieren que esa proyección está bien. Puede ser un poquito más o un poquito menos, lo que es claro es que ese 3,2% no es un crecimiento alto. Es una tasa de crecimiento que está por debajo de lo que deberíamos considerar el nivel de crecimiento potencial de la economía costarricense que debería estar entre 3,8% y 4%.
LEA MÁS: Seis de nueve actividades económicas se desacelerarían al cierre del año
"Esto es, a todas luces, un crecimiento que no es satisfactorio. Tampoco es un desastre, pero estamos en una situación de relativo bajo dinamismo de la economía.
“Más importante aún, es que ese 3,8% o 4% tampoco es una tasa muy alta”.
- ¿Cómo tener indicadores más altos de dinamismo y a cuánto deberíamos aspirar?
- Nosotros deberíamos tomar medidas de doble naturaleza. En primer lugar, medidas que traten de impulsar el crecimiento económico en el corto plazo y acercarlo al nivel de crecimiento potencial.
"Aquí, fundamental es la aprobación de la ley de fortalecimiento de las finanzas públicas. ¿Por qué? Porque uno de los principales determinantes de la desaceleración que estamos viviendo en la economía, según algunos indicadores pero bastante consistentes, es el enfriamiento del consumo y de la inversión. En particular, el de la inversión es por el nivel de incertidumbre que existe sobre el tema fiscal. Entonces, aprobar este paquete de medidas fiscales nos va a ayudar a dejar esa incertidumbre y a reactivar -lo que llamaba Keynes- los espíritus animales de la economía. Es decir, ese deseo de invertir.
"(En segundo lugar) Además, debe haber una agenda de impulso al crecimiento económico en el mediano y largo plazo. Eso que hablaba del crecimiento potencial, que tenemos hoy entre 3,8% y 4%. Nosotros deberíamos aspirar a subir eso a más, ojalá al 5%, ojalá incluso al 6%. Aspirar a los niveles de las economías emergentes en el este asiático.
"Y para eso necesitamos medidas de naturaleza estructural hacia mediano y largo plazo. Medidas que tienen que ver con el mejoramiento de la infraestructura, que también puede ser consecuencia de la aprobación paquete fiscal. No porque los nuevos ingresos se usen para aumentar el gasto público, como alguna gente lo ha dicho, sino porque el gobierno tiene la intención de lograr una recomposición, un rebalanceo del gasto público a favor del gasto en infraestructura de alta necesidad.
"Y eso será una prioridad, entiendo yo, del señor presidente, de la señora ministra de Hacienda, en conjunto con el ministro de Transportes y el Consejo Nacional de Concesiones y demás entidades encargadas de impulsar la infraestructura pública en el país.
"Entonces, se debe impulsar la infraestructura, mejorar la innovación, mejorar los mercados laborales, facilitar a través de una coordinación entre sector público y privado, con mayor colaboración entre las universidades y el INA para la inserción de los jóvenes y de los no tan jóvenes en el mercado laboral, a través de un entrenamiento continuo.
“Las tendencias de la economía mundial nos sugieren que, en una economía que requiere conocimiento adaptativo, cada vez es más importante mantener a la gente entrenada. Ya no basta con ir al colegio o a la universidad y dejar esos conocimientos estancados. Tenemos todos que seguirnos reentrenando continuamente”.
Perfil del presidente del Banco Central
Nombre: Rodrigo Cubero Brealey
Fecha de nacimiento: 19 de julio de 1968
Estudios:
Doctorado en Economía, Universidad de Oxford; M.A. en Economía Internacional, Universidad de Essex; licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica; bachiller en Administración de Negocios, Universidad Autónoma de Centroamérica.
Parte de la experiencia laboral:
- 2016-2018 Subdirector de la División del Hemisferio Occidental, Instituto de Capacitación del Fondo Monetario Internacional.
- 2010-2012 Subgerente de personal, Departamento de Asia y el Pacífico.
- 2008-2016 Economista Principal y Subjefe de División, Departamento de Asia y el Pacífico; jefe de misión para Bangladesh y Maldivas.
- 2006-2008 Economista y Economista Principal, Departamento del Hemisferio Occidental; miembro del equipo para Costa Rica y El Salvador.
- 2002-2005 Profesor universitario (Profesor adjunto), Universidad de Oxford. Enseñanza de posgrado: Economía Latinoamericana, Teoría Macroeconómica, Estadística. Enseñanza de nivel de pregrado: Macroeconomía del Desarrollo.
Colaboraron los periodistas Sergio Morales y María Esther Abissi.