Los precios de las criptomonedas se han movilizado en las últimas semanas en sintonía con los mercados financieros, lo que supone nuevos riesgos principalmente para los inversionistas de estos activos digitales. Así se recoge en un blog difundido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte sobre la interconexión entre ambos elementos.
“Hay una creciente interconexión entre los activos virtuales y los mercados financieros”, señala el organismo en el blog.
Antes de la pandemia, los criptoactivos, como el conocido bitcóin, tenían poca interrelación con los principales índices bursátiles. Incluso, explicó el corredor de bolsa de Acobo, Vernán Mesén, las criptomonedas se habían observado por algunos como un activo “refugio”, que servían para diversificar el riesgo de las inversiones y protegerse frente a los cambios de otros mercados.
No obstante, sobretodo en las últimas semanas, ambos mercados están en sintonía. En la información preparada por el FMI, se señala que el coeficiente de correlación de los movimientos diarios del bitcóin y el índice de S&P 500 fue de solo 0,01 entre el 2017 y el 2019, pero ese indicaron saltó a 0,36 para el periodo 2020-2021. Bajaban y subían juntos.
Fuerte correlación
Un artículo del Fondo Monetario Internacional sugiere que el bitcoin y el índice financiero S&P 500 se han movido a una misma sintonía durante la pandemia.
FUENTE: FMI. || INFOGRAFÍA / EL FINANCIERO.
“En estas últimas semanas que las empresas de crecimiento han caído, después de las minutas y decisiones de la Reserva Federal, el bitcóin también lo ha hecho, lo que reafirma ese movimiento”, comentó Mesén.
El precio del bitcóin comenzó a descender luego de que en noviembre tocara un pico por encima de los $60.000. Para la tercer semana de enero del 2022, alcanzó incluso los $35.000.
¿Un activo de riesgo?
Con los resultados, sugiere el FMI, el bitcóin ha estado actuando como un activo de riesgo, más que un activo de refugio. “Su correlación con las acciones se ha vuelto más alta que la de las acciones y otros activos como el oro, los bonos de grado de inversión y las principales monedas, lo que apunta a beneficios de diversificación de riesgo limitados en contraste con lo que se percibió inicialmente”, advierte el organismo.
Una de las advertencias del FMI se dirige hacia la incertidumbre que puede provocar la interrelación de las criptomonedas y los mercados financieros. Esto, por dicha conexión podría aumentar la posibilidad de que se produzcan efectos indirectos en la confianza y sentimiento de los inversionistas, afectando a los mercados de valores.
Pese al aumento en el uso de las criptomonedas, el socio de Edenia, empresa de web3, Edgar Fernández, señaló que el bitcóin y los activos virtuales representan un porcentaje muy pequeño en los balances globales de gobiernos y empresas, por lo que los derivados de deuda financieros, por ejemplo, constituyen un mayor grado de riesgo que dichos activos digitales.
En opinión de Fernández, el criptoactivo no reduce riesgos en los portafolios por lo que no debería verse como un activo refugio frente a otros mercados. No obstante, señaló, sí se ve como un activo contra errores de política monetaria, la depreciación de la moneda de reserva global y de la inflación.
“Nadie está llegando a decir ‘bueno estoy invirtiendo en bitcóin porque se mueve opuesto a los mercados financieros’, no. Era una teoría que posiblemente se podía mover distinto, tal vez cuando era un activo menos usado (...), lo que sí veo es que bitcóin está siendo un argumento para reemplazar una reserva global”, defendió Fernández.
El experto en blockchain aseguró que el funcionamiento del bitcóin —sin presidente o estructura— no es de conveniencia para organismos como el FMI, puesto que no responde a los incentivos que buscan, como préstamos a países con dinero fiat o cuotas por parte de los miembros.
Advertencia a El Salvador
La cruzada de advertencias contra el bitcóin, por parte del FMI, también ya alcanzaron a El Salvador, que desde setiembre del 2021 declaró al bitcóin como moneda de curso legal en su territorio.
No obstante, el pasado 25 de enero, el directorio ejecutivo del Fondo instó a El Salvador a limitar el alcance de la ley bitcóin “eliminando su calidad de moneda de curso legal”. El organismo insiste en que mantener el criptoactivo bajo dichas condiciones puede generar “graves riesgos para la integridad financiera y del mercado, la estabilidad financiera y la protección del consumidor”, así como pasivos fiscales contingentes.
Si bien los directores del organismo estuvieron de acuerdo en la importancia de promover la inclusión financiera —uno de los objetivos de la Ley Bitcóin, según el gobierno salvadoreño— y reconocieron que los medios digitales de pago, como la billetera electrónica Chivo, pueden tener un rol importante en la tarea, también enfatizaron la necesidad de fortalecer la regulación y la supervisión del nuevo ecosistema digital.
Por otra parte, sobre el mercado hay diversas visiones. En un artículo escrito para Fidelity por los autores Chris Kuiper and Jack Neureuter, señalan que es posible que en el futuro algunos países sea vean obligados a adquirir bitcóin como una forma de seguro ante la evolución en su uso, por lo que no sorprendería ver a estados soberanos adquiriendo la criptomonedas e incluso bancos centrales.