Las acciones de política monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR) han tenido dificultades para estimular la economía en entorno económico adverso. Por lo menos así lo consideran los investigadores del último Informe del Estado de la Nación (IEN).
El IEN señala que, si bien el país logró estabilizar la mayoría de sus indicadores macroeconómicos después de la crisis inflacionaria del 2022, la coyuntura actual “no favorece el crecimiento ni la inversión”.
El informe también critica que el Central “no ha resuelto la tensión entre sus intervenciones en el mercado cambiario y monetario”, además de no lograr encaminar la inflación hacia el rango meta.
Acciones tardías
El IEN consideró que el Central tardó más de la cuenta en empezar a subir su Tasa de Política Monetaria (TPM) cuando llegó la crisis de inflación del 2022, esto a pesar de que el ente emisor se movió antes de otras potencias como Estados Unidos.
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Luego, cuando la inflación cayó, incluso por debajo del cero, el Informe señala que el BCCR mantuvo su política monetaria restrictiva (una TPM alta) de forma prolongada, lo cual tuvo un impacto en las oportunidades de inversión, dado el encarecimiento de los préstamos.
Ahora que el Central transiciona hacia una política menos restrictiva (neutra) se han encontrado ciertos problemas en la transmisión de la TPM al resto del mercado. Mientras que en sectores como los de la industria, las actividades inmobiliarias y el comercio se observan reducciones en las tasas activas, no sucede lo mismo con las tarjetas de crédito, los créditos para consumo y la construcción.
“Estos resultados evidencian que la política expansiva que recientemente comenzó a implementar de manera lenta el BCCR no se ha reflejado aún en mejoras en el costo del financiamiento disponible para todos los sectores”, se lee en el informe.
A pesar de estos ajustes monetarios, la inflación ha estado fuera de la meta del Central desde el primer semestre del 2022, lo cual evidencia una dificultad para encaminar los precios. Según el último Informe de Política Monetaria, la inflación regresaría a la meta hasta en el tercer trimestre 2025. Esta es una proyección que en el último año se ha ido aplazando, conforme el país continúa con variaciones de precios negativas.
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Intervenciones cambiarias
El Central ha aprovechado los últimos dos años de excedentes de divisas para aumentar sus reservas de dólares, lo cual el IEN califica como una buena práctica, sin embargo, critica que esa acumulación no ha sido anunciada como parte de un programa de compra, con montos y plazos definidos, como se hacía anteriormente.
“Esta falta de claridad ha generado incertidumbre en los agentes económicos y ha favorecido cierta especulación sobre las motivaciones de las intervenciones. Enmarcar las intervenciones dentro de un programa de compra de reservas con características claras podría mejorar su efectividad, ya que tendría un efecto persuasivo”, dice el informe.
Aunque no anunció un programa de compras, en sus conferencias de prensa el BCCR reiteró que seguirían comprando dólares conforme vieran oportunidades en el mercado.
El IEN acotó que las compras del Central podrían haber sido contradictorias con la política monetaria restrictiva que ejerció durante el 2022 y 2023. Dicha intervención tiene un efecto de expansión monetaria, ya que inyecta colones en la economía (para comprar las divisas) y, como consecuencia, sube la liquidez, justo lo que una TPM alta quiere evitar. También le genera un costo adicional, ya que, para recoger esa liquidez, debe emitir deuda, la cual es más cara dadas las mayores tasas de interés que el mismo BCCR impuso para combatir la inflación.
Con respecto al tipo de cambio, el informe señala que la apreciación del colón tiene efectos mixtos en la economía. Por un lado, beneficia de forma directa a deudores con créditos en dólares y las importaciones de bienes y servicios. Además, la apreciación ha contribuido a reducir gradualmente los precios de algunas materias primas y costo de alimentos.
Por otro lado, las empresas exportadoras y el sector turismo han experimentado una disminución en sus ingresos en términos relativos. Sin embargo, dice que no se cuenta con estimaciones para establecer el impacto neto de las variaciones de tipo de cambio sobre los diferentes grupos de la población y a nivel agregado la economía.
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Mejorar comunicación
El IEN señala que el Central ha avanzado en la publicación y explicación de sus quehaceres, no obstante, señala que todavía hay importantes puntos de mejora en lo que se refiere a la transparencia de su toma de decisiones monetarias.
Los investigadores ejemplifican que países como Estados Unidos publican las minutas de las reuniones de política monetaria, lo cual ofrece un vistazo a las posiciones de los diferentes directivos e iluminan el cómo y el por qué se toman las decisiones, ayudando a formar mejor las expectativas de los agentes económicos. Esto en Costa Rica no sucede: no solo hay una anonimidad en las decisiones, sino que tampoco se divulga si hubo posiciones en contra de los acuerdos tomados.
“(Divulgar) esta información podría favorecer la formación de expectativas al dar señales sobre la fortaleza de los acuerdos tomados y sobre la dirección que a futuro podría tomar la política monetaria. En este sentido, sería valioso para Costa Rica contar al menos con minutas anonimizadas como parte de los esfuerzos por fortalecer la comunicación de la política monetaria” recomienda el IEN.
El informe agrega que monitoreó las discusiones sobre las decisiones de política monetaria del BCCR. Como resultado, se encontró que, desde mediados del 2022, hay importantes discrepancias con el Banco Central, especialmente en el tema del tipo de cambio y el manejo de la política monetaria. Los picos más significativos se ubicaron en agosto del 2023 y el primer trimestre del 2024, los dos por el mismo tema, pero situaciones contrarias: el primero debido a críticas por el rápido aumento del precio de la divisa, y el segundo por la reducción del tipo de cambio a casi ¢500 por dólar. Los actores más relevantes en los episodios más críticos fueron los gremios y los consultores financieros.
“En términos generales, el incremento de las discrepancias podría estar reflejando más resistencias y, probablemente, una menor credibilidad en el accionar con la Autoridad Monetaria, que podría afectar las expectativas y formación de precios”, concluye el IEN.