El precio del oro se disparó luego de que estalló la crisis bancaria en Estados Unidos hace poco más de una semana con la quiebra del Silicon Valley Bank y Signature Bank, así como con la incertidumbre en Europa por la compra de Credit Suisse por parte de su rival UBS en Suiza.
Este metal superó los $2.000 por onza este miércoles 22 de marzo, un valor récord que es un reflejo de la falta de confianza en el mundo financiero.
El aumento de las tasas de interés del 0,25% anunciado por la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central), en plena crisis de los bancos, provocó que la cotización del oro llegue a niveles históricos.
La Fed sostuvo que los problemas del sector bancario “probablemente resulten en condiciones de crédito más ajustadas para hogares y empresas, y podrían pesar sobre la actividad económica, el empleo y la inflación”. Además proyectó una inflación algo más elevada de lo esperado en diciembre próximo que sería de 3,6%, frente al 3,5% inicialmente previsto, así como un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) algo menor, de 0,4% frente al 0,5% estimado.
En medio de este entorno se abre la posibilidad para buscar “un refugio dorado”.
Aunque también hay otros metales a disposición de los inversores, el oro históricamente ha tenido un rendimiento y valor más constante, sobre todo en comparación con la plata, que es más volátil y puede sufrir las caídas de la economía porque tiene más usos industriales, según un informe de Morgan Stanley.
Este metal tiene historia como moneda.
El patrón oro es un sistema monetario que se aplicó el siglo pasado y en el que el valor de la moneda de un país era convertible en oro porque los Bancos Centrales tenían la obligación de realizar la conversión cuando un ciudadano lo demandara.
Se podía reclamar el cambio de los billetes a oro sin problema y además existía la libre circulación de capital, lo que le permitía a las personas de la época exportar e importar capitales en oro que estuvieran representados en papel moneda.
El patrón oro estuvo en vigencia hasta la Primera Guerra Mundial, dado que las presiones que ejerció la guerra sobre la economía e hizo que todos los países europeos imprimieran más billetes que los que existían en las reservas de oro.
A lo largo de la historia se han utilizado muchos bienes como dinero, por ejemplo tabaco, sal, vacas y otros metales, pero el más apreciado fue el oro. Sus características como bien duradero, homogéneo y difícil de falsificar lo convirtieron en el bien líquido por excelencia en casi todas las culturas.
En busca de respaldo
Hoy, el oro es un bien que todavía sirve para dar respaldo a los capitales y funciona como una forma que utilizan los inversionistas para protegerse en tiempos turbulentos.
Si en Costa Rica es una buena opción o no, según especialistas consultados por EF, dependerá del momento en el que se hace y si existe una conversión que al final valga la pena.
“Siempre será una opción. Sin embargo, se debe hacer en el momento oportuno, lo que se conoce como timming en el mercado financiero, si se desea adquirir de esos activos justo cuando la mayor parte de los inversionistas ya se han “refugiado” en ellos, probablemente el precio ya ha subido lo suficiente como para considerarlo una opción dentro del portafolio, a sabiendas que después de que pasa el período de inestabilidad vuelve a su precio natural de mercado y le puede provocar pérdidas importantes en el rendimiento de su portafolio”, explicó Juan Pablo Arias, economista y analista económico bursátil de la Bolsa Nacional de Valores.
Valorar el tiempo para acudir a este tipo de activos es imprescindible para que realmente funcionen como refugios de inversión, mientras pasa el período de ajuste económico. De lo contrario, podría agravar las pérdidas.
“Lo que estamos teniendo es un dólar asustado (...) Ahora que se genera la crisis bancaria, la gente pierde la confianza de tener el dinero en el banco, en una operadora de pensiones, la gente no quiere confiarle la plata a nadie, entonces se buscan otras formas de resguardo”, señaló el economista Leiner Vargas.
Según Vargas, la primera alternativa es buscar una inversión inmobiliaria, es decir, tener un activo físico y no uno financiero; y en segundo lugar está el oro porque es sencillo, más líquido y es un instrumento mucho más fácil de maniobrar, pero el problema que existe es que precio no es permanente y también puede bajar.
Sin embargo, hay quienes consideran que no necesariamente esta sea una opción rentable.
“Comprar activos que sirvan de blindaje, como históricamente se tenía al oro entre otros metales, ya no se presenta como la mejor forma de protegerse ante situaciones de inestabilidad de precios de las divisas o bien situaciones como las vividas en los sistemas financieros”, dijo William Porras, socio y consultor de Ecoanálisis.
La inestabilidad es algo con lo que el inversionista debe aprender a vivir y la volatilidad del mercado siempre estará presente, razón por la cual, se deben tener planes de contingencia ante este tipo de eventualidades como la que hoy se está viviendo con la banca.
En Costa Rica el precio del oro no es regulado por ninguna entidad y por tanto es definido por las fuerzas de mercado.
Lo que está establecido en el inciso c) del Artículo 15 bis de la Ley N° 9449 es que los comerciantes de metales y piedras preciosas deben inscribirse ante la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), para la prevención de la legitimación de capitales, el financiamiento al terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas, sin que esto signifique que están autorizadas para operar.
El oro se cotiza en onzas y puede hacerse ante una entidad financiera, pero previamente debe consultarse si ofrecen este servicio.
“Un inversionista pequeño podrá comprar una onza, si ya hablamos de un inversionista grande, podrá comprar un lingote, pero tendrá que sacar un monto importante de su billetera”, expresó Vargas.
En Costa Rica lo primero que una persona puede hacer es acudir a la joyerías y las casas de empeño, con la particularidad de que en ese lugar solamente encontrará joyas y no necesariamente una onza de oro. Incluso cualquiera puede hacer el intento al momento de buscar cómo comprar oro en el país.
Según comentaron los economistas la forma más común de obtener el metal precioso es a través de joyas.
¿Incertidumbre en la economía local?
Las opciones de resguardarse en el efectivo o en el oro para proteger el capital se desencadena de la incertidumbre y los temores financieros.
Para evitar un posible efecto contagio en el sector bancario local y que los clientes sientan tranquilidad, Arias señaló que según manifestaciones de Sugef y, de acuerdo con estudios de la Bolsa Nacional de Valores, la conexión o interrelación que tiene la banca local con las entidades que se han visto afectados por temas de liquidez o por corridas bancarias, es prácticamente nula, por lo que por este canal no debiese tener afectación alguna en el entorno nacional.
El miedo entre los clientes podría causar que se acuda a sacar dinero que está en las cuentas de ahorro, o en este caso, salir a comprar oro u otras piedras preciosas, lo que ocasionaría una desbandada de recursos que puedan traducirse en riesgo de liquidez para las entidades financieras.
“Es importante recordar que la función principal de los bancos implica ser un catalizador de plazos, es decir convierten inversiones o depósitos de corto plazo del público, que tienen un rendimiento bajo, en operaciones crediticias o de inversión de largo plazo, que tienen un rendimiento alto; y ese diferencial de rendimiento o de tasas es la ganancia que obtienen por ser intermediadores del mercado financiero”, señaló Arias.
En Estados Unidos, autoridades como la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) emitió un comunicado solicitando que no se retiren los dineros de las cuentas de jubilación para invertir en oro, plata u otros metales preciosos sin consultar antes a un asesor financiero y sin que realmente exista la necesidad de hacerlo.
Lo mismo sucedió con el Tesoro, la Fed y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, quienes aseguraron que los clientes bancarios podrán acceder a sus depósitos y que el sistema financiero estadounidense ya se está estabilizando.